
Uno de los paneles de control de la central, antes del accidente
De acuerdo con elICRIN, una red internacional de información sobre Chernobyl financiada por la ONU, unas 200.000 personas viven en zonas de alta contaminación, tanto en el territorio de Ucrania, como en la vecina Bielorrusia.
Incluso hay quienes residen en los llamados "lugares de exclusión", junto a la planta, declarados por ley inhabitables. En casi todos los casos, se trata de ancianos que se negaron a ser evacuados.
La vecina ciudad de Prípiat, antes de la tragedia y hoy en día
De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad de Ucrania, cerca de 5 millones de personas se vieron afectadas en mayor o menor medida por la radiación que liberó la catástrofe de Chernobyl.
El último informe de un grupo de expertos de la ONU sobre el desastre de Chernobyl, presentado en Viena el 28 de febrero pasado, limita a 62 el

Según el documento, esto obedece a la falta de datos sobre las consecuencias que puede tener en la salud la radiación de baja intensidad. Sin embargo, las autoridades ucranianas sostienen que la catástrofe pudo haberse cobrado decenas de miles de víctimas mortales.
Un nene enfermo de leucemia en el hospital infantil de la vecina ciudad de Kharkov
Mientras, en la planta de Chernobyl, clausurada en diciembre de 2000, continúa la construcción de un nuevo sarcófago sobre el reactor causante del desastre, ya que el anterior, erigido en los meses siguientes al

Según el proyecto, la construcción, denominada "nuevo sarcófago seguro", tendrá forma de arco, con una altura de 108 metros y una longitud de 150 metros y cubrirá totalmente el anterior.
El proyecto de nuevo sarcófago
El cuerpo tecnológico incluirá zonas de desactivación, fragmentación y empaque, esclusas sanitarias y talleres, entre otros sectores, y el sarcófago, con un periodo de vida útil de cien años, contará con sistemas de control de seguridad de última generación.
Ucrania se propone desactivar por completo la planta y el territorio adyacente para el año 2018, y enterrar para siempre con ayuda de la compañía estadounidense Holtec International las 200 toneladas de combustible nuclear que hay en la central.
Pero ni la catástrofe de Chernobyl ni los accidentes en Japón modificarán la apuesta de la autoridades ucranianas por la energía nuclear.
"No hay una alternativa factible al empleo de la energía atómica", declaró el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, quien recalcó criticaron accionar del estado ruso que "sólo los países ricos se pueden permitir hablar del cierre" de las centrales nucleares.
(Fuente: www.Youtube.com)

Cuando el 1986 ocurrió el accidente nuclear de Chernobil liberando importantes dosis radiación al aire, el gobierno soviético decidió enviar a 600.000 "liquidadores" para limpiar la zona.
Los "liquidadores" fueron 600.000 hombres encargados de limpiar la central con protecciones mínimas, a los que Medvedev agradeció sus servicios a la patria, lo que nunca hizo el poder soviético.
Gracias a su "riesgo personal" se pudo "salvar gran número de vidas", añadió el mandatario ruso en una ceremonia en el Kremlin de Moscú.
Los "liquidadores" supervivientes denunciaron la manera en la que les ha tratado el Estado ruso, sobre todo la anulación de un gran número de ventajas sociales tras una reforma del sistema de pensiones en 2005.
Según el presidente de la Unión Chernobyl-Rusia, Viatsheslav Grishin, sólo quedan con vida de 200.000 a 230.000 "liquidadores" rusos, de los que 90.000 "están inválidos" y un tercio no son reconocidos como víctimas de la catástrofe.
"Fukushima nos ayuda, la atención se centra no sólo en la cuestión de la seguridad nuclear, sino también en los liquidadores", destacó.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev prometió dar órdenes "inmediatamente" para mejorar las ayudas.
(Fuente :Agencias)
Mirando a Fukushima
Con los ojos puestos en la central de Fukushima en Japón, comenzaron en varias ex republicas soviéticas la conmemoración de los 25 años del hasta ahora peor accidente nuclear de la historia.
El 26 de abril de 1986, durante un ejercicio de seguridad, en el que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
La explosión lanzó a las alturas una nube radiactiva que después se precipitó en gran parte de Europa y obligó a cientos de miles a abandonar sus casas en las zonas más afectadas en Ucrania, Bielorrusia y el oeste de Rusia.
Las autoridades soviéticas mantuvieron el hermetismo en torno al desastre y no lo informaron durante varios días.
A raíz del accidente 31 personas murieron de forma directa y unas 600.000 recibieron una alta dosis de radiación.
Las autoridades de la entonces Unión Soviética, dirigida por Mijail Gorbachov, tardaron tres días en reconocer oficialmente el accidente en la central ucraniana, después de que Suecia alertara al mundo tras registrar unos índices de radiactividad anormalmente altos.
El jefe del departamento del gobierno soviético de Chernóbil en el periodo 1986-1990, Vasily Voznyak, recordó en conferencia de prensa que las autoridades carecían de toda preparación para cuando ocurrió el accidente.
"Ni la defensa civil, ni la gerencia de la nucleoeléctrica, ni los órganos del partido soviético en la región estaban listos para enfrentar un accidente de una escala global tan grande", dijo Voznyak en Moscú.
Chernóbil era hasta abril de este año el único accidente nuclear en alcanzar el grado siete en la escala internacional de accidentes nucleares. Las dificultades de la empresa Tepco y el gobierno japonés para controlar las fugas en Fukushima la han puesto al mismo nivel.

El presidente ruso hizo estas declaraciones en el Kremlin, donde se celebró una ceremonia para homenajear a los "liquidadores" de la central. (Ver nota relacionada)
Medvedev se desplazará hoy a una zona cerca Chernóbil para participar en la ceremonia del 25º aniversario del accidente nuclear de la central de esta ciudad ucraniana, "una de las peores catástrofes tecnológicas del siglo XX".
En esa ceremonia, Medvedev estará acompañado por el presidente ucraniano Viktor Yanukovich y por el patriarca de la Iglesia ortodoxa Kirill.
Una zona de 30 kilómetros a la redonda en torno a la planta en Ucrania quedó deshabitada salvo por los trabajadores que ocasionalmente iban a la instalación y algunos pobladores que regresaron a sus casas a pesar de las advertencias oficiales de que no lo hicieran.
(Fuente: El País)