En nuestra página de internet hemos publicado varios de sus artículos, entre los VittorioArrigonilmismounacausajustacuales “LOS NIÑOS QUE RESISTEN” http://www.giorgiobongiovanni.org/index.php/fame-nel-mondo/2156-gaza-bambini-che-resistono.html

Pienso que la mejor forma de rendirle homenaje sea dejar hablar a su voz, a su ya conocido deseo “SIGAMOS SIENDO HUMANOS”, con las que firmaba muchos de sus artículos (María José Lastra)

Reproducimos un fragmento de la presentación de su libro escrito en 2009:

VittotioArrigonifoto4Queridos Hermanos,
Nuestro adagio, “SIGAMOS SIENDO HUMANOS”
se convierte en un libro,
Y dentro del libro se encuentra el relato de tres semanas de masacres,
escrito lo mejor que pude dentro de mis posibilidades,
en circunstancias absolutamente precarias,
a menudo transcribiendo el infierno circundante en una libretita arrugada,
encorvado en una ambulancia que viajaba con las sirenas encendidas,
o tipeando frenéticamente en el teclado de una computadora encontrada por casualidad
dentro de los edificios que habían sido sacudidos como sonajeros por las VitttorioArrigoniensuluchaporlajusticiafoto1explosiones a su alrededor.
Os advierto que el simple hecho de hojear este libro podría resultar peligroso,
de hecho son páginas nocivas, manchadas de sangre,
impregnadas de fósforo blanco,
cortantes por las esquirlas de explosivos.
Si lo leéis en la quietud de vuestras habitaciones retumbarán los muros,
por nuestros gritos de terror,
y me preocupo por las paredes de vuestros corazones
que reconozco como aún no ensordecidos por el dolor.
Poned ese volumen en un lugar seguro,
cerca del alcance de los niños,
para que puedan conocer desde pequeños un mundo poco distante a ellos, en el cual
la indiferencia y el racismo destruyen a sus coetáneos como si fueran muñecas de trapo.
De forma tal que puedan estar vacunados ya desde edad temprana
contra esta epidemia de violencia hasta el diferente e ignavia frente a la injusticia.
Para que en un futuro puedan seguir siendo humanos. (...)

Confío en vosotros,
que confiáis en mi,
no por los muertos
sino por los heridos de muerte de esta horrenda masacre.

Un abrazo grande como el Mediterráneo que al separarnos nos une.
Sigamos siendo humanos.
Vuestro nunca domado
Vik

Adios,Vik

Unapginadeldolorpalestinofoto3Vittorio Arrigoni fue asesinado en Gaza City, ciudad desde la cual a lo largo de los tres últimos años siguió escribiendo y relatando. Habría sido secuestrado por un grupo salafita cercano a Al Qaeda. (ndr)

Llega un momento en el cual te dejan solo. En el cual te encuentras aislado de un momento a otro porque quienes aplaudían, quienes te adulaban, quienes estaban de acuerdo contigo desde la primera a la última palabra, aquellos para los cuales eras un punto de referencia, simplemente volvieron a sus vidas.

Llega un momento en el cual miles hablan y parece un coro y otro en el cual sólo tú te descubres consecuente con esas palabras. Llega un momento en el cual ya nadie escucha tu voz y te quedas allí con tu valor (o, con tu vida, con tus ideales, como una fotografía descolorida.) Llega un momento en el cual ese “permanezcamos siendo humanos” tuyo a los demás les resulta sólo un slogan. Ese es el momento en el cual pagas, pagas amargamente, pagas todo.

Sigamossiendohumanosfoto6Pagas el pecado de estar más adelante, pagas el pecado de la incomprensión y de la calumnia, pagas el pecado que los demás, cualquiera que éstos sean, ya no son capaces de entender qué es lo que haces allí, porqué todavía estás allí, porqué te obstinas en testimoniar con tu vida que lo que ayer le importaba a cientos hoy sea una razón de vida sólo para ti mismo.

Pagas el decir y el hacer. Pagas el ser incómodo tanto a Esparta como a Troya, pagas que a alguno le convengas más muerto que vivo, pagas la exposición al extremismo.

Vittorio como Enzo Baldoni en las calles iraquíes, pero porqué no también, como Peppino Impastato, o incluso como Ernesto Guevara. Un paso más adelante, abajo y desde abajo, con los palestinos, con los iraquíes, por la paz, contra las mafias. A menudo llega un momento en el cual todos desaparecen. Y entonces todo se vuelve oscuro para ti.

Gennaro Carotenuto