En la carta se subraya, entre otras cosas, que Sakineh, considerada inocente a priori, está en la cárcel desde hace 5 años, mientras que el hombre acusado del homicidio del marido de ella, fuera considerado, quién sabe porqué, como culpable seguro, está libre. Todos ellos que se dirigen a las autoridades iraníes no conocen  ni siquiera la ley islámica por la cual el veredicto definitivo le Kabulliberad_foto_6corresponde a los parientes de la víctima, cuyo perdón, si existe, anula la condena. Y dado que el pariente más cercano a la víctima, además del hijo, era la mujer, precisamente Sakineh, es obvio que haya perdonado al amante que le hiciera el favor de asesinar al marido que se había vuelto molesto para ambos. Me Kabul_liberad_foto_1gustaría que todas estas “almas bellas” lanzaran también otro llamamiento: “Liberad Afganistán”. Liberadlo, distinguido señor Bernard-Henri Lévy, distinguido señor Redford, distinguido señor Miliband, de las tropas extranjeras que están ocupándolo y que pertenecen a las naciones de las cuales vosotros sois exponentes tan ilustres. En Afganistán, con un cálculo por defecto, han sido 60.000 las víctimas civiles  de la guerra. Según un informe de la ONU del 2009 “la mayoría de las víctimas civiles ha sido a causa de los bombardeos de la OTAN”. Pero también las otras no Kabul_liberad_foto_4existirían si la presencia de las tropas ocupantes no provocaran la reacción de los rebeldes, que frente a un ejército invisible que combate con los Drones, los Dardo y los Predators, aviones sin piloto pero dotados de misiles mortales, teledirigidos desde Nellis en Nevada y desde una base secreta en Inglaterra, o con los inalcanzables B52, que bombardean desde 10.000 metros de altura, se ven obligados a acompañar las clásicas Kabul_liberadfoto_5operaciones guerrilleras con ataques de tipo terrorista, que hasta el 2006 eran ajenas a las prácticas afganas y talibanas. Los americanos bombardean uniformemente los poblados en búsqueda de talibanes. Pero ya que todos los hombres válidos están combatiendo, en los pueblos no quedan más que ancianos, mujeres y niños (en Afganistán el 40% de las personas hospitalizadas son niños por debajo de los 14 años). Por lo tanto el número de las mujeres asesinadas en Afganistán es altísimo. Y no son mujeres que le hayan suministrado al marido una dosis grande de somníferos para que el amante Kabul_liberad_foto_2pudiera asesinarlo con siete descargas eléctricas. Su única culpa es la de ser mujeres afganas y vivir en un país en el cual alguien, venido desde lejos como los Bernard-Henri Lévy, Miliband, Kouchner, Redford, Robert De Niro, ha decidido imponerles que se liberen del burka y más en general, que se doblegue una población que en su gran mayoría no ha querido saber nada de la indumentaria, las usanzas, las instituciones y las leyes occidentales. ¿Esta masacre de mujeres no os Kabul_liberad_foto_3dice nada “almas bellas”? ¿Estas mujeres inocentes no tienen derecho a  que os intereseis? No, para vosotros el símbolo de la libertad sigue siendo Sakineh, una adúltera asesina. Las mujeres, a menudo embarazadas, a menudo en el momento de su boda, caen muertas a causa de decenas de miles de vuestros bombarderos, en nombre de la libertad se entiende, son sólo los simples, inevitables “efectos colaterales” ¡Liberad a Sakineh! (…).
IL FATTO QUOTIDIANO 18 DE DICIEMBRE DE 2010
Kabul_liberadfoto_5