El coronel Joseph Plenzler, portavoz de la fuerza de elite del Ejército dijo: “pensamos que identificamos a la unidad. No podemos revelar su nombre por el momento porque el incidente sigue bajo investigación”, dijo el mando, aunque descartó más comentarios.

Paralelamente otra fuente del Pentágono reconoció que se estaba “en condiciones de identificar” a los cuatro soldados que cometieron el atropello.
“El Pentágono los ha identificado, así como a su base de origen en Estados Unidos”, aseguró.
Al más alto nivel estadounidense, el Presidente Barack Obama manifestó su repudio por lo que muestra el video. El secretario de la Defensa, Leon Panetta consideró el hecho “absolutamente lamentable. He visto las imágenes”, dijo antes de ordenar al general John Allen, jefe de las fuerzas internacionales en Afganistán una investigación “inmediata y profunda” de lo sucedido.
Panetta habló telefónicamente con el presidente afgano Hamid Karzai, que horas antes había criticado duramente los actos, aunque se desconoce el tenor del diálogo.
En Afganistán y en otras naciones musulmanas, el sentimiento de horror por los soldados orinando sobre combatientes, es de tal magnitud que se considera a la imagen de lo norteamericano en su peor momento en años de tarea bélica en la región.

Fuente: La Republica digital