"No es la muerte de un tipo cualquiera", subrayó un jerarca del ministerio del Interior al ser consultado por el semanario sobre el asesinato. "Se trataba de alguien significativo, una figura del narcotráfico", agregó.
Por tal motivo, el gobierno creó un grupo especial integrado por efectivos de Jefatura de Montevideo y de las direcciones generales de Drogas y de Crimen Organizado para investigar este asesinato.
Representantes del Ministerio del Interior indicaron a Búsqueda que este crimen "marca un mojón importante" porque la modalidad utilizada y, particularmente, la intervención de sicarios "haya llegado para quedarse".
"Este tipo de incidentes tarde o temprano iban a llegar a Uruguay", expresaron autoridades de la Policía e Interior.
Según contaron, las cárceles uruguayas albergan a uno 30 narcos "pesados".
El País informa hoy que una de las hipótesis que maneja la Policía es que el empresario de fútbol fue ultimado por encargo de una banda con conexiones en Europa, por desavenencias que ocurrieron en 2009.
Según las fuentes, el enfrentamiento con la banda europea comenzó cuando allegados de Risotto se apropiaron de un cargamento de 300 kilos de cocaína pura que pertenecían a aquel grupo narco.
Los propietarios de la droga reclamaron el pago de la misma y quienes la sustrajeron alegaron que policías argentinos la habían incautado al detener un barco con destino a Europa, agregaron las fuentes.
El tráfico de cocaína a Europa es un negocio millonario, pues, dependiendo de su pureza, el kilo de cocaína cuesta en Colombia entre US$ 1.500 y 1.700. En Europa su precio llega a los US$ 65.000. En Holanda, el kilo de cocaína pura puede valer hasta US$ 80.000.
Fuente: El Pais