

"Si me avisan, pues voy a estar listo", dijo el general, un experto en telecomunicaciones de 62 años. El estilo bravucón y una franqueza sin límites son dos de las características de este militar que postula mano dura en la lucha.
Villa, hombre casado, con tres hijos y quien gesticula al hablar, dice que duerme con un fusil y una magnum calibre 44 a la que llama "mi negrita".
El militar es originario de Francisco I. Madero, una comunidad del estado norteño de Durango, donde trabajaba en la sierra cuidando las cabezas de

Se incorporó al ejército a los 16 años. "Me daban desayuno, comida y cena, y aparte me pagaban... Dije `esto es vida`".
Tras incorporarse a las filas militares y obtuvo dos licenciaturas (en ingeniería en transmisiones y en ingeniería en comunicaciones) y una maestría en comunicaciones satelitales.
El general Villa habló con la poco después de generar revuelo al declarar al diario La Jornada: "Cuando agarro a un Zeta... lo mato. ¿Para qué interrogarlo?". Aseguró que hizo ese comentario al calor de la furia que tenía porque unos días antes se había librado de una segunda emboscada en poco más de un año y padecido la muerte de un mayor del ejército.
Fuente: AP