AlfredoAstizfotoAgenciasFoto1"El gobierno pedirá severas penas", anticipó la fuente en carácter de anonimato, en la primera jornada de alegatos en el juicio en el que se ventilan los crímenes cometidos en el mayor campo de exterminio de la dictadura argentina (1976-83), la Escuela de Mecánica de la Armada.
La audiencia, tras más de siete horas, pasó a cuarto intermedio hasta el viernes, cuando la querella en nombre del Estado leerá el pedido de pena.
Astiz estuvo en la sala, protegido como el resto de los acusados detrás de un vidrio blindado, y vestido con ropa informal, un pantalón vaquero azul y un suéter a tono. Permaneció leyendo papeles durante gran parte del alegato.
AlfredoAstizfotoEsMasFoto2"¿Qué clase de peligrosos guerreros demoníacos eran las madres que secuestraron en la Iglesia de Santa Cruz y qué peligrosas combatientes eran las dos monjas que le daban sosiego a las familias de las víctimas?", se interrogó Martín Rico, abogado de la Secretaría de Derechos Humanos, en su alegato.
Astiz, alias el "Angel rubio de la muerte" y alias "Cuervo", participó en diciembre de 1977 del secuestro de un grupo de madres de desaparecidos, entre ellas la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y de la monja francesa Alice Domon, cuya suerte aún se desconoce.
AlfredoAstizfotoPerfil.comFoto4Otra religiosa de la misma nacionalidad, Leonie Duquet, compañera de Domon, fue secuestrada en otro operativo de la ESMA, torturada y arrojada viva al mar, hasta que sus restos, aparecidos en una playa al sur de Buenos Aires, pudieron ser identificados en 2005.
MonjasfrancesasasesinadasfotoAgenciasFoto3"Los testigos que desfilaron en el juicio vieron a Astiz, que estaba infiltrado como familiar de desaparecidos, cuando se produjeron los secuestros en la Santa Cruz", dijo Rico.
Otros testimonios durante las audiencias, citados por Rico, señalaron que "Astiz y otros oficiales, como Jorge 'El Tigre' Acosta y Antonio Pernías, fueron vistos salir de la sala de torturas en la que estaba siendo sometida a picana eléctrica Domon".
"Cuando Domon salió de la sala de tormentos, los guardias la llamaban 'hermana' y ella caminaba con mucha dificultad, en un estado físico calamitoso", dijo Rico citando a testigos que declararon ante el Tribunal.
Fuente: La  República