OsamaBinLadenfotoAgenciasFoto1"Se ha hecho justicia", afirmó el presidente estadounidense Barack Obama al anunciar solemnemente la muerte de un "terrorista responsable del asesinato de miles de inocentes". Pero instó a "permanecer alerta" porque no cabe "ninguna duda" de que Al Qaeda sigue amenazando a Estados Unidos.
Para su predecesor George W. Bush quien, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, quería a Bin Laden "vivo o muerto", es una "victoria para Estados Unidos, para los pueblos ávidos de paz y para todos aquellos que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre de 2001".
También es motivo de satisfacción para España, golpeada duramente por Al Qaeda en 2004 en unos atentados que causaron 191 muertos y más de 2.000 heridos en Madrid. El gobierno español considera que esta muerte constituye un "paso decisivo" en la lucha contra el terrorismo.
El primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani calificó la operación de "gran victoria" contra el "terrorismo". Aunque Pakistán es un aliado de Estados Unidos, se sospecha que miembros de sus servicios de seguridad protegen a Al Qaida.
Su vecino, el presidente afgano Hamid Karzai estimó que Bin Laden pagó por "sus actos", y que el hecho de que OsamaBinLadenfotoAgenciasFoto3estuviera en Pakistán demuestra, según él, que la fuente del terrorismo no provenía de Afganistán.
Para el primer ministro británico David Cameron, aliado por excelencia de Estados Unidos en Europa, el anuncio constituye un "gran alivio para los pueblos en el mundo".
Pero el Reino Unido, golpeado en 2005 por atentados sangrientos vinculados a Al Qaida, insiste en que esta muerte "por supuesto, no significa el final de la amenaza del terrorismo extremista a la que nos enfrentamos".
Interpol, organización de cooperación policial internacional, advirtió este lunes de la posibilidad de "un riesgo terrorista más alto", tras la liquidación de Bin Laden.
Francia saludó "la tenacidad de Estados Unidos" y un acontecimiento importante "en la lucha mundial contra el terrorismo".
La canciller alemana Angela Merkel lo considera "una victoria de las fuerzas de paz" y el jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi, "un gran resultado en la lucha contra el mal". La Unión Europea estima que su muerte hace que el mundo sea "más seguro".
Rusia saludó este "éxito importante" de Estados Unidos. Y Turquía, un país laico de mayoría musulmana, también.
Para el Vaticano, Bin Laden tuvo "una gravísima responsabilidad" en la difusión de "la división y del odio entre los pueblos".
OsamaBinLadenfotoAgenciasFoto2Israel, uno de los más fieles aliados de Estados Unidos, aplaudió "esta victoria de la justicia, de la libertad y de los valores comunes de los países democráticos que combatieron juntos el terrorismo", pero advierte de que las redes vinculadas a Al Qaida harán "un máximo de esfuerzos para cometer un atentado espectacular".
Por el contrario, el jefe del gobierno del movimiento extremista palestino Hamas, al mando en la franja de Gaza, Ismail Haniyeh, "condenó el asesinato de cualquier muyahidín (combatiente islámico) y de cualquier individuo, musulmán o árabe, y pidió a Dios que le conceda su misericordia".
Irak afirmó estar, por su parte, "encantado". Y Yemen espera que signifique "el comienzo del fin del terrorismo".
Irán considera que la muerte de Bin Laden deja a "Estados Unidos y a sus aliados sin excusas para mantener a sus OsamaBinLadenfotoAgenciasFoto4fuerzas en Oriente Medio bajo pretexto de luchar contra el terrorismo".
Kenia, blanco en 1998 de un atentado sangriento contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, estimó que se ha hecho justicia.
India aprovechó por su parte para insistir en que Bin Laden se escondía en Pakistán, su vecino y enemigo.
Otros países, como Australia, Nueva Zelanda y Japón, se congratularon por la muerte del fundador de Al Qaeda.
AFP

MILITARES ESTADOUNIDENSES INFORMARON DE SU MUERTE EN PAKISTAN DESATÁNDOSE LA ALGARABÍA Y EL TEMOR A LAS REPRESALIAS

La inmensa mayoría de los países expresó hoy su satisfacción por la muerte de Osama bin Laden, durante una operación de las fuerzas estadounidenses en Pakistán, pero advierte de que esto no significa el final de Al Qaeda ni del terrorismo, y no descarta represalias.

"Se ha hecho justicia", afirmó el presidente estadounidense Barack Obama al anunciar solemnemente la muerte de un "terrorista responsable del asesinato de miles de inocentes". Pero instó a "permanecer alerta" porque no cabe "ninguna duda" de que Al Qaeda sigue amenazando a Estados Unidos.

Para su predecesor George W. Bush quien, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, quería a Bin Laden "vivo o muerto", es una "victoria para Estados Unidos, para los pueblos ávidos de paz y para todos aquellos que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre de 2001".

También es motivo de satisfacción para España, golpeada duramente por Al Qaeda en 2004 en unos atentados que causaron 191 muertos y más de 2.000 heridos en Madrid. El gobierno español considera que esta muerte constituye un "paso decisivo" en la lucha contra el terrorismo.

El primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani calificó la operación de "gran victoria" contra el "terrorismo". Aunque Pakistán es un aliado de Estados Unidos, se sospecha que miembros de sus servicios de seguridad protegen a Al Qaida.

Su vecino, el presidente afgano Hamid Karzai estimó que Bin Laden pagó por "sus actos", y que el hecho de que estuviera en Pakistán demuestra, según él, que la fuente del terrorismo no provenía de Afganistán.

Para el primer ministro británico David Cameron, aliado por excelencia de Estados Unidos en Europa, el anuncio constituye un "gran alivio para los pueblos en el mundo".

Pero el Reino Unido, golpeado en 2005 por atentados sangrientos vinculados a Al Qaida, insiste en que esta muerte "por supuesto, no significa el final de la amenaza del terrorismo extremista a la que nos enfrentamos".

Interpol, organización de cooperación policial internacional, advirtió este lunes de la posibilidad de "un riesgo terrorista más alto", tras la liquidación de Bin Laden.

Francia saludó "la tenacidad de Estados Unidos" y un acontecimiento importante "en la lucha mundial contra el terrorismo".

La canciller alemana Angela Merkel lo considera "una victoria de las fuerzas de paz" y el jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi, "un gran resultado en la lucha contra el mal". La Unión Europea estima que su muerte hace que el mundo sea "más seguro".

Rusia saludó este "éxito importante" de Estados Unidos. Y Turquía, un país laico de mayoría musulmana, también.

Para el Vaticano, Bin Laden tuvo "una gravísima responsabilidad" en la difusión de "la división y del odio entre los pueblos".

Israel, uno de los más fieles aliados de Estados Unidos, aplaudió "esta victoria de la justicia, de la libertad y de los valores comunes de los países democráticos que combatieron juntos el terrorismo", pero advierte de que las redes vinculadas a Al Qaida harán "un máximo de esfuerzos para cometer un atentado espectacular".

Por el contrario, el jefe del gobierno del movimiento extremista palestino Hamas, al mando en la franja de Gaza, Ismail Haniyeh, "condenó el asesinato de cualquier muyahidín (combatiente islámico) y de cualquier individuo, musulmán o árabe, y pidió a Dios que le conceda su misericordia".

Irak afirmó estar, por su parte, "encantado". Y Yemen espera que signifique "el comienzo del fin del terrorismo".

Irán considera que la muerte de Bin Laden deja a "Estados Unidos y a sus aliados sin excusas para mantener a sus fuerzas en Oriente Medio bajo pretexto de luchar contra el terrorismo".

Kenia, blanco en 1998 de un atentado sangriento contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, estimó que se ha hecho justicia.

India aprovechó por su parte para insistir en que Bin Laden se escondía en Pakistán, su vecino y enemigo.

Otros países, como Australia, Nueva Zelanda y Japón, se congratularon por la muerte del fundador de Al Qaeda.

AFP