Fibroso y austero, hasta ayer, la cruz que lleva colgada en el centro del pecho era la única protección con la que contaba el padre, a pesar de estar en el punto de mira de los carteles de la droga y de ser uno de los hombres más amenazados de México .
Alejandrofoto_2Alejandro_foto_1Así pasa la Navidad el padre Alejandro Solalinde y así están las cosas en el albergue “Hermanos del camino” de Ixtepec (en el sureño estado de Oaxaca), desde que el religioso denunciara la semana pasada el secuestro de 50 centroamericano s en el sur de Oaxaca. El fue el primero en demostrárselo a la policía y ahora el Cartel de los Zetas ha amenazado (una vez más) con matarlo si no entrega a los 15 migrantes que lograron escapar al secuestro.
“Celebramos una Navidad muy feliz, pero realmente son días de mucha tensión. Nos han amenazado y han encañonado a varios migrantes para que entreguen a los que sobrevivieron al secuestro”, explica Solalinde a Clarín . “Ahora mismo que estamos hablando siguen produciéndose secuestros en la región y es un tema en el que están involucrados funcionarios, la policía local, autoridades. Se sabe quienes son”, denuncia Solalinde en una entrevista con este diario.
Desde hace años, Solalinde da de comer, cura heridas y pone voz a las denuncias de miles de migrantes hondureños, salvadoreños o guatemaltecos que pasan por aquí rumbo a Estados Unidos. “Aunque usted no lo crea, llevo tres días muy feliz. Soy muy conciente de mi papel y de lo que hago. Tengo una responsabilidad que no puedo rehuir y es la de defender a mis hermanos y a los migrantes que no tienen voz. Yo tengo la suerte de poder hablar y que me escuchen y tengo que aprovecharlo.
Sé que me va a tocar cualquier día, lo tengo claro. Pero seguimos activos y denunciando. ¡Y eso me hace feliz. El que no tenga fe no puede entenderme,” resume.
Alejandro_foto_3En 2007, Alejandro Solalinde fue encarcelado por la policía junto a 17 migrantes, tras denunciar la existencia de una red de secuestradores de centroamericanos que operaban en complicidad con las policías locales. En junio de 2008, “Hermanos del Camino” recibió amenazas de que sería incendiado. Ahora dicen que irán por él.
Desde hace años, el Cartel de los Zetas tiene en el secuestro de emigrantes una de sus fuentes de financiación más lucrativas . Los centroamericanos son concentrados en perdidos ranchos hasta que los familiares en EE.UU. envían un miserable rescate que puede ir de los 100 a los 3.000 dólares. Otras veces, el secuestro termina en una ejecución masiva como sucedió este verano en Tamaulipas, cuando aparecieron en una fosa común los cuerpos de 72 migrantes que hacían el mismo camino que los secuestrados el 20 de diciembre. Este último secuestro masivo ha indignado a los gobiernos centroamericanos ante la indiferencia con la que México trata a los emigrantes que no son suyos.
Alejandro_foto_6En marzo de este año, la Corte Interamericana de DD. HH (CIDH) exhortó al gobierno mexicano a redoblar esfuerzos para prevenir los abusos contra los emigrantes y el acoso al trabajo de los defensores de las víctimas. En concreto citó el nombre del padre Alejandro Solalinde y el albergue “Hermanos en el Camino” de Oaxaca. Sin embargo, después de nueve meses de haberse emitido las medidas cautelares, el gobierno sólo ha colocado cuatro cámaras de video, las más baratas del mercado, y ha enviado un coche patrulla a la puerta.
“A nivel local las autoridades intentan disimularlo, porque son parte de la delincuencia, son parte de la mafia. Y a niveles más alto (presidencial) quieren disimular y decir que el problema no existe Alejandro__foto_5porque están más preocupados por la imagen internacional que por garantizar el derecho a la vida. El gobierno sólo intenta ocultar lo que pasa, sin asumir su responsabilidad de lo que pasa”, explica el padre.
Con frases tan claras como tiernas, tanta sencillez ha hecho que se lo entienda en todos los sitios, desde la presidencia hasta los carteles de la droga que actúan en la zona. Por eso lo eligió Gael García Bernal como uno de los rostros que aparecen en la última campaña de Amnistía Internacional en defensa de los “emigrantes invisibles”. Por eso lo han elegido los carteles de la droga para que se siga sin saber que la región está en manos de los poderosos narcos.
Fuente; Clarín y Agencias