

El perdón fue anulado por la Corte Suprema en 2007 y Videla sumó además otras causas por delitos de lesa humanidad perpetrados en la dictadura.
La segunda sentencia de importancia del tribunal fue dictada contra el ex general Luciano Benjamín Menéndez, de 83 años, alias 'El Chacal' o 'El Cachorro', también a prisión perpetua, aunque sobre él ya pesaban cuatro condenas similares por graves violaciones a los derechos humanos.
Horas antes de que el tribunal dictase las sentencias, Videla escuchó atentamente, sentado en el banquillo de acusados, el descargo final de Menéndez.
Durante el juicio se esclarecieron los fusilamientos de 31 presos políticos en una cárcel de la ciudad de Córdoba durante el régimen que duró hasta 1983, con otros generales que asumieron el rol de sucesores del dictador Videla.
Llevamos "siete años de autoritarismo en que los argentinos hemos sido avasallados e insultados por un gobierno despótico", sostuvo Menéndez, conocido por su ferocidad, al aludir a los gobiernos del extinto Néstor Kirchner (2003-2007) y el de su esposa y sucesora Cristina Kirchner.
Los familiares de las víctimas escucharon en silencio la sentencia exhibiendo sus fotografías en un sector de una colmada sala, mientras unas 2.500 personas movilizadas frente al tribunal festejaron las condenas y abuchearon las absoluciones.
Córdoba, 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, fue uno de los distritos más castigados por el régimen represivo.
Videla y Menéndez, éste último con jurisdicción en 11 provincias, fueron los dos mayores jerarcas acusados en este juicio junto a policías y otros militares en el que el tribunal dictó 16 condenas a prisión perpetua, absolvió a siete acusados, en tanto que otros siete recibieron penas de entre 6 y 14 años.


Menéndez, a quien se pudo juzgar por la anulación de las leyes de amnistía de 1986 y 1987, centró su descargo final en los ataques al gobierno de Kirchner.
En su descargo final, Videla había advertido que recibiría "bajo protesta, la injusta condena" que se le pudiese dar y se definió como "un preso político".
"Asumo con plenitud mis responsabilidades. Mis subordinados se limitaron a cumplir órdenes", señaló Videla ante el tribunal de Córdoba, y volvió a reivindicar la represión ejercida por la dictadura.
El 24 de marzo de 1976 Videla comandó el golpe cívico-militar que derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, que atravesaba una crisis institucional, mientras que partidos políticos y organizaciones sindicales no resistieron la asonada. El golpe instauró una feroz dictadura que dejó 30.000 desaparecidos, según entidades humanitarias.
Fuente : AFP