
De todos modos, según informaron fuentes policiales, ayer mismo la celda donde se recluyó a Martincic fue reforzada con nuevos barrotes de acero y se aumentó el número de efectivos de guardia en el establecimiento carcelario.

Esta información previa puso en sobrealerta a las autoridades cuando se descubrieron los indicios de un posible plan de evasión. Estos indicios son ahora objeto de investigación por parte de la jueza especializada en Crimen Organizado, Graciela Gatti, y la fiscal especializada, Mónica Ferrero, a cuyo cargo estuvo la instrucción de toda la indagatoria. De todas maneras, fuentes judiciales consultadas por El País señalaron que "no hay nada concreto ni con base cierta".
Mientras esta línea de investigación se sustancia en el ámbito judicial, las autoridades de la Dirección Nacional de Cárceles, cuya titularidad ejerce desde hace dos días el inspector Eduardo Pereira Cuadra, resolvieron tomar medidas en forma expeditiva.

TRASLADO. Hasta hace 48 horas Martincic continuaba recluido en el Penal de Libertad, la única penitenciaría que se considera reúne condiciones de máxima seguridad. Sin embargo, las autoridades consideraron que los riesgos de mantenerlo allí eran muy superiores a los de trasladarlo a otro sitio.

Según pudo establecer El País la celda donde es actualmente alojado Martincic fue prácticamente hecha a nuevo. Colocaron además barrotes de mayor grosor y se readecuaron las instalaciones a su alrededor.
Como medida suplementaria, la cárcel departamental reforzó la guardia perimetral, con una mayor carga horaria para el personal policial asignado. Los efectivos patrullan ahora en forma constante la manzana en la que se encuentra la cárcel y tienen directivas de reportar de inmediato todo movimiento inusual en la zona.
El centro de reclusión al que fue trasladado en reserva -la Dirección Nacional de Cárceles no brindó información oficial sobre dicho destino- registró durante 2010 tres fugas de reclusos, todas ellas debido a descuidos de la guardia y fallas en el sistema de seguridad.
Este centro, al igual que la mayoría de las cárceles del país, tiene un número de reclusos alojados largamente superior al de su capacidad locativa, otro de los aspectos observados por el comisionado Garcé.
Fuente: El País Digital de Montevideo