El usual murmullo mediático que caracteriza a nuestro mesurado gobierno técnico lo ha transmitido de esta manera: Monti, Passera & Co, con el aplauso de los pseudo-sindicatos, han salvado 20 mil puestos de trabajo, han reprendido a los dueños Riva con la amenaza de expropiación de las instalaciones en caso de incumplimiento y en el lapso de algunos meses Taranto contará con su aire limpio. El daño económico sería mucho mayor al causado en la salud y en el ambiente.  Pero en realidad el gobierno ha puesto sobre la cabeza de los millares de obreros y familias un precio de 8 millones de euros. Es la suma del chantaje. Si no queremos perder este dinero las familias tendrán que sacrificarse, enfermarse y correr el riesgo de contraer enfermedades mortales  mientras los señores Riva ven si hacen lo que prometen desde hace 17 años y que jamás han hecho: adecuar las instalaciones de acuerdo a las normas. “Una toma de pelo colosal”, así han definido todos los compromisos que los Riva jamás respetaron, y que por otra parte han expresado muy claramente a través de uno de sus vástagos, Fabio, en una escucha telefónica, el concepto que tienen de la vida humana:“Dos casos de cáncer más por año... una tontería”.