Estas personas tenían como denominador común el hecho de ser integérrimos en la lucha contra la mafia, incorruptibles, verdaderos líderes capaces de desenmascarar (a través de investigaciones estratégicas, creando verdaderos pool) las relaciones entre la mafia y el poder. Además de este denominador común había otro aún más devastador, el hecho de ser atacados y ofendidos constante e implacablemente por los enemigos “legítimos” como los mafiosos, la prensa para mafiosa, el poder económico y sobre todo la política de derecha, de centro y también de izquierda, en la mejor de las hipótesis “tolerante” con la mafia, en la peor de las hipótesis “connivente” con la mafia. Pero no solo. Lo más grave que ocurría y que sigue ocurriendo hoy en día, y que demuestra que la historia se repite, eran los ataques, los obstáculos, las traiciones, las ofensas, las envidias, los celos, el odio que provenían de los amigos, desde el interior de las instituciones a las que ellos mismos servían y a las que pertenecían. El último, resonante, absurdo episodio que confirma la regla tiene que ver con la vulgar e incivil ofensa perpetrada al juez Antonio Ingroia por parte de la Magistratura Democrática, una de las instituciones más importantes en la historia de la magistratura, fundada para tutelar no solo la imagen, la profesionalidad y la preparación de los magistrados inscriptos a esta corriente, sino también la libertad de pensamiento.
Hará bien Ingroia en renunciar a un movimiento que se ha transformado de vanguardista en sanedrín, en iglesia, en secta.
Lo que hiere principalmente son los ataques que llegan a Antonio Ingroia por parte de los colegas y amigos de investigaciones antimafia, amigos con los que Ingroia ha llorado sobre los ataúdes de Falcone y Borsellino. ¿Porqué ocurre todo esto, cuál es la razón? ¿Acaso estos  amigos son conniventes con la mafia? ¿Han sido pagados por el poder para obstaculizar a Ingroia? Seguro que no. ¿Acaso a estos exponentes de Magistratura Democrática les han sido prometidos puestos de poder en el próximo gobierno? Seguro que no, pero si llegaran a continuar alguno podría pensar mal.
Incluso se podría pensar que se trata de  una estrategia ofensiva al contrario del tipo: tengo que ayudar a mi amigo que se está equivocando, ya no es humilde, quiere ser protagonista y a lo mejor quiere entrar en la política, por lo tanto lo ataco, para hacerle entender que está  equivocado. Ciertos ataques llegan por parte de personajes que, olvidando el pasado, olvidando los ataúdes sobre los que han llorado, no se dan cuenta que actuando así se convierten en cómplices ideales de los que quieren que Antonio Ingroia parezca estar solo. A estos oscuros personajes, a los killer y a los ideólogos les es suficiente con que Ingroia o magistrados como él parezcan estar solos para poder atacarlos. He aquí donde la historia se repite.
Gracias a Dios dentro de MD hay magistrados muy valiosos como Giancarlo Caselli, Vittorio Teresi, Lia Sava y otros que por el contrario defienden el accionar de magistrados como Ingroia.
Como periodista que conoce a fondo la historia de la mafia y de la antimafia aconsejaría a los altos cargos de Magistratura Democrática que se golpeen el pecho y digan “mea maxima culpa”. Con humildad y así mismo con firmeza les aconsejaría (más allá de eventuales legítimos desacuerdos con Ingroia) que aparecieran y le demuestren al enemigo que están unidos, sin dejar solo al amigo, al colega y al hermano con el riesgo que este último sea atacado por el enemigo. Me da tristeza que algunos de aquellos magistrados que han llorado sobre los ataúdes de sus amigos no hayan aprendido una lección del pasado.
Hoy el juez Ingroia está acusado de querer entrar en la política, pero visto que salvo raras excepciones (de exponentes políticos individuales), ha sido atacado prácticamente por todos ¡¿con cuál partido podría presentarse? !Por lo tanto ¡¿cuál sería el gran partido político que según los sondeos apoyaría a Antonio Ingroia?!    
De hecho entre las acusaciones que le han sido hechas se encuentra aquella que concierne su participación en congresos relacionados con los partidos políticos. No sólo considero que hace bien en ir, sino que además subrayo que tanto Giovanni Falcone como Paolo Borsellino participaron de gran cantidad de reuniones organizadas por partidos de derecha (MSI) y de izquierda (PC).  A tal propósito basta con retomar los extremos de las fechas y los lugares que certifican su participación en estos eventos (así como estoy a punto de hacer en una próxima editorial).
Según mi opinión Ingroia dejaría la toga únicamente en el caso en que descubriera que la magistratura ha llegado ya al punto máximo de las investigaciones en la búsqueda de la verdad sobre los atentados de Estado; y por lo tanto en ese caso optaría por seguir esa búsqueda a través de la política.
Magistrados como Ingroia son en todo sentido servidores del Estado-estado, son los mismos que han prometido sobre los ataúdes de los héroes y de los padres de nuestra Patria encontrar la verdad desde el interior de cualquier institución de la cual formaran parte.
Pero de estas “herejías” evidentemente es mejor no hacer mención y dejar bastante espacio a peligrosas e instrumentales polémicas muy útiles a los poderes criminales de nuestro País.
Estoy cada vez más convencido de que Magistratura Democrática persevera en el error, tal como se lee en la Biblia “Errare humanum est, perseverare autem diabolicum”. Jamás olvidaré que en 1988 MD, con el disenso de Giancarlo Caselli (que votó a favor de Giovanni Falcone), pero sostenida por aquel a quien Paolo Borsellino definiera como “Judas”, no aprobó a Falcone como consejero instructor, cargándose una parte de responsabilidad con su muerte.
El sectarismo es el abismo de las religiones, pero deberíamos recordar que es igualmente letal también en los movimientos laicos.

http://www.antimafiaduemila.com/2012101239268/giorgio-bongiovanni/md-contro-ingroia-la-storia-si-ripete.html

http://www.19luglio1992.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6165:-md-contro-ingroia-la-storia-si-ripete-&catid=2:editoriali&Itemid=4