En síntesis (quienes quieran examinar la documentación pueden hacerlo visitando la página de internet que la contiene) no hay ni una sola foto creíble de ninguno de los embarques realizados por los presuntos terroristas islámicos esa mañana en los diferentes aeropuertos de salida.
En realidad las llamadas “pruebas” de los embarques están concentradas solamente en dos vídeos. El primero, en el que se veía el embarque de Mohammed Atta y de Abdul al-Omari, aeropuerto de Portland. El segundo contiene imágenes que “mostrarían” el embarque de 5 secuestradores islámicos en el aeropuerto Dulles International de Washington (el AA77, que posteriormente se estrellaría en el Pentágono). El condicional y el entrecomillado tienen que estar obligatoriamente, como veremos dentro de poco. Y, en todo caso, aquí se termina la documentación oficial. De los otros 12 presuntos secuestradores nunca se presentaron imágenes.

Ahora el panel internacional de expertos (del cual me siento muy honrado de formar parte) llegó a la conclusión de que esas pocas imágenes también son falsas. Por otro lado éstas han sido manipuladas (¿por quién?) de varias maneras y en varios puntos.
Esto vale para Atta y Abdul al-Omari, que aparecen retratados en siete (¡7!)  fotogramas que en la versión del proceso a Zakharias Moussaoui contienen fechas equivocadas y horarios que no corresponden con la versión oficial. Además de las increíbles contradicciones de las diferentes versiones, brindadas por la CIA, el FBI, 9/11 Commission Report. Una de ellas tiene que ver con la historia de las dos maletas que no fueron embarcadas (inexplicablemente) y que fueron encontradas en el aeropuerto Logan de Bóston que contenían importantes documentos que confirmaban la existencia del proyecto de secuestro, además de una especie de confesión por parte de Atta. Y la historia de los dos coches, un Mitsubishi, abandonado por Atta en el estacionamiento de Bóston, y un Nissan, abandonado en el Jetport de Portland.
Resulta ser muy ridículo especialmente el descubrimiento de la confesión de Atta dentro de una maleta que tendría que haber sido embarcada en el avión destinado a estrellarse contra la Torre norte del World Trade Center. Mohammed Atta como mínimo tendría que haber estado borracho para escribir la confesión y luego llevársela consigo a la tumba. Si no hubiera sido que “alguien”, providencialmente, no embarcó precisamente esa maleta, de modo tal que el FBI pudiera encontrarla. El hecho es que toda la historia del viaje de Atta a Portland no tiene ningún fundamento, por donde quiera que se mire¿Os imagináis a alguien que ha organizado el mayor acto terrorista de la historia, se va a Portland, corriendo el gran riesgo de llegar con retraso a la cita con el vuelo fatal que estaba saliendo desde Bóston? Habrían bastado apenas quince minutos de retraso y el 11 de septiembre ni siquiera habría existido. ¿Quién puede creer en algo así? Los guionistas del 11/9 se deben haber confundido un poco.
Esto también es válido (incluso en forma mucho más clamorosa) para el video de los cinco (5) secuestradores del vuelo AA77 (en el que tendría que haber embarcado también la señora Barbara Olson, quien según la versión oficial realizó una llamada telefónica a su esposo quien le hizo la telecrónica de su inminente fin en una telefoneada que duró cero segundos). Ese video salió a la luz recién en el 2004. La Comisión no lo conocía. Ni siquiera el FBI lo conocía. Fue la Associated Press la que lo sacó de la galera, el día anterior a la publicación del informe, luego de haberlo recibido de un estudio de abogados que representaba a algunas de las familias de las víctimas. La veracidad de este video (único, a pesar de que ese aeropuerto estuviese dotado de más de 300 cámaras de video) también es dudosa por varios motivos, que quienes así lo deseen pueden ir a leer en: Point Video-2: Was the Airport Video of the Alleged AA 77 Hijackers Authentic?Official 9/11 Videotaped Evidence.

Pero uno de ellos es clamoroso. Las cámaras de seguridad filman, para economizar espacio, imágenes separadas por un segundo unas de otras. El video, en la parte en la que se ve a los dos terroristas al-Midhar y Moqed, fue filmado a una velocidad muy superior, igual a la de una videograbadora común, es decir a 30 fotogramas por segundo. Lo que indica de forma absolutamente evidente que éste fue insertado posteriormente, es decir que no salió de la cámara de video del aeropuerto Dulles. Además, a diferencia de cualquier video realizado con fines de seguridad, éste no contiene ni la fecha, ni la hora, ni la identificación del lugar que está siendo vigilado. En resumen, no certifica absolutamente nada. Ese video puede haber sido filmado en cualquier momento y en cualquier aeropuerto americano.
Y aquí nos detenemos. Quien quiera realizar un estudio más profundo puede hacerlo. En la página de internet señalada existe incluso la traducción en francés y en castellano. Dentro de poco tiempo  también agregaremos italiano, alemán y holandés. La investigación continúa. Recientemente fue publicado un artículo muy bueno de Paul Craig Roberts, en el aniversario del 11 de septiembre, en el que reproduce su personal e inmediata percepción del significado de lo que ocurrió aquel día. Craig Roberts recuerda lo que lo inquietó en los primeros minutos posteriores al atentado. “Como ex miembro del organismo del Congreso y como funcionario bajo nombramiento presidencial para tareas de alto nivel, tenía acceso a secretos de extrema importancia en términos de seguridad. Con mi cargo de asistente del secretario del tesoro de los Estados Unidos me fueron asignadas determinadas responsabilidades en el FEMA (Federal Emergency Management Agency, ndr.) en caso de ataque nuclear. Había una montaña en la cual poder esconderse que se suponía habría tenido que ser mi punto de referencia en caso de que hubiera un ataque nuclear, en la cual yo habría sido el encargado de asumir el gobierno de los Estados Unidos ante la eventualidad de que ningún dirigente de mayor rango hubiera sobrevivido al ataque. Y cuanto más los medios de comunicación hablaban del hecho del 11/9, más inverosímil se volvía. No es algo creíble el hecho de que no solo la CIA y el FBI hayan fracasado en el objetivo de descubrir el complot que estaba en curso, sino que además las 16 agencias de inteligencia, incluida la National Security Agency, que espía a quien sea alrededor del Planeta, y la Defense Intelligence Agency, el Mossad israelí y las agencias de inteligencia de los aliados de Washington en la OTAN. Simplemente hay demasiados observadores y demasiados  infiltrados en los grupos terroristas para poder aceptar que un ataque de tal complejidad se haya podido realizar sin ser descubierto y haya sido posible llevarlo a cabo sin ser impedido”.

Como se puede entender no estamos frente a la reflexión del último empleado del Departamento de Estado. Él entendió enseguida. Muchos de nosotros, carentes de su experiencia y conocimiento, entendimos un poco después. Muchos otros están entendiendo.
Muchos más aún entenderán. Aunque temo que será tarde.

http://www.ilfattoquotidiano.it/2012/09/15/11-settembre-2001-e-noi-insistiamo/353246/
http://www.antimafiaduemila.com/2012091638881/guerre/11-settembre-2001-e-noi-insistiamo.html