Galañena Hernández, nacido en 1949, fue secuestrado junto a Jesús Cejas Arias el 9 de agosto de 1976 en el barrio de Belgrano, a pocas cuadras de la Embajada de Cuba, y ambos fueron trasladados al centro clandestino de detención Automotores Orletti, una de las sedes del Plan Cóndor, donde fueron torturados y luego desaparecidos.
A35aosdeladesapariciondelosdoscubanosFotowwwtvcamagueyCoCuEl tanque donde fueron hallados el pasado 11 de junio los restos del diplomático cubano fue encontrado casualmente por niños que jugaban en un predio ubicado frente al aeródromo de la localidad bonaerense de San Fernando.
Según el matutino, no es la primera vez que se encuentran en barriles víctimas que pasaron por Orletti.
En 1976 fueron encontrados siete recipientes de este mismo tipo en el canal de San Fernando, que contenían cadáveres y cemento. Los cuerpos fueron enterrados como NN en el cementerio de San Fernando y pudieron ser identificados tiempo después; uno de ellos era Marcelo Gelman, hijo del poeta Juan Gelman.
A mediados del pasado año, el Tribunal Oral Federal número Uno de esta capital condenó a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad al ex general Eduardo Cabanillas, quien fungiera como jefe de Automotores Orletti.
Además, sancionó con 25 años de prisión a los ex agentes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Eduardo Rufo y Honorio Martínez, y con 20 años al ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército Raúl Gulielminetti, apodado “mayor Guastavino”.
Al dictar sentencia condenatoria, la justicia argentina finalmente saldó su deuda con dos diplomáticos cubanos detenidos aquí y desaparecidos durante la última dictadura militar, declaró entonces a Prensa Latina el fiscal Guillermo Friele.
Ya se hizo justicia y estamos muy conformes, pues por primera vez fue reconocido y acreditado el secuestro, las torturas sufridas en el centro clandestino de detención CrescencioGalaenaHernandezFotowwwbohemiaCuAutomotores Orletti, y la desaparición de Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, destacó el letrado.
La historia “Nosotros: Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena, ambos cubanos, nos dirigimos a usted para por este medio comunicar que OtravictimadeAutomoresOrlettiFotowwwprensalatinaCuhemos desertado de la embajada para gozar de la libertad del mundo occidental”, decía la carta que había llegado el 17 de agosto de 1976, a la agencia Associated Press en Buenos Aires.
Venía en un sobre simple, despachada por correo común, sin firma, y adjuntaba las credenciales de los dos citados, que eran diplomáticos cubanos. Desde el 9 de agosto se buscaba a los dos funcionarios de la embajada de Cuba, que habían desaparecido, “presumiblemente secuestrados”, según la prensa argentina.
Associated Press llevó la carta y las credenciales de los diplomáticos a las autoridades, a tiempo de difundir la noticia: horas después la Cancillería argentina certificaba la autenticidad de las credenciales. La dictadura, afirmó no tener nada que ver en el asunto y la carta argumentaba lo obvio: que los cubanos habían desertado y no querían que se supiera su paradero. El asunto fue cerrado sin más.
“La embajada cubana está trabajando en estrecho contacto con el gobierno argentino en la búsqueda de dos miembros de la representación”, afirmaba el 13 de agosto de 1976, el diario La Opinión. “Integrantes ambos del personal administrativos de la embajada cubana no han sido vistos desde que salieron de la embajada el lunes”, agregaba.
Sin embargo la carta enviada a AP, acabó con la búsqueda.
En realidad los cubanos estaban cautivos en Automotores Orletti, epicentro del “Plan Cóndor” en Argentina. Un agente de la CIA Michael Townley y el cubano-estadounidense Guillermo Novo Sampoll, viajaron expresamente a Buenos Aires para interrogarlos. Townley se hizo conocido por matar en Washington al canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier.
Fuente:La Red 21