Y dentro de esta responsabilidad que había asumido desde muy joven, esta la de denunciar a los criminales que azotaban el departamento de Canindeyu y San Pedro, en especial la región de Capiibary, en Paraguay.

           Haciendo un breve  recuento de lo sucedido  entre el 2001 y 2012, en relación al avance del crimen organizado y su contra cara de la lucha antimafia, evidentemente puedo decir que hasta ahora van ganando los mafiosos. A principios de este siglo el Paraguay simplemente era una ruta. Un puente para el tráfico de cocaína, heroína y otras drogas. Hoy,  los varones de la droga  se han establecido con sus soldados asesinos no solo en las fronteras del país como Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este y Capitán Bado, sino incluso ciudades otrora tranquilas, como Curuguaty y Saltos del Guairá, ubicadas dentro del departamento de Canindeyú. Estas ciudades se han convertido en zonas estratégicas  para las asociaciones criminales, quienes han montado su centro de operaciones en esos lugares, proliferando desde entonces múltiples asesinatos por ajuste de cuentas.

           Salvador Medina a pesar que ya paso más de una década de tu asesinato  los males por los cuales diste tu vida siguen vigentes en el país, e incluso podemos afirmar que se han robustecido ante el consentimiento de las mayorías, porque nos hemos quedado callados y tibios ante el empuje   del crimen organizado, que  se ha ramificado y penetrado en todos los sectores de la sociedad, sean partidos políticos, organizaciones gremiales, civiles,  religiosas o medios de comunicacion. Todos, convertidos en instrumentos de legitimación de sus crímenes, que no solo ya alcanzan a las personas  sino tambien a las  comunidades, hasta llegar a dañar a la sociedad entera.

          Salvador Medina, el crimen y la impunidad se han acentuado en el Paraguay, en la ultima década. Males contra los cuales tu combatías, hasta ofrendar tu vida para cambiar esta situación.

          Salvador Medina, ahora existen hombres y mujeres en nuestro país que están dispuestos a seguir las huellas que dejaste. Existen aun jóvenes y adultos idealistas, y con  coraje  para denunciar y desenmascarar  a los mafiosos como lo hacías tu, porque no has muerto. Tus ideas no morirán jamás, porque caminan a traves de nuestras piernas, y te has convertido en un modelo de vida a imitar.

         Salvador Medina, antes, en forma solitaria, tuviste que enfrentarte al pulpo de la corrupción. Al crimen organizado, que ya no se dedica solamente al tráfico de drogas, de armas, de maderas y de vehículos, sino que también a los agro-negocios, con sus cultivos extensivos de soja, con la utilización sin limites de agroquímicos que han contaminado gran parte de nuestros suelos, aguas y bosques, atentando contra la fauna, y por ende contra la salud y la calidad de vida de nuestra  gente. Son industriales de la muerte que producen cigarrillos y bebidas alcohólicas que si bien son drogas legales han causado ya miles de muertos directa e indirectamente en nuestro país, pues la mayoría de las victimas en los  accidentes de tránsito lo fueron a consecuencia de la ingesta excesiva de alcohol.

 Salvador Medina, no es casualidad entonces,  que un empresario dedicado a la producción de cigarrillos como HORACIO CARTES, con una reputación similar a la que tiene Silvio Berlusconni en Italia, haya alcanzado tanta preponderancia en la gente,  con la cobertura y el apoyo de la mayoría de los principales medios de información que han hecho de su figura un gran señor de la sociedad. Un político novel que puede llevar al país al desarrollo, pero sin importarles averiguar el origen de sus bienes- ya que a pesar que  algunos investigadores lo han vinculado a actividades ilícitas como el tráfico de drogas y el lavado de dinero, lo consideran un hombre de trabajo y serio. Un  personaje que ha fundado su movimiento político con el terrible y engañoso nombre de “ Honor  Colorado”.            

       Salvador Medina, toda esta situación nos lleva a  sostener que la cultura mafiosa se ha globalizado. Pero lo mas grave es que en el Paraguay  se esta  consolidando un crimen organizado, tal como lo definiera brillantemente Carlo Marino  en uno de sus libros al referirse a la mafia: ”No se trata simplemente de una asociación criminal, sino de una estructura de poder, con una extraordinaria cantidad de ramificaciones en la sociedad civil y el Estado”.  

       Es decir, a solo once años de tu muerte, Salvador Medina, las mafias y el crimen organizado en el Paraguay  se han diversificado y adquirido tanta sofisticación , que ya no es tan fácil  distinguirlos y mucho menos combatirlos, pues ya no solo lo encontramos en las actividades comunes, y marginales que realizan las bandas armadas de traficantes de drogas, de armas,  de secuestradores, contrabandistas etc., sino también en las actividades legales que realizan empresarios, industriales, ganaderos y banqueros, cuyas fortunas tienen un origen malhabido, ya que se enriquecieron durante el gobierno de la dictadura de Stroessner, por medio de la evasión de impuestos, de grandes contrabandos y de negociados en la construcción de obras públicas.

       Es por eso que los paraguayos que hemos tenido el privilegio de contar con un trabajo, de acceder a estudios secundarios y universitarios, de tener una familia estable,  tenemos  una gran deuda  con los marginados, pero en especial contigo,  Salvador Medina, que fuiste un periodista comprometido y sobre todo un guerrero de la justicia que no dudo en entregar su vida para cambiar la sociedad en la que vivimos.
     
       Salvador Medina, si realmente queremos reivindicarte, debemos dar todo de si y luchar contra las mafias, el crimen organizado y la corrupción; y siempre debemos actuar a favor de la vida y de la justicia, porque si asi no lo hiciéramos, el pueblo y sobre todo Dios nos pedira cuentas.