
Según apuntó Víctor Abramovich, el director del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, esta “coordinación represiva” que sufrieron todos los países que hoy integran el bloque constituye “un pasado común que de alguna manera sirve para construir identidades colectivas”.
En ese sentido, para el Mercosur, “un mercado común que está llamado a ser una comunidad política”, será clave “recuperar esa memoria colectiva” a través de la creación de una comisión de derechos humanos.
“Al construir esta memoria hay que partir de la base de que la represión no se limitó a violar derechos civiles y políticos, sino que buscó disciplinar a los movimientos políticos de avance social”, añadió Abramovich.

Por su parte, el representante de la organización argentina HIJOS de descendientes de desaparecidos, Agustín Centrangelo, apuntó que el trabajo en común en el Mercosur y compartir experiencias tanto testimoniales como metodológicas servirá de “arrastre” hacia la verdad.
Del mismo modo se expresó Álvaro Rico, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República de Uruguay, para quien el “carácter regional” de la represión obliga a buscar mecanismos que permitan el seguimiento de los procesos judiciales en todo el Mercosur y a construir observatorios que permitan acceder a la información actualizada.
Las conclusiones de la Cumbre Social del Mercosur, que se extenderá hasta el lunes, serán comunicadas para su consideración a los presidentes del bloque regional, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Además de la discusión sobre los derechos humanos, la Cumbre Social también debatirá y propondrá soluciones en asuntos tales como las migraciones, los jóvenes, los colectivos de homosexuales, la educación, los discapacitados o el voluntariado social, entre otros.
Fuente: La Republica