En concreto, nuestra profesión nos da de bruces con los pro y los contra de la vida política y social de un país o del mundo. Así se conforma nuestra dinámica profesional. Asumiendo todas esas cuestiones. Y de pronto, así  inesperadamente, como una noticia de último momento, nuestra dinámica  profesional  y nuestra rutina personal se ve alterada por un desatino ajeno a nuestra voluntad. Es cuando advertimos que no estamos inmunizados contra el mal. Es cuando advertimos que nuestra manera de ser, como profesionales, a veces nos acarrea más inconvenientes que logros o satisfacciones. Podemos decir que algo así le ocurrió a uno de nuestros redactores (de AntimafiaDosmil) Javier Toledo, quien es  además un muy querido amigo personal. Un profesional que integra el equipo periodístico de una radio capitalina y que además, un buen día tuvo la oportuna idea de involucrarse en mente y alma, con el mundo de la web creando una página, inédita, muy profesional, muy plural y particularmente muy dinámica. La llamó “Uruguay Al Día” y está allí, colgada como la nuestra en el mundo de la cibernética, a disposición de todos los uruguayos.

Pero tal parece que no todos los uruguayos lo recibieron con los brazos abiertos. Porque no hace mucho mi amigo recibió una noticia por cierto nada agradable. Noticia que me siento con la obligación de hacerla publica, tal como lo hizo uno de los columnistas de su sitio web.

En efecto , Alberto Bustelo, en uno de sus escritos titulado “Literatura Fantástica” primero dijo “Un joven periodista uruguayo se pone en la no fácil tarea de crear un sitio en el mundo cibernético donde funcionará un periódico virtual, en el que la gente pueda expresar sus ideas, noticias de interés general, opiniones sobre diferentes cosas que hacen a la vida diaria de los que andamos viviendo por esta parte del mundo. Le busca un nombre y luego de pensarlo mucho, bautiza su proyecto, su sueño y su diario como Uruguay al Día..…Todo bien. Hay gente  que busca información en URUGUAY AL DIA porque le gusta y gente que no la busca, porque prefiere otros medios. Como dije antes, todo bien…`pero no tanto” y después agregó “..un día Javier, ese es el nombre del joven soñador, recibe una notificación en la que se le informa del inicio de una demanda presentada por una empresa que dice ser la propietaria de la palabra URUGUAY , como marca registrada. Parece ser que se lo acusa a Javier de haber robado la marca URUGUAY y que la desfiguró al agregarle AL DIA (¡ ¡Grande…si me lo cuentan no lo creo!!). Así las cosas, Javier preocupado por su periódico, quienes escribimos en URUGUAY AL DIA preocupado por Javier…y más. Si esta demandase extiende, lo hará como la recordada peste negra que asolaba Europa según leímos en las novelas, y mucho tendrá que cambiar. Fíjense que Forlán no podrá decir que es jugador de la selección de URUGUAY , tendrá que decir que es jugador de la selección Charrúa (mientras no venga un abogado a informarle que el descendiente del último cacique le iniciará una demanda porque CHARRUA lo tiene como marca registrada. ¿Y qué pasará  con el señor Presidente Mujica?¿ Podrá seguir figurando como Presidente de la República Oriental del Uruguay, si hay alguien que registró como marca el nombre del país?¿Y las agencias de viaje?¿Cómo harán para vender pasajes a Uruguay?. Realmente es para reir, no para llorar”

El amigo Bustelo (a quien de atrevido apelé a su texto, para situar al lector sobre este tema) fue muy claro. Muy preciso. Muy oportuno. Y seguramente por educado, no fue más incisivo. Yo personalmente, y va por la mía, agregaría que todo este tema, por excelencia resulta ser muy indignante.

¿Qué criterios utilizó esa empresa para iniciar esa demanda? No encaja en lógica alguna. Y hasta me huele todo a una suerte de ataque al periodismo: al derecho de informar y a la libertad de expresión. ¿Una muy burda maniobra jurídica  para entorpecer  “inescrupulosamente” el diario trabajo de informar?.

Javier Toledo, es un profesional entregado a su vocación. Un profesional que silenciosamente, con  prolijidad, tesón y el entusiasmo inherente al comunicador de este siglo, adoptó la modalidad web para servir a la sociedad. Con mucho sacrificio, por cierto. Y con la esperanza de crecer humana y profesionalmente, en un  emprendimiento adecuado y óptimo. Sin imaginar, que pocos años después, esa aventura de tener sobre sus espaldas  un periódico virtual, le acarrearía un problema de aquellos y de matices en extremo sorprendentes.

Una aventura de comunicación moderna que ahora está expuesta a un reclamo de neto corte jurídico y que no creo que tenga asidero alguno para justificar que la misma siga su curso. Creemos, desde la redacción uruguaya de Antimafiadosmil que en algún momento la iniciativa de esa empresa deberá (o habrá) de caerse por su propio peso. Es de esperar que eso ocurra porque de no ser así, haremos una campaña pública a favor de URUGUAY AL DIA, sencillamente por dos motivos: primero porque nuestro amigo y colega, y compañero de labor de esta web de comunicación, no merece un desplante de esta naturaleza, y segundo, porque no es admisible –bajo ningún concepto- que los tentáculos de semejante intolerancia  se extiendan sobre personas que día a día, con su profesión, no hacen otra cosa que construir una sociedad en la que expresarse libremente forma parte de nuestra democracia y de nuestra libertad.

Lamentablemente esa libertad también nos implica esta situación. Pero hay límites y criterios, y coherencia. Tres aspectos que no parecerían estar contemplados en la demanda iniciada. Lamentable. Muy lamentable y hasta hostil, que se haya pensado que el director de URUGUAY AL DIA haya querido robar la marca a una empresa privada. Un pensamiento Inverosímil desde todo punto de vista.  Es un hecho que hay alguien que no quiere que el URUGUAY ESTE AL DIA. Me indigna, y mucho, porque en definitiva pensando como el demandante se atenta contra un medio de prensa de nuestro país y contra un profesional hecho y derecho.