
Los jóvenes, que caminaron por varias cuadras hasta llegar a la sede del Congreso, asumieron la voz de una protesta poco usual en la capital federal, tras los escándalos de corrupción que forzaron la salida de tres ministros en dos meses, y que también salpica al Legislativo, en un momento difícil para el gobierno de Rousseff.
Las autoridades ordenaron cercar la Cámara de Senadores por precaución, pero la marcha de desarrolló de forma pacífica.
Los hechos más relevantes se sucedieron cuando algunos participantes arrojaron agua a la Policía, pero no pasó a mayores ya que se trataron de hechos aislados.
Corrupción. "Allá están felices celebrando la independencia, pero nosotros queremos liberarnos ahora de la corrupción", dijo Flavia Rocha, una estudiante de maestría en Comunicación de 29 años.
Los manifestantes se movilizaron vestidos de negro y con carteles alusivos al caso de la diputada Jacqueline Roriz, detonante de las protestas anticorrupción que coinciden con un momento de esplendor económico del gigante sudamericano.
Roriz, de un partido de oposición, fue absuelta por la Cámara de Diputados en un proceso para revocar su mandato. La dirigente enfrentaba la destitución debido a un video que la muestra recibiendo, en 2006, dinero de un político acusado de corrupción.
"La patria amada está de luto", "la corrupción es el cáncer de Brasil", "Dilma haga la limpieza", señalaban los carteles que portaban los jóvenes.

Los manifestantes, portando banderas y pancartas, intentaron acercarse a la calle en donde se desarrolló la marcha por la Independencia de Brasil, con la presencia de Rousseff, pero no lo lograron.
Apoyo. El movimiento cuenta con el respaldo de organizaciones como la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y el Colegio de Abogados de Brasil (OAB), que cedió el trío eléctrico para manifestarse desde la catedral hacia el Congreso.

"El gobierno también ha sido un activista importante para que la apropiación indebida de fondos públicos sea investigada, sea atacada. No tiene vergüenza. Por el contrario, refuerza la política que el gobierno ha tenido en los últimos años para combatir la corrupción", dijo.
Lucha. En diciembre, los organizadores de la protesta pretenden realizar una carrera contra la corrupción en Brasilia. Entre las acciones programadas también se encuentra la de presionar al Tribunal Supremo Federal para mantener la Ley de Antecedentes Penales a la hora de los juicios.
"Vamos a dar un grito de basta a la corrupción. ¡El lugar de un político corrupto es la cárcel! Vamos a hacer ruido para que nos escuche esa escoria que nos representa. No tenemos ninguna conexión con ningún partido", se escuchaba desde los altavoces de un camión.
Rousseff, en el poder desde enero y la primera mujer en ocupar la Presidencia de Brasil, renovó su compromiso "permanente e inquebrantable" contra la corrupción, en un discurso a la nación el martes con motivo del 179 aniversario de la independencia.
"Apoyamos cualquier acto contra la corrupción, venga de donde venga, solo esperamos que el gobierno de Dilma haga la limpieza que los brasileños esperan", dijo un manifestante.
25.000 Son las personas, según estimaciones de la Policía, que participaron en la marcha contra la corrupción; la mayoría eran jóvenes.
179 Son los años de Independencia que festejó Brasil, en medio de la polémica por varios ministros destituidos por corrupción.
Fuente: El País/Oglobo/GDA/AFP