
La cicatriz de un balazo en el pecho de Eduardo y su golpeado brazo derecho que cuelga sin fuerzas son signos de la violencia que envuelve a


El conflicto político agrava esos problemas. Se terminaron las guerras civiles que desgarraron a Centroamérica en los `70 y `80, entre dictaduras respaldadas por EE.UU. y guerrillas respaldadas por la Unión Soviética y Cuba. Pero, permanece una paralizante polarización de derecha e izquierda. En 2009, el presidente de Honduras fue víctima de un golpe de Estado promovido por los temores -o paranoia- sobre sus vínculos con Hugo Chávez. Este año, habrá una agria elección en Guatemala y una dudosa en Nicaragua, donde Daniel Ortega buscará el tercer mandato en violación de la Constitución.
Centroamérica se ve lanzada a la primera línea del comercio de drogas y víctima de las grandes organizaciones criminales. Casi toda la cocaína del mundo es producida en Colombia, Perú y Bolivia. El mayor consumidor es EE.UU., donde el precio de un kilo de la sustancia, aun lleno de impurezas, comienza en US$ 12.500. La ruta al mercado pasaba por Colombia hacia la punta del estado de Florida y a lo largo del Caribe. Pero, la Guardia Costera de EE.UU. cerró ese corredor a comienzos de los `90, por lo que los cargamentos cambiaron a la costa de México en el Pacífico. Ahora, México también ha incrementado la presión sobre los traficantes, al igual que lo hizo Colombia en el Sur.
Nuevas vías

El impacto ha sido letal. La tasa de homicidios en Guatemala se duplicó en la última década. El gobierno estima que alrededor de dos quintos de los asesinatos están vinculados al negocio de las drogas. Hasta Panamá, mucho más rico que varios países centroamericanos y un lugar favorito para el retiro de los ricos, ha visto casi duplicarse su tasa de homicidios, en los últimos tres años.
Así como usan a Centroamérica como corredor, los traficantes trasladan más operaciones hacia allí. "Pasamos por una fase, en la que cometimos el error de vernos a nosotros mismos como un centro de pasaje de los suministros, por lo que solo teníamos que hacer la interdicción. Eso no es suficiente. En Centroamérica se producen, procesan y consumen drogas,", dice la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. En marzo, ante la sorpresa oficial, lo que pareció una planta procesadora de cocaína mexicana fue descubierta en Honduras.
Así como cobra vidas, la inseguridad también conlleva un alto costo económico. En total, enfrentar el crimen y la violencia cuesta a Centroamérica alrededor del 8% de su PIB, de acuerdo con un informe que difundió, este mes, el Banco Mundial. En los países más violentos, reducir la tasa de asesinatos en el 10% podría levantar el crecimiento per cápita hasta 1% por año. Los costos relacionados con la seguridad equivalen al 4% de las ventas de los negocios

En el triángulo Norte, la debilidad de la acción policial y las extensiones agrestes crean el ambiente perfecto al crimen organizado. El Petén, una amplia región selvática con escasa población, en el Norte de Guatemala, se ha convertido en la zona de aterrizaje de vuelos clandestinos desde Colombia y Venezuela. En el parque nacional Laguna del Tigre, hay un "cementerio" con más de 30 aviones livianos destruidos que fueron utilizados para transportar cocaína. (El negocio de las drogas es tan redituable que los aviones son considerados descartables). Algunos lugareños son pagados por los narcos para mantener las pistas de aterrizaje abiertas.
El gobierno carece de los recursos para vigilar esa zona. Bajo el acuerdo de paz de 1996 que terminó con la guerra de guerrillas, se suponía que el país tenía que reducir el Ejército y ampliar la Policía. Solo ocurrió lo primero. El Ejército fue reducido en dos tercios, pero la fuerza policial de 25.500 hombres, es menos de la mitad de lo que se necesita, dice el ministro del Interior, Carlos Menocal. El año pasado, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom declaró el Estado de Emergencia en el departamento norteño de Alta Verapaz y envió al Ejército. Sostiene que desde entonces solo aterrizaron dos vuelos con drogas, mientras que "antes era como un aeropuerto internacional".
El Estado de Emergencia fue levantado en Guatemala en febrero. Pero, Colom reconoce que todavía hay cuatro zonas del país donde los barones de la droga tienen "control temporario". Necesitaría 10.000 soldados más y 15.000 policías adicionales para recuperarlas, indica.
Sin fuerza militar y en plena crisis

La delincuencia organizada se alimenta de otras debilidades de Centroamérica. En varios países, las debilidades comienzan en la economía, que ha tenido como base la exportación de café y otras cosechas. En los `90, inversores extranjeros establecieron plantas textiles para suministrar al mercado de EE.UU. Sin embargo, el ingreso per cápita en el triángulo Norte, más Nicaragua, creció 1,6% por año entre 1995 y 2009, apenas por encima del promedio latinoamericano de 1,5%. Los vínculos de Centroamérica con EE.UU. significaron que fuera duramente afectada por la recesión. También depende de la importación de petróleo y alimentos. Y a medida que crecieron los precios de las commodities, también lo hizo la pobreza.
Fuente: The Economist