"Un grupo de negocios delincuencial tomó el poder y puede contar hoy por hoy con una mayoría parlamentaria tan corrupta que estaría dispuesta a votar que los burros vuelan, si el Jefe se los pidiera", prosigue el artículo.

Es por ello que lo que el crítico propone es que "desde arriba" se "instaure lo que llamaría un normal 'estado de emergencia'" con el apoyo de "los carabineros y la Policía de Estado", que "suspenda todas las inmunidades parlamentarias, devuelva a la magistratura su capacidad de acción, establezca con su autoridad nuevas reglas electorales" y "remueva las causas de la afirmación y supervivencia de esta lobby de negocios delincuenciales".

"Lo que nos dicen es que como él, Berlusconi, idiotizó a los italianos con sus televisiones, como con los votos no creen estar en grado de ganarle en las elecciones, como en el Parlamento no hay una mayoría alternativa hay que hacer algo extrainstitucional un golpe con carabineros y Policía, que venga desde arriba y contra el bajo pueblo incapaz de comprender las cosas: un golpe de las élites, un golpe favorecido por los intelectuales", expresó Ferrara. A las críticas de los oficialistas se sumaron durante el día de hoy las de la mayor parte de la oposición.
Walter Veltroni, del Partido Democrático (PD), ex alcalde de Roma y ex candidato a primer ministro como adversario de Berlusconi en las últimas elecciones legislativas, sostuvo que la de Asor Rosa "es una posición absurda, inaceptable" ya que "no se puede defender la democracia suspendiendo la democracia".
"Lamentablemente, esto es el fruto de la radicalización del debate político: cuantas más iniciativas discutibles propone el gobierno, más crece esta radicalización", apuntó Veltroni, según el cual "el gran riesgo que corre nuestro país es terminar en una mezcla de radicalización e inmovilismo".

A la izquierda del PD, sin embargo, algunos dirigentes demostraron simpatía por el artículo de Asor Rosa, aunque con matices diversos. Orazio Licandro, del Partido de los Comunistas Italianos, explicó que "aunque no auspiciamos un gobierno de carabineros y magistrados, estamos de acuerdo con Asor Rosa en su análisis" y propuso que todos los legisladores de izquierda dimitan a sus cargos, para forzar el presidente de la República, Giorgio Napolitano, a "disolver un Parlamento que está en manos de una minoría que deja pudrir el país, a beneficio de unos pocos imputados".
Marco Ferrando, líder del Partido Comunista de los Trabajadores, sostuvo que "queda confirmado que hacer lo que hicieron en Túnez y en Egipto se confirma como la única vía de salida de la crisis política e institucional italiana".