18miljaponfoto1La policía informó que los muertos son más de 9.300 y casi 13.800 personas siguen desaparecidas. La cifra total podría exceder los 18.000 muertos.
Mientras tanto, los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima se esforzaban por enfriar las dañadas instalaciones después de varios incendios y explosiones. Y en Tokio, el nivel de radiactividad en el agua potable duplicaba el límite aceptable para el consumo de los infantes.
Un vocero policial de Miyagi, una de las prefecturas más devastadas, calculó que las muertes ascenderán a 15.000 sólo en esa región. La policía en otras áreas destruidas se abstuvieron a hacer estimaciones, pero dijeron que los números confirmados en esas áreas son de casi 3.700.
18miljapofoto2La Agencia Nacional de Policía indicó que el número total de cadáveres recogidos hasta el momento asciende a los 9.301 personas, mientras que los desaparecidos son 13.786.
Conforme escasean los suministros de combustible y de hielo, las autoridades 18miljaponfoto3han abandonado las tradicionales cremaciones a fin de realizar rápidos y sencillas ceremonias fúnebres en una demostración de pragmatismo. Algunos son enterrados en féretros sencillos de tripley y otros en bolsas plásticas, por no haber tiempo para fabricar más féretros. Los restos será exhumados una vez que haya mayor capacidad de crematorios en servicio, les dijerons las autoridades a los familiares de las víctimas.
18miljaponfoto4En Higashimatsushima, en la prefectura de Miyagi, 320 kilómetros (200 millas) al noreste de Tokio, los soldados colocaban los féretros de tripley en fosas cavadas en el suelo, saludando los restos uno a uno, mientras los familiares observaba a cierta distancia, mientras se oía el ruido de los helicópteros de rato en rato.
La crisis nuclear ha complicado la respuesta del gobierno al catastrófico terremoto y maremoto que ha arrasado las aldeas del litoral nororiental del Japón.
18miljaponfoto5Cientos de miles de habitantes seguían desamparados. Los refugios seguían operando en escuelas, gimnasios y otros edificios de la comunidad en el nororiente estaban colmados de sobrevivientes, muchos de ellos ancianos que padecían después de días sin calefacción, medicamentos y alimentos calientes.
Fuente:AP