Viernes 29 Marzo 2024

padrepmUN NO ROTUNDO A LA MAFIA Y A LA CORRUPCIÓN

Dan sentida sepultura a los restos del periodista Pablo Medina, en Capiibary,su tierra natal
Por Jorge Figueredo - 18 de Octubre de 20014
En horas  de la tarde del pasado 17 de octubre, en su tierra natal Capiibary, fueron sepultados los restos del periodista antimafia Pablo Medina. En la oportunidad estuvieron presentes, acompañándolo a su última morada,  una gran cantidad de personas: estudiantes, periodistas, familiares, amigos, y ciudadanos. Todos fueron a la casa de sus padres, ubicada sobre la calle 1 de Marzo, a tres kilómetros aproximadamente del casco urbano de la ciudad, para decirle el último adiós ya que han valorado el trabajo desempeñado por Pablo,  contra la mafia y la corrupción.
 

Estuvimos con familiares del periodista antimafia, como su padre, don Pablo Medina. A  pesar del dolor que siente,  ya que Pablo es el tercer hijo  que es asesinado por la mafia (el primero fue el periodista Salvador Medina, el 5 de enero de 2001 y el segundo Salomon Medina, el 16 de diciembre de 2002) dijo que  por tratarse del hermano mayor siempre ha sostenido física y moralmente a toda la familia. El papá de Pablo se mostró en todo momento  sereno, amable y hasta  jovial con nosotros.
Se notaba en su semblante una profunda  tristeza, y al mismo tiempo una alegría interior, un enorme orgullo, porque su amado Pablo había muerto cumpliendo con el deber de escribir la verdad, denunciando a los criminales. También saludamos y abrazamos a la madre, Doña Antonia Almada de Medina quien sollozando nos dijo en el idioma guaraní “¿Quiénes son aquellos tan malvados que asesinaron a mi hijo?”

Pudimos conocer al hijo de Salvador Medina, el joven Juan Martinez, de 14 años, quién tenía 6 meses cuando Salvador falleció y ambos nunca se conocieron. Actualmente él vive con sus abuelos, en la Ciudad de Capiibary.
   

Conversamos también con el periodista Alberto Nuñez, corresponsal del diario Crónica en la zona, quien nos manifestó que también ha recibido constantes amenazas de muerte de parte de la mafia y que había compartido en vida con Pablo muchas informaciones y coberturas de trabajos relacionados con el crimen organizado en la zona. Nos relató las constantes penurias vividas por los comunicadores en zonas de frontera, y que incluso su propio medio de comunicación, muy poco lo ha apoyado, al extremo que en varias oportunidades quisieron despedirlo  y que solo gracias al apoyo del Sindicato de Periodistas del Paraguay esto no se ha concretado. Le manifestamos nuestra solidaridad como Revista Antimafia anunciándole que cuente con nosotros para apoyarlo en la lucha contra la mafia.

Posteriormente, alrededor de las 16:00 hs. el ataúd fue trasladado a la parroquia María Auxiliadora de Capiibary, donde el párroco, Pbro. Juan Carlos Palacios, celebró una misa de cuerpo presente para después realizar la ceremonia de inhumación en el camposanto local. En su homilía, el Padre Palacios manifestó “ Nunca esperaba despedir a Pablo Medina de esta manera”. Aseguró que “la mafia, la corrupción, el crimen organizado, el rollotráfico, el narcotráfico, los agrótoxicos siguen matando a los pobres y a las personas que como Pablo los denuncia y los desenmascara”. El religioso afirmó “Como alguien había escrito en las redes sociales, la muerte de Pablo Medina fue como una crónica de una muerte anunciada. Callaron la voz y la pluma de Pablo pero no podrán callar la voz de la gente honesta que sueña con un país mejor, un Capiibary y Curuguaty donde exista Justicia. Somos muchas más las personas que pensamos de esa manera”. Y cuestionó, interpelándose a si mismo, y a todos los presentes ¿Por qué nos callamos? ¿Por qué no decimos nada? ¿Por qué, como si fuera una sola golondrina, Pablo y otros que siguen denunciando a la mafia y la corrupción y el resto, nos callamos? ¿Será complicidad? ¿Será miedo?, o simplemente ¿será nuestra cobardía?  Nos causa indignación porque la mafia, la corrupción, el tráfico de rollos, los agro-tóxicos y la marihuana nos siguen ganando, nos siguen quitándonos a nuestros seres queridos; nos siguen quitando la vida de nuestra gente pobre y humilde”.
 
Finalmente, con vehemencia, el Padre Juan Carlos manifestó “Debemos unirnos todos los ciudadanos honestos; les pido a los policías honestos, a los fiscales honestos, a las autoridades honestas que nos unamos, y que sigamos el ejemplo de Pablo de denunciar a la mafia y a la corrupción. Solo así tendremos el país que soñamos y no volveremos a lamentar este tipo de muertes, ya que es la tercera vez que matan a hijos de una misma familia, la familia Medina. Les pido que gritemos con fuerza un No rotundo a la mafia y a la corrupción”.