Jueves 28 Marzo 2024

Foto1SalaBunquerdelaprisiondeUcciardoneenPalermoenladecadadel80FotoLunitaInCronacaSALA BUNQUER DE UCCIARDONE

   Por Jean Georges Almendras (Enviado Especial-AntimafiaDosMil-Uruguay, en Palermo,Sicilia)
Julio 2014         

Si miramos el pasado palermitano, hablando de mafia, habrìa mucho por decir. Sus mismas calles tambièn nos dicen bastante. Las placas recordatorias del tendal de muertos que dejò Cosa Nostra en tantos años dan cuenta de la huella del mal, en cada barrio, en cada plaza, en cada rincòn. Pero hay un lugar en particular que resulta interesante, por muchas razones. Un lugar, emblemàtico desde diferentes puntos de vista. Un lugar que recuerda las luchas antimafiosas del pasado y un lugar que representa  las luchas antimafiosas del presente, en los estrados judiciales. Un escenario inamovible. Un escenario frìvolo. Si acaso solemne. Si Foto01Ano1992seconfirmanlasacusacionesdelmaxiprocesoFotowwwEcoravItacaso burocràtico Un campo de batalla que fue furor mediàtico en la dècada del 80. Y hoy tambièn. Estoy hablando de la Sala Bunquer de la càrcel de Ucciadorne, ubicada en las entrañas mismas de Palermo, cercano a la costa. Ayer, el escenario por el que desfilaron los mafiosos acusados por la Corte de Assisse, despuès de haberse cumplido las etapas de instrucciòn judicial llevadas adelante por el històrico magistrado Giovanni Falcone, dando origen al el maxi proceso. Hoy, el escenario en el que se llevan adelante las audiencias relacionadas con las investigaciones en torno a la tratativa Estado-Mafia, donde el protagonista es el Fiscal Nino Di Matteo y otros fiscales que lo secundan. El destino marcado para una edificaciòn que tuvo el privilegio de no perderse en el tiempo.. De no ser devorada por las telarañas del pasado. Sino todo lo contrario. De ser parte del presente. De estar viva. De estar activa. Util aùn para albergar los fantasmas de Cosa Nostra y los fantasmas de la justicia.


Toda prisiòn, por si misma, encierra una particular atracciòn cuando se refiere a la problemàtica humana en una sociedad organizada y democràtica. Pero en este caso especìfico  nos concierne exclusivamente la Sala Bunquer de audiencias que se construyò especialmente para el maxi proceso del año 1986, en un predio perteneciente a la  estructura carcelaria allì existente.


Foto03TomassoBussetaextraditadoaItaliaparaelmaxiprocesoFotoPicoditrapaniAltervistaOrgLa prensa mundial oportunamente se ocupò de presentarla en sociedad. Por aquellos dìas difìciles. Eran los dìas en que el juez Giovanni Falcone estaba concentrando toda su logìstica y su baterìa jurìdica para dar un paso trascendental e històrico en la lucha antimafiosa, tal como lo hizo su amigo y colega Paolo Borsellino. Pero Falcone, que fue el precursor de aquel sublime momento del maxi proceso, no tuvo la oportunidad de ser su maestro de ceremonias, tarea que le correspondiò al Fiscal del momento y a  los integrantes del Tribunal de la Corte. Pero aùn con Falcone ausente en ese recinto (porque la legislaciòn asì lo determinaba) el espìritu de su obra se percibìa perfectamente. Se sentìa. Se disfrutaba. Y los medios de comunicaciòn se ocuparon de divulgarlo por todo el mundo.


El maxi proceso comenzò exactamente el 10 de febrero de 1986. Fue una jornada històrica. Màs de 600 periodistas fueron acreditados por las autoridades de la època. El edificio fue literalmente fortificado, blindado, a prueba de misiles. Fuerzas del ejèrcito y de carabineros, con armanento de guerra y blindados  artillados rodearon toda la estructura, No era para menos, en su interior estarìan unos 474 mafiosos, entre rejas. Obviamente el clima serìa tenso.


Los noticieros de televisiòn difundieron al mundo entero cada una de las audiencias. Habitantes de fuera y dentro de Italia fueron testigos de las intervenciones del Fiscal y del presidente del Tribunal, siguiendo al pie de la letra las acusaciones delineadas tras las investigaciones de Falcone, El juez que años despuès pagarìa con su vida haber llegado a ese punto. Un punto caliente en el que las màscaras de Cosa Nostra comenzaron a caerse, pùblicamente. Tanto fue asì, que los principales “hombres de honor”, de la organizaciòn criminal mas poderosa del mundo desfilaron por los estrados de la Sala Bùnquer de Ucciardone, literalmente acorralados por el cùmulo de pruebas que Falcone pacientemente habìa reunido. Pero uno de los principales aliados de tan trascendental paso dado por el magistrado, fue un mafioso de renombre que  decidiò dar su testimonio, causando una verdadera tormenta (hoy dirìamos un verdadero tsunami) en al ambiente mafioso. Tomasso Buscetta, en calidad de arrepentido, confidenciò a Falcone pelos y señales de Cosa Nostra. Y el Tribunal,  y el mundo entero, en la sala bunquer de Ucciardone, conocieron las particularidades de la organizaciòn criminal y los rostros de sus integrantes.


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Si bien en este caso no es nuestro interès la convivencia de los reclusos, ni los detalles de la vida mafiosa intra muros , sì nos conciene la Sala Bunquer adjunta  a la prisiòn de Ucciardone. Pero vayamos por partes, paso a paso, para situarnos en la època y en el momento. Como fue la vida en  la prision durante el maxi proceso?  Ucciardone es un monstruo fortificado. No debemos olvidarnos que se trata de  un establecimiento de reclusiòn, ubicado en el corazòn de Palermo. Una prisiòn, donde  mafiosos de Cosa Nostra y delincuentes comunes convivieron siempre, y hoy tambièn. Y en esos tiempos, si bien la vida carcelaria se alterò, no hubo noticias de dificultades. Todos los privados de su libertad acusaron recibo del clima reinante. Pero no se registraron desòrdenes .No hubo motines. No hubo incidentes, ni demostraciones de los presos, que hubieran hecho temer un caos en los celdarios. Durante al maxi proceso, la poblaciòn carcelaria viviò una tensa calma. Y no hubo  atentados de ninguna naturaleza contra el establecimiento. Pero Palermo, toda la isla de Sicilia y el mundo entero siguieron  minuto a minuto el maxi proceso. Hoy, basta con mirar los documentales de la època, de la televisiòn extranjera y de la RAIDUE, y los registros que se hallan en You Toube para tener una idea de todo lo que se viviò por aquellos dìas.


La Sala Bunquer de audiencias de Ucciardone tiene varios accesos, una vez que el visitante cruza un enrejado que comunica a una calle de Palermo. Cada uno de ellos con puertas blindadas, a prueba de balas y con los respectivos controles  a cargo de guardias òptimamente preparados para cualquier contingencia. Un control està apostado en el sector destinado al ingreso de los periodistas acreditados. Unos cincuenta metros màs a la izquierda se encuentra la puerta de control destinado al ingreso del pùblico. Todas las puertas del lugar estàn blindadas y hay inclusive dispositivos de scaner. Los pasadisos de ingreso nos llevan a un pasillo en la planta baja y a un sector de escaleras que nos acercan  a la planta alta. Allì se ubican las graderias dispuestas para el pùblico. Una infraestructura tal, que permite  visualizar perfectamente toda el àrea de la planta baja, donde se halla el estrado donde se instalan los miembros de la Corte y los jueces populares, quedando libre un espacio razonable para ubicar butacas y mesas destinadas a los testigos y los acusados. Y màs abajo, conformando una media luna, se encuentran las butacas de los fiscales, abogados y todos los operadores de la justicia, incluìdos sus asistentes, màs los periodistas acreditados.


Foto05OtraimagendelaSalaBunquerduranteelmaxiprocesoFotoGoccediarmoniaBlogsPotComEn el contorno de la sala de audiencias, digamos en la parte posterior a la medialuna de la planta baja, se encuentran los compartimentos enrejados exclusivamente preparados para la parte acusada. En ocasiòn del maxi proceso, estos  carecìan de vidrios blindados y a los miembros de Cosa Nostra detenidos y acusados, despuès de la instruccion del Juez Giovanni Falcone, los ubicaron allì, vigilados celosamente por policìas dispuestos en la parte exterior y con la mirada atenta a todos sus movimientos.

Esta descripciòn, que pertenece al año 1986,  salvo muy escasas variaciones, es vàlida perfectamente para este 2014. Veinti ocho años despuès, el escenario de las audiencias, donde la mafia debiò doblegarse, se mantiene incòlume. Quizàs con algunas variaciones de tenor tecnològico, como red de micròfonos y camaras de televisiòn de circuito cerrado de alta precision pero que no afectan a la fisonomìia original del lugar. Pero hay un detalle si se quiere significativo, de aquellos años, que se mantiene incambiado. Un crucifijo pendiendo de una de las paredes del sector de la Corte. Por lo demàs todo es igual.Todo.

Una de la mañanas previas a los homejanes de Via D'Amelio, estuvimos allì. Caminanos por una de las calles laterales a la càrcel de Ucciardone. Cruzamos el pòrtico de ingreso al àrea de la Sala Bùnquer. Explicamos a los guardias que nos dirigìamos a la audiencia en la que tanto el Fiscal Nino Di Matteo como sus colegas venìan tomando declaraciòn a hombres de la Procuradurìa y del Estado italiano, en relaciòn al proceso sobre la tratativa Estado-Mafia. Luego nos presentamos en la entrada del ingreso de la prensa, pero una pequeña negligencia nuestra -administrativa- nos impidiò avanzar hacia el sector dispuesto para las coberturas periodisticas, mismo en la planta baja. Entonces dirigimos nuestros pasos hasta la otra entrada. Bajo un sol radiante caminamos los cincuenta metros que nos distanciaban del acceso al pùblico, igualmente blindado, y despuès de cumplir con los formalismos de rigor llegamos a la planta alta.

Muchas veces tuve la oportunidad de ver documentales y videos sobre el maxiproceso del año 1986 y en ellos veìa la Sala Bunquer . Ahora nos encontràbamos en el mismo lugar de aquellos tiempos . La vista panoràmica desde la planta alta (en el sector destinado al pùblico, donde en el ayer estaban ubicados amigos y familiares de los mafiosos acusados) trajo a mi memoria las imàgenes del pasado. Una sala repleta. Una audiencia cargada de tensiòn. Los miembros del Tribunal de la Corte de Assise, en aquel  febrero de 1986, presidida por Alfonzo Giordano escuchando atentamente las declaraciones de mafiosos como Tommaso Bussetta cuyo  testimonio, a lo largo de una semana, fue escuchado por todos los presentes. Busseta estaba de espaldas al pùblico y protegido,  Un hombre de honor que desmatelò la organizaciòn y causò controversia en el ambiente mafioso.


Nos encontrabamos en el mismo lugar donde hace 28 años, a sala llena, se oìan por los parlantes las declaraciones de los acusados y el murmullo de todos los presentes dando forma a un hecho històrico en Sicilia y en el mundo. Donde retumbaban en la sala los testimonios de los jefes mafiosos y en ocasiones los gritos del pùblico -y de los mafiosos mismos enjaulados en la planta baja-  quebraban el silencio ante una intervencion demoledora o reveladora. Donde los acusados seguìan atentamente todas las audiencias, literalmente entre rejas. Donde el presidente del Tribunal ,preguntaba una y otra vez, y repreguntaba, intercambiaba expresiones con quienes testimoniaban y con sus abogados.

Por ese estrado, ademàs del arrepentido Buscetta,  sea de espaldas al pùblico, sea de perfil, sea encerrado en una cabina vidriada, a prueba de balas, desfilaron personajes de Cosa Nostra como Pippo Calò,  Michelle Grecco , alias “El Papa”, Lucciano Liggio, entre otros. Tambien lo hicieron killers que hablaron de los asesinatos cometidos. Pero tambièn madres y esposas de personas asesinadas por mafiosos, en el curso de la guerra desatada entre las familias de Cosa Nostra, por el poder y otros intereses. Pero estas mujeres declararon sin acusar. Practicaron la omertàa (el silencio) para no perjudicar a la oganizaciòn. Hay un caso muy particular de una mujer cuyo hijo habìa sido asesinado por la mafia y su cuerpo  habìa sido disuelto en àcido. Ante el Tribunal, esa madre no solo  negò el homicidio sino que ademàs declarò: !mi hijo esta vivo, no sè donde està, pero esta vivo!.


En definitiva , el juicio concluyò dos años despuès. De 474 imputados, unos 360 fueron declarados culpables, siendo condenados a unos 2,165  años de càrcel. Pero la batalla continuò tras el proceso de apelaciòn que demandò cerca de cuatro años . En concreto solo 60 de los condenados siguieron en prisiòn en los años siguientes.
 
Entonces, las instalaciones de la Sala Bùnquer de este 2014 son las mismas del 86. Solo que ahora, los protagonistas son diferentes, porque las circunstancias son diferentes. Pero de todas formas, la Sala Bùnquer que visitamos nos permitio apreciar còmo y de que manera, el referente locativo, sigue siendo un factor comùn en la lucha contra la mafia. Si por aquellos años Giovanni Galcone, juez del pool Antimafia, fue el precursor del maxi proceso, por estos años, el Fiscal Nino Di Matteo es el precursor, el hacedor, de una investigaciòn en extremo delicada, en extremo vital para llegar a la verdad sobre los estragos de Via D'Amelio.Un atentado mafioso exclusivamente? En absoluto. Porque el estrago de Via D'Amelio fue un atentado de Estado, con el apoyo y la logìstica de Cosa Nostra. Hè ahì lo grave de todo este asunto. Y hè aquì lo que Nino Di Matteo es precisamente lo que quiere aclarar, denunciar y desenmascar en estos tiempos. Y donde lo hace? Por ironìas del destino en el mismo lugar donde hace 28 años Cosa Nostra fue sentada en el banquillo de los acusados.

Estaremos llegando al dìa en que los asesinos del Estado italiano lleguen a subir al mismo estrado para sentarse en el banquillo de los acusados? Segundo a segundo tenemos la firme esperanza -y la firme convicciòn-  de que ese dìa llegarà, y que la Sala Bunquer de Ucciardone  serà nuevamente el centro de atenciòn de toda Italia, y de todo el mundo.