Lunes 6 Mayo 2024
No en vano, desde la cúpula del gobierno –de la administración Tabaré Vázquez, Encuentro Progresista- se optó por su persona para ocupar la dirección del Instituto Técnico de Rehabilitación Juvenil (INTERJ) una de las áreas más controvertidas del Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU): una institución estatal que encara –en cumplimiento de las leyes vigentes- la tutela y la rehabilitación de menores en situación de desamparo, y de infractores, acorde a las normas establecidas por la Justicia de Menores y de Familia, tanto a nivel de la capital –Montevideo- como del Interior del país.
Su nombramiento –de fecha 15 de agosto- causó la misma sorpresa que su reciente renuncia al cargo, al culminar la jornada del 26 de febrero de un 2009, signada por una serie de situaciones y episodios en los cuales la pulseada de los jóvenes internados en hogares varios, venció a la pulseada de un sistema que colapsó, nada más ni nada menos cuando él formaba parte de una arista de su cúpula. En medio de ese entorno, Mateo Méndez era un emblema de la rehabilitación de jóvenes infractores. No era un emblema producto del marketing, del currículum vitae, del escritorio, o de la teoría; era un emblema que emergía de la práctica pura, de la sensibilidad humana inherente a su alma, y que se esmeraba muy bien en compartirla, con mucha humildad, con inteligencia, en las verdes y en las maduras.
A priori, con su alejamiento del cargo, podría decirse que su figura de luchador por las causas de los jóvenes al margen de la Ley, al margen de la sociedad (de esos jóvenes que nos infunden temor, siendo que somos nosotros los adultos y la sociedad moderna, los que no les damos oportunidades convenientemente) se opacó , pero –a nuestro criterio, a mi criterio- en la profundidad de su decisión , no hizo otra cosa que enaltecerlo, porque quienes lo conocemos –no como amigo personal, que no es mi caso, sino como profesional- entendemos perfectamente sus dichos -y su sentimiento- a la hora de explicar a la opinión pública los motivos de su renuncia: renuncia que fue secundada por su equipo de once colaboradores.
Dialogando con los medios de comunicación de Montevideo Mateo Méndez dijo que tanto él como sus colaboradores más directos redactaron su renuncia “porque hubo dificultades en concretar proyectos”. También enfatizó –refiriéndose a los funcionarios del Interj- que “algunas actitudes de adultos han enlentecido el trabajo. En éste tiempo nos ha insumido más tiempo la relación y el acomodar situaciones de adultos, que el trabajo con los adolescentes. Yo creo que la institución, el Interj , tiene mucho de enfermo, mucho de perverso y tiene mucho de corrupción. Tal vez nos estaba faltando cerrar un ojo para dejar pasar ciertas cosas que nosotros creíamos que no deberíamos dejar pasar. Qué lástima que hay mediocridad que no permite hacer las cosas de corazón y hacer que los adolescentes estén mejor. Nos vamos tranquilos. Buscamos y fuimos sinceros con los adolescentes, con los trabajadores y con el directorio. El adulto se está perdiendo la oportunidad de dejarse enseñar por alguien que, aún siendo infractor, tiene algo para decirme. En el Interj hay que aprender a escuchar”
Aún absortos y críticos ante la dimisión de Mateo Méndez, los integrantes del directorio del Inau y la Ministra de Estado Marina Arismendi, entendieron que la ausencia de Mateo “deja un hueco enorme en la Institución”.
Víctor Giorgi –director del Inau, que también presentó su renuncia a su máximo cargo, aunque por motivaciones muy diferentes a las de Mateo- salió al cruce de éste cuando se refirió a la corrupción, especificando que “la palabra corrupción, dispara muchas fantasías, muchas ideas”. No obstante, casi enseguida, informó a los periodistas que los funcionarios “están pidiendo licencias médicas en forma masiva”. Amparado en ese panorama Giorgi pidió al Poder Ejecutivo que se declare por decreto la esencialidad de los servicios, tomando en cuenta además que en las últimas semanas se registraron motines y la fuga de 20 menores del hogar “Desafío”, con el resultado de un funcionario herido en el cuello, hecho que ocasionó una reacción a nivel gremial, que incluyó la negativa de recibir a los menores en los hogares, por parte de los funcionarios, desencadenándose así una situación de crisis sin precedentes dentro del Instituto; una crisis que ocasionó las renuncias que se consignan y la intervención de la Justicia competente que horas más tarde consideró que no era el momento para adoptar resolución sobre dos directores de hogares, indagados por presunto desacato, al no aceptarse a los menores en los establecimientos.
En cuanto al decreto de esencialidad de los servicios, si bien estuvo redactado y pronto, el mismo no fue aplicado en virtud de que los funcionarios comenzaron a recibir a los adolescentes infractores que eran derivados a los hogares “Puertas” y “Desafío”, situación que descomprimió parcialmente la tensa crisis, evitándose de esa forma que el sindicato de funcionarios del Inau fuera a la huelga , porque según el dirigente gremial Joselo López “nosotros dejamos claro al directorio que hay tres o cuatro establecimientos en lo que no se puede meter más chiquilines”. En ese tenso contexto de negociaciones, en las horas siguientes a la renuncia de Mateo, desde el Poder Ejecutivo se decidió designar como sustituta del Presidente del Inau Víctor Giorgi, a la diputada del Encuentro Progresista Nora Castro y como sustituto del Padre Mateo al frente del Interj al funcionario Jorge Ferrando, cuya primera decisión consistió en la redistribución de 14 menores infractores, los cuales se hallaban alojados en seccionales policiales y juzgados.
A propósito de todos estos episodios, y formando parte del cúmulo de repercusiones, tras la renuncia y la crisis desatada, en una retrospectiva, precisamente la Secretaria de Estado Marina Arismendi, el día en que el salesiano se hizo cargo del Interj, fue más allá en sus apreciaciones porque dijo: “la calidad de sacerdote del padre Mateo no lo convierte en hacedor de milagros. Por lo tanto, no esperemos milagros para mañana sino que sepamos que se trata de una tarea muy compleja que nadie supo resolver hasta el momento”
Seis meses después –tras la renuncia del sacerdote- desde la cúpula del Inau se ha dicho que ese “milagro” no se pudo conseguir, pero que Mateo sí intentó cambios de fondo en la gestión de los menores privados de su libertad. Cambios que incluyeron “apretar las tuercas a los funcionarios, y con eso, literalmente ponérselos en contra”. No por casualidad, en los ya habituales motines de menores –en los cuales Mateo se desenvolvió con admirable cintura e inteligencia para destrabarlos- fue uno de estos jovencitos quien comentó que “desde que llegó Mateo los golpes acabaron”. Otro fue más categórico:”ahora, antes que nada primero te hablan, tratan de ver cual es el problema. No es que te vayan a pegar porque sí cuando hay problemas”. Por aquellos días Mateo definía su trabajo de la siguiente forma: “humanizar la relación “y “contribuir a que los jóvenes se dignifiquen”
¿Pero qué ocurrió realmente en la interna diaria, dentro del Interj, para llegarse a estos extremos?
Quienes conocemos la trayectoria, la personalidad y la capacidad de Mateo Méndez, apostamos –convencidos- a que su renuncia y sus dichos tienen su fundamento. Si a Mateo se le dio la derecha para hacerse cargo de un verdadero polvorín, que es la dirección del Interj –un polvorín desbordado por la burocracia, la negligencia y la mediocridad, que data de varios años atrás, como legado de otras administraciones- ¿por qué ahora no se le da la derecha para asumir humildemente sus apreciaciones, como una voz de alerta, y no como una afirmación sin base ni fundamento?
¿Habrá un verdadero interés de la clase política del oficialismo en dar solución al grave problema de los menores infractores?¿ Si el Presidente de la República Tabaré Vazquez tuvo el tino y la cordura de darle a Mateo la responsabilidad del Interj ,no será entonces que a partir de su renuncia debería tomar las riendas del problema y entender a conciencia cuál fue el mensaje suyo al llegarse al extremo de su dimisión?.En verdad que nos preocuparíamos bastante, si ahora, habiéndose llegado a este punto, todos los representantes del gobierno optaran por rasgarse las vestiduras, por entender equivocadamente –porque conviene más a los fines de neto corte político- ser más estratégicos que sinceros en admitir, desde esas filas, que si Mateo, no pudo hacer “el milagro”, muy bueno y oportuno sería comprender el significado y la profundidad de su renuncia al máximo cargo. Pero claro, es más fácil y más cómodo minimizar el verdadero sentido y la cara no visible de esa decisión, para dejar bien parada a una Institución que seguramente tiene más por ocultar, que para la autocrítica, en el sentido de dar la razón a la transparencia que caracterizó a Mateo Méndez y los colaboradores de su confianza, en sus seis meses de gestión. En el lenguaje de quienes están privados de la libertad –menores jóvenes o adultos- todos estos episodios –motines, fugas y renuncias de jerarcas- siempre tienen una cara a revelar: en el antes, en el durante y en el después, porque a partir del día 27 de febrero, esa revelación puede traducirse en más episodios de violencia contra los funcionarios, en más evasiones, en más motines: quiere decir en la manifestación de un sentir –de los jóvenes mismos- porque en realidad, todo pasa y todo está en función de ellos; porque en realidad, es el Estado su tutor; porque en realidad, son los jóvenes los que deberían ganarse la confianza del sistema y no a la inversa; porque en realidad, esta vez, no solo un jerarca llamado Mateo Méndez estaba al frente de la rehabilitación: estaba un hombre lleno de valores, lleno de amor y desbordante de fuerza, energía, capacidad y conocimiento; un hombre muy pero muy lejos de la burocracia, de la especulación y de la soberbia.
A la luz de todos estos hechos sobrevinieron más repercusiones: por ejemplo, el Presidente de la República Tabaré Vázquez entiende que son necesarios cambios estructurales en el Inau y por esa razón se ha previsto que el tema será tratado en una sesión del Consejo de Ministros. Allegados a Vázquez señalaron que éste quedó sumamente preocupado e irritado por la compleja situación por la que atraviesan los jóvenes del Interj, además de estar molesto por el incumplimiento y las demoras en obras que estaban contempladas en el presupuesto nacional. Los allegados no revelaron los términos del diálogo que Méndez mantuvo con Vázquez, a la hora en que el primero le informó sobre su decisión de dimitir a su cargo. Bueno sería conocer el parecer profundo del primer mandatario. Pero creo que eso es mucho pedir.
¿No será hora de que el día después, de la renuncia del padre Mateo sea una enseñanza y no un episodio con secuelas de crítica o de incomprensión al trabajo desarrollado por él y su equipo?
La flamante directora del Inau –la legisladora Nora Castro- tras aceptar esa responsabilidad, puntualizó que la situación del organismo “no se resuelve exclusivamente con decretos ni mayores montos de dinero, hay que poner mucha cabeza, dedicación y compromiso de todos”
¿Qué quiere decir Nora Castro? Esperamos que no piense que Mateo Méndez no puso cabeza, no puso dedicación ni que tampoco se comprometió, porque de ser así, sería por cierto algo mucho más grave que la crisis en sí misma. En cuanto a las denuncias de corrupción del sacerdote salesiano Nora Castro dijo: “si existe, se tomarán las medidas correspondientes, pero si se habla sin pruebas es una cosa peligrosa”. Respecto a las denuncias de burocracia, cuestionó que no se puede decir que no se conocía la situación, aunque reconoció que “hay algunas posiciones de compañeros sindicalizados, que llaman la atención”
¿Sonaron todas las campanas en torno a la crisis del Inau? Seguramente que sí. Pero se oyeron más, porque la oposición planteará el llamado a sala de la Ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi y la conformación de una Comisión Investigadora parlamentaria. Será la diputada Sandra Etcheverry (Alianza Nacional) la que citará a la Ministra Arismendi junto con el directorio del Inau.
En medios periodísticos de Montevideo trascendió que Etcheverry interrogará a la ministra acerca de si tenía información sobre las denuncias de corrupción que realizó el padre Mateo Méndez:”si hay corrupción es esta administración la responsable, porque en el año 2005 solicitamos una investigadora y no se llegó a ninguna conclusión”. La legisladora nacionalista entiende que “hubo una mala gestión de Víctor Giorgi, cuestionando además que el sacerdote Mateo Méndez “no tuvo respaldo, ni de la administración, ni del gobierno, para llevar adelante su gestión” resaltando como hecho positivo “su propuesta de plantear un proyecto de trabajo con los internados de acuerdo a sus respectivos perfiles”
El dirigente del partido colorado Luis Hierro López dijo a la prensa que le parece “muy ingrato que ex jerarcas responsabilicen a los funcionarios” y que si el sacerdote Mateo Méndez “conoce los casos de corrupción, tiene la obligación funcional y ética de hacer la denuncia ante la Justicia”Personalmente creo que Mateo Méndez (y sin desmerecer a sus colaboradores) –en los seis meses de gestión- vivió instancias muy profundas; instancias de dilema, de disyuntiva, de reflexión: lisa y llanamente porque el sistema comenzó a mostrarse tal cual es y porque los peores contendientes no eran precisamente los infractores, sino no los no infractores, es decir piezas del engranaje del sistema: educadores, técnicos y funcionarios de diferentes niveles
Solo alguien con la conciencia tranquila y la fortaleza espiritual, como baluartes de su personalidad, y con la convicción como aliada, puede decir públicamente que su dimisión es tal “porque hay mucho de enfermo, mucho de perverso y mucho de corrupción”. Y no se lo discutimos.
Pero eso no fue lo único que Mateo dijo porque en los momentos posteriores a su alejamiento del Interj hizo otras precisiones, no menos trascendentales. Algunas de ellas, en una entrevista concedida al periodista Emiliano Cotelo, en el programa “Perspectiva” en la emisora El Espectador:” hay episodios muy oscuros en la relación entre funcionarios y adolescentes. En este tipo de trabajo se presta mucho para eso. Por eso siempre fuimos muy exigentes con las requisas de cosas; los días de visitas no se permite que los adultos entren a los lugares si no han pasado por una requisa que siempre tratamos de que fuera exigente”
“Sentía como si estuvieran jugando a las esquinitas con los adolescentes para ubicarlos en los hogares porque los cupos no daban. Los funcionarios no alcanzan y no hay lugar para atender patologías siquiátricas independientemente del hogar de contención. Tampoco hay un lugar adecuado para tratar el tema de las adicciones. Este tipo de cosas hacen imposible una tarea y los reclamos los realicé a las autoridades correspondientes cuatro meses atrás, no es que lo planteamos la semana pasada. Reconozco que el Interj fue peor a lo que esperaba y que gran parte de esos funcionarios no están comprometidos con el trabajo y tampoco creen que el adolescente pueda asumir una actitud nueva. Para muchos funcionarios es solo un empleo, un pase a comisión, un traslado. Este tipo de cosas hacen que el Interj se transforme en una especie de círculo vicioso que no deja consolidar propuestas. Mi alejamiento se debe a la actitud de gran parte de los funcionarios, que no se sumaron a la propuesta y recurrieron a viejas prácticas comunes en la institución” prosiguió Méndez.
En oportunidad de otra cobertura periodística Méndez dijo que en la interna del Inau “se hablan varios idiomas. No hablamos un mismo lenguaje, ni estamos en la misma línea, que es el adolescente. Hay exceso de burocracia e intencionalidad de muchos, en buscar el caos en la dependencia estatal. La burocracia ha ido matando ilusiones y proyectos de cosas que se pueden hacer en poco tiempo. Los tiempos en una institución pública se prorrogan y se enlentecen. Hay mediocridad en torno al Interj y muchos buscan sacar provecho de la caótica situación. La cotidianeidad en el relacionamiento con directores y funcionarios ocasiona un importante desgaste. Diversidad de situaciones se sumaron a la hora de la dimisión y este tipo de cosas hacen imposible la tarea. Necesitamos (cambios ante estos problemas) para poder hacer que la propuesta del adolescente, por el Interj, corresponda a un instituto técnico de rehabilitación”
Pero ¿qué otras expresiones se oyeron de parte del padre Mateo Méndez? Pues: “que el funcionario que está desgastado, esta cansado, y llega a una especie de rutina en la relación con los adolescentes”; “corrupción es, cuando yo vengo, me siento y dejo que pasen las horas y no me motiva para nada el trabajo que pueda estar haciendo con el adolescente”;”esas pequeñas cosas que se van sumando, hacen que esto se transforme en un hábito”;”parecería que hay como una necesidad de llevar las cosas a una especie de caos para que pueda pasar algo, como la renuncia nuestra” 
Los dardos contra Mateo Méndez superaron las expectativas, tal como ocurrió cuando éste asumió el Interj. La propia Ministra Marina Arismendi, titular de la cartera de Desarrollo Social especificó “yo puse mucho esfuerzo y entusiasmo para convencerlo a él y a la congregación salesiana. No es problema de desilusión, pero la verdad me sorprendió”. Mientras que Joselo López se refirió al tema “corrupción” aludido por el sacerdote:” siempre nos molesta que cuando se habla de corrupción se generalice. El sindicato le pedía públicamente que dijera quienes eran los corruptos dentro del Inau porque los trabajadores no bancamos ese tipo de declaraciones”
Ahora bien, el diputado Juan Andrés Roballo, de la Alianza Progresista, especificó que ese sector político del Encuentro Progresista -liderado por el Vicepresidente Rodolfo Nin Novoa- respalda al sacerdote Mateo:”si el padre denunció que hay corrupción, es porque la hay. Siempre hay un margen de situaciones en ese sentido”. También el legislador afirmó que si bien el sector “siempre ha sido escudo y espada del gobierno” en este caso considera que se deben “evaluar responsabilidades”. Agregó que el Presidente del Inau, Víctor Giorgi “no es el único responsable” y aunque no pidió “la cabeza de nadie” argumentó que la renuncia de Mateo Méndez “demuestra que algo está fallando”
Entiendo que Roballo, con tales apreciaciones, ha sido quien ha estado más próximo a la esencia y al sentido de la renuncia de Méndez; siendo que se trata de una voz del oficialismo, parecería ser que tuvo el sentido común de haber captado el mensaje del sacerdote. Un clérigo –yo diría, literalmente comprometido- con la vida y con lo que emprende, tal como ha sido su costumbre, en el trabajo y en su vida misma.
Estamos de acuerdo: “algo está fallando”.
Un sistema no entra en crisis por fuerza de una renuncia. Los motines, las fugas, las alteraciones de los jóvenes, son señales de un “tsunami” dentro de la maquinaria de ese brazo del Estado que en el ayer fue el Consejo del Niño, después Iname y por último Inau. La crisis es el saldo de un deterioro. Un deterioro que pensaron –desde el Ejecutivo- que iba a ser solucionado por Mateo Méndez. Una elección notoriamente acertada, aunque se olvidaron de darle a Mateo las herramientas necesarias para lograrlo. Y mateo advirtió las carencias, los perversos límites de la burocracia estatal, estando sentado en el mismo ruedo, y no en la platea, no en el escritorio. Las piedras y los escollos del Estado son imperceptibles, pero están. Son intangibles, pero están. Están. Están. Y no es fácil demostrarlos. Y eso seguramente debe haberlo ocurrido a Méndez y a sus colaboradores: no pudieron demostrarlos con la misma intensidad con que se manifestaron. Y su única demostración se llamó: renuncia. Desde muchos ámbitos del Estado –de ésta y de otras administraciones- no interpretaron (o no era conveniente hacerlo) el mensaje, el alerta del sacerdote; el alerta de los motines que precedieron a la renuncia; el alerta de los motines, las fugas y los graves desajustes en los hogares, en los últimos diez años…entonces, el sistema colapsó, pero no por Mateo, sí por la desidia acumulada, sí por la negligencia también acumulada, sí por la especulación –que es moneda corriente- y sí por la falta de voluntad política para encarar de lleno y hasta el final la problemática de los niños y adolescentes infractores, producto de generaciones azotadas por la falta de educación de recursos económicos y de posibilidades de superación.
Toda esta problemática de los infractores, donde su rehabilitación ha sido tomada de rehén –no desde ahora, año 2009, sino desde hace ya bastante- por un sistema en crisis y con síntomas de caos, es el espejo de nuestra sociedad y de quienes la gobiernan; y no queda exento de responsabilidad el ciudadano común ¿por qué? porque equivocadamente también piensa que esa juventud no se merece otra oportunidad, una actitud que no dista de aquella que observó Mateo entre los funcionarios del Inau: aquello de no sentirse motivado por el trabajo a realizar con los adolescentes. El ciudadano, la mayoría de las veces, solamente está motivado para sí mismo y difícilmente está motivado para reeducar y rehabilitar a esos jóvenes, los mismos que constantemente están amenazándolo con revólveres o cuchillos para despojarlo de sus dineros, de sus valores o de sus pertenencias. Es cuando uno debería pensar que si yo no me ocupo de ello, hay técnicos para ellos, hay educadores, hay funcionarios del Estado.
Ahora bien ¿hay funcionarios con las convicciones claras? ¿Hay técnicos adecuados? ¿Hay educadores adecuados? ¿Hay personal idóneo? ¿Hay voluntad para trabajar con los menores? ¿Hay humanización en la relación funcionario y menor infractor? ¿Los funcionarios ayudan a que los jóvenes se dignifiquen?...salvando las excepciones, contrariamente “hay algo de enfermo, de perverso y de corrupción”.
Un 26 de febrero del año 2009, un sacerdote salesiano –para mí personalmente, y para la redacción de Antimafia Dos mil, un luchador de las causas justas que nos recuerda perfectamente a otros pares del clero (verdaderos misioneros del Cristo): Uberfil Monzón, Padre Cacho, el Obispo de Recife Elder Cámara,los sacerdotes tercemundistas que se enfrentaron a las dictaduras argentina y uruguaya, el sacerdote italiano Don Chiotti, antimafioso y luchador social y el padre Mujica, asesinado por la dictadura argentina- definió muy bien uno de los sistemas del Estado, cuyo cometido básico se relaciona con una franja de la sociedad literalmente desamparada de toda calidad de vida: los jóvenes crecidos en la marginalidad, distanciados cada vez más de las posibilidades de progreso, de las vías de superación y de los programas de rehabilitación verdaderos.
Entonces, qué mejor que concluir esta entrega con las expresiones a radio Carve - del sacerdote que revolucionó el sistema del Interj, sin lograrlo con el sistema del Inau- ojalá como premisa de un cambio radical en beneficio de esos jóvenes:”una retirada a tiempo puede remover mucha cosa donde tal vez había mucha agua estancada creo que puede traer una correntada como para que pueda seguir y transformar mucha cosa. Les he pedido disculpas a los adolescentes por irnos. Sobre todo a aquellos que habían encontrado en nuestro equipo un respaldo, una ilusión. También le pido disculpas al pueblo que había confiado en nosotros. Nosotros fuimos los desamparados en tema de decisiones. Yo creo que si el directorio de la Institución no es el órgano suficiente como para poder tomar las decisiones importantes que nosotros pedíamos no correspondía saltar la valla para ir a otro lado. Si la presidencia del Inau no tenía la capacidad suficiente para la toma de decisiones entonces la pregunta es ¿qué? ¿Qué decisiones puede tomar si es la máxima autoridad? Dentro del Inau hay manejos, hay cosas que deberían encararse de otro modo. A uno le dejan a veces algunas interrogantes. Entonces cuando hay situaciones que no se manejan con claridad, que no se da transparencia en el manejo de las resoluciones o conducciones yo digo bueno, aquí lo que uno tiene que hacer es dar un paso al costado para no inmiscuirse. El propio presidente del Inau , Víctor Giorgi enumeró el día de la conferencia de prensa algunas de ellas, el tema de las licencias, certificaciones médicas sin controles. Es por ahí que creo que no podemos seguir caminando. Cuando se vieron irregularidades nosotros siempre intervinimos y dijimos esto no es lo correcto, por lo tanto hacemos una intervención. De eso tenemos conciencia clara y serena, toda vez que teníamos los elementos para hacerlo lo hicimos más allá de quien fuera. Nosotros no fuimos con manos atadas, ni fuimos con compromisos asumidos con nadie, más allá del adolescente que fue lo único que nos preocupó y nos sigue preocupando”
A nosotros también nos sigue preocupando. A nosotros nos sigue importando lo hecho por el padre Mateo Méndez. A nosotros nos sigue preocupando que el Estado siga haciendo oídos sordos a todos estos acontecimientos. Y va más allá de lo que pueda hacer Nora Castro, porque la huella de Méndez esta ahí, presente. ¿Usted que opina? ¿Usted que siente?