Sábado 11 Mayo 2024

Expresiones que sacudieron a la sociedad uruguaya, quizás por la naturaleza de sus dichos o quizás porque el delito –para obtener exclusivamente alimentos- ha sido considerado por él,  como un opción viable y justificada. Una posición valiente, dentro de un sistema social donde -desde filas del gobierno-  se hacen denodados esfuerzos para contener los niveles de delitos contra la propiedad y los asaltos a mano armada. Uberfil  Monzón, no es un promotor del delito, es todo lo contrario, es un sacerdote coherente con la realidad social y comprometido con sus principios cristianos y de justicia .Es un sacerdote que está vedado de dar misa, por orden del Obispo de Montevideo, por el solo hecho de haber aceptado ser el director del Inda,  un Instituto que desde sus orígenes se ha caracterizado por prestar asistencia alimentaria a los sectores más carenciados de la población uruguaya. Uberfil Monzón fue un sacerdote que en los tiempos de la dictadura  fue perseguido e inclusive torturado.

Y hoy, es un hombre, cuyos valores de vida, cuyos valores cristianos los invierte de tal forma, que no ha dudado –junto a sus asesores- a  transformar el Instituto que dirige, en una institución transparente que no solo se ocupe de dar alimentos, sino que fundamentalmente  encare  esa ayuda dándole  el alimento adecuado, dándole educación y seguridad alimentaria  “ porque no hay mayor pobreza que haber perdido la dignidad de ser personas “, según sus propias palabras, dadas a conocer una y otra vez a los medios de comunicación de su país.. Así piensa Uberfil  Monzón, que mucho nos recuerda al sacerdote antimafioso Don Luigi Chiotti . Por ese motivo  y porque sin duda se trata de una persona, íntegra la redacción sudamericana de Antimafia Duemila, decidió encararlo en  una entrevista, para conocerlo profundamente: por su carisma de luchador social y por su perseverancia en esa lucha. El perfil de una persona maravillosa, de una persona admirable y ante todo – a sus 80 años-  llena de dinamismo y de amor por la vida, a la cual no deja de honrarla, siempre humildemente y en la austeridad, porque la austeridad y la pobreza formaron parte de su vida, desde la infancia.
-  Yo nací en Nueva Palmira, en el departamento de Colonia, en un rancho de barro. Mi padre era monteador y murió cuando yo tenía 4 años  Quedamos en una pobreza enorme. Mi madre tuvo que salir a cocinar. Llego a ser una cocinera excelente porque con pocas cosas hacía comidas muy sabrosas   Pero nosotros los más chicos vivíamos en patas Comíamos lo que había y nos calzábamos alpargatas para ir a la escuela.  En mi adolescencia fui mandadero de una tienda y ganaba 10 y hasta 12 pesos  Por ahí se me ocurrió ingresar al seminario para estudiar y ser sacerdote. Tuve que ir a la Argentina. Cuando me faltaban dos años para terminar mi carrera sacerdotal, dije ya no quiero más, me dedique a trabajar en Buenos Aires. Vine para aquí a Montevideo y trabajé con un distribuidor de una empresa. Y al año 60, cuando yo ya tenía una novia y pensaba casarme con una adventista del séptimo día, se me ocurre otra vez ser sacerdote. Había noches que me acostaba cansado de haber estado peleando contra Dio, por qué miércoles tenía que haberse en mi vida. Y un día le dije lo voy a pensar. Sentía que la traicionaba cuando la besaba. Sentía que había otra cosa que me iba tironeando, y le dije a ella, que no podía aguantar y que me iría a Buenos Aires para hacer un mes de retiro para pensar. Cuando volví, le dije vuelvo a estudiar para ser sacerdote.  Me ordené como sacerdote el 15 de agosto de l962. Mi primera parroquia estaba en el barrio La teja. Ahí  conocí a toda esa gente que hoy está ocupando cargos en el gobierno. Conocí un hombre excepcional “Pepe” Veneno, que tenía una murga. Y me fueron a ver para que con un grupo de muchachos y chicas, estaba  entre ellos el actual presidente, Tabaré Vázquez , fuera con ellos a un cantegrill , en una zona conocida como la “Cachimba del Piojo”. Ahí comenzamos a trabajar con tres principios fundamentales: nada de beneficencia, entre comillas, nada de religión ni partidos políticos y nada de hacer aquello que ellos no podían hacerlo. Así comenzamos, hicimos un plan de viviendas. Eso me llevo a entrar en conexión con varios políticos y ahí me introduzco en esa dimensión de vida que en cierta media no me resulto distinta porque yo fui engendrado y nací en la pobreza y sé lo que es tener hoy pero no se si tendré mañana. Con esta gente me sentí muy cómodo. Hoy no sabría trabajar en un cantegrill porque los cantegriles han cambiado, suelen ser ya de otra índole. Pero en aquel tiempo conocí personas de una gran riqueza. Conocí el grado de politización, no partidaria, sino la politización de entrar en contacto con el ser humano y esa politización de hacer todo lo imposible, para que  en medio de lo imposible pueda surgir algo bueno. Esa fue la experiencia que viví. No porque pertenecía a la iglesia, sino porque entré en contacto con gente que apostó a la vida y apostó a la vida porque creían en la vida. Fui un gran admirador del poema de Violeta Parra que le canta a la vida como ninguna mujer le ha cantado a la vida. Amo la vida porque la vida me ha dado mucho. Y cada día me da algo distinto que lo amo. La cualidad que me distingue es amar la vida.
-¿Se consideró un sacerdote tercermundista  como otros sacerdotes de la época?
-No. En la medida que fui viviendo lo que vivía, fui descubriendo que habían otros sacerdotes que se denominaban de esa forma. Yo no me denominé. Yo fui una persona que quiso vivir lo que yo creía. Así como Dios no se puede abarcar en una definición, porque trasciende toda definición, la vida no se puede abarcar en una definición y lo que en la vida se ama no puede estar marcado en definiciones sino el que no lo vive no lo puede entender
-¿Cuál es la creencia que usted lleva adelante?
-Que todo ser humano es capaz de humanizarse cada vez más, aunque sea en las cosas pequeñas, pero hay que estar atentos a esas pequeñas manifestaciones, así como cuando uno camina por el campo y ve una flor de macachí, que es tan hermosa, como otras flores tan hermosas, hay que saber observar para poder descubrir y sin la observación no podemos descubrir los cambios que el ser humano hace.
-¿Cómo se siente siendo director del Inda, como protagonista de un cambio social que ha hecho en el Instituto?
-Yo lo observo o lo siento como una gran oportunidad que me da la vida, de poder apreciar el esfuerzo de hacer lo posible para que quien ha perdido la dignidad como persona sea tratada como persona. En ciertas oportunidades me han dado un poco de asco personas que querían darle algo a los pobres y le daban lo que les sobraba y lo que estaba roto. Una persona me dio una vez una caja, porque me llamo y me dijo ¿siempre te dedicas a regalar a los pobres? Y me dio una caja de muñecos y rueditas rotas, y así fue a parar a la basura y me dio asco que una persona pudiera pensar que el pobre es un basurero que tira las porquerías. Siempre me resistí  a que me dijeran tome para sus pobres…yo no tengo pobres, todo lo contrario, yo quise ser una propiedad de los pobres para que las exigencias que ellos plantearan nosotros las podamos cumplir. Yo pertenezco también a una organización, que es la Iglesia. Yo quisiera que la Iglesia siguiera la Iglesia de Jesucristo, de Jesucristo pobre, del Dios que se hizo humano pobre. No eligió palacios para vivir. No eligió las jerarquías, Las jerarquías de los ángeles las da el Cielo. Jesucristo se hizo pobre y camino con los pobres en los pueblos. Yo quisiera que las Iglesias se despojaran de todo lo que es estructura porque ahí los pobres no pueden entrar, ahí entra la clase alta, los señores. Con todo, hay barrios que tienen Iglesias, templos donde los pobres pueden entrar. Pero yo quisiera una Iglesia que sea un testimonio de Jesucristo. No puedo entender a un Jesucristo, sino  es un Jesucristo pobre.
-¿Ha sido observado o amonestado por sus superiores dentro de la Iglesia?
-Sí. Que no puedo celebrar en público, mientras yo siga siendo el director del  Instituto y eso me llevo a que yo me replanteara mi pertenencia a la Iglesia.  ¿Cuál es mi Iglesia? Mi Iglesia es lo que dice Jesús en la Biblia, en el capítulo 25 de Mateo “tuve hambre, y me distes de comer, tuve sed y me distes de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermo y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”. Esa es mi Iglesia. Yo creo que la persona tiene que ser educada, educada no significa ser alfabetizada, sino educada porque hay determinados valores, que es el tener y compartir y porque tengo y comparto me siento feliz. La Iglesia mía está en aquellos con quienes trabajo.
-¿Cómo se siente en el Instituto, como lo lleva ese trabajo, como una misión profunda?
-Yo soy descendiente de indios y no se me notan muchos los años, pero ando por los 80. Me siento un hombre nuevo. Quiero precisar que nosotros celebramos el 25 de diciembre como el nacimiento de Jesús. Jesús nunca lo habría pretendido eso. Sin embargo en el capítulo 3 de Juan, habla del hombre nuevo. Y creo que la navidad debe ser eso. Cada vez el hombre debe plantearse los desafíos de la vida, que supone quemar aquello que no conduce con el desafío. Y ahí surge el hombre nuevo.
-¿Cree en el retorno del Cristo?
-Sí creo, pero creo que el Cristo está viviendo en el corazón de cada ser humano cuando se siente un ser humano.
-¿Por qué el Vaticano no habla transparentemente en el retorno del Cristo?
-Yo creo que Constantino le dio una gran zancadilla a la Iglesia, cuando hizo una Iglesia del Estado, la saco de ser una Iglesia de las catacumbas, una Iglesia pobre, y le dio el poder, el gusto por el poder. El poder o es un bien evangélico o es un bien de corrupción. Y la Iglesia tiene que estar muy atenta a eso. Todo poder se va a dar en el Cielo y en la Tierra y nosotros le rezamos al Dios todopoderoso, que se hizo humildemente pobre, para combatir la vida con los seres humanos y cuando se sintió castigado y se sintió en la Cruz, no despotricó contra los que lo maltrataban, sino dijo, Padre, perdónalos no saben lo que hacen.
- ¿Cómo entiende que la Iglesia, es decir, jerarcas del Vaticano se hayan involucrado con la mafia?
--Yo creo que eso no es Iglesia.  Es una caparazón porque Iglesia es todo lo que está constituido por la palabra del Señor y el que quiera seguir al Señor para anunciar el Reino de Dios y el Reino de Dios se construye en la verdad, la solidaridad y la justicia. Por lo tanto si no hay esas tres cosas no hay Iglesia. Y no hay otros poderes que puedan darle consistencia a la Iglesia sino la consistencia se la da el Espíritu Santo y aquel que el Espíritu Santo les dará a  entender.
¿Qué opina de los jerarcas del Vaticano juzgados por la Justicia por sus vínculos con la mafia ?¿ Han traicionado a la Iglesia ?
-No soy juez de nadie. Cada uno en su conciencia es su propio juez. Solo puedo decir que lo que le pido a Dios es que nos de a todos la capacidad de ser jueces  de nuestras propias acciones.
-¿Cómo ve el mundo?
-Hoy están resquebrajadas las estructuras más sólidas en las cuales se baso la humanidad. Yo pienso que esto es un aviso, porque el mismo planeta está dando esos avisos de que se este resquebrajando, que se está perdiendo la fuerza y de que en cualquier momento los puedo barrer a todos. Me parece que es un signo. Yo no soy un profeta apocalíptico, pero me parece que hay una lectura de las circunstancias que se están dando, que el hombre tendría que entrar a pensar, como es ese hombre y en que ha fallado como hombre. A pesar de no ser un profeta apocalíptico, yo pienso que se están viviendo tiempos apocalípticos
-¿Cuénteme un poco cómo hace su trabajo de director del Inda?
-Somos un equipo que trabajamos desde muy temprano a la mañana. Y pido siempre que ese día, cada mañana, cada uno de nosotros nos sintamos pulsar por la situación de aquellos que tenemos que estar atentos, que no es solamente el pobre que no tiene para comer, sino cualquier ciudadano, porque el Inda es un Instituto que le compete marcar políticas para un sana alimentación para toda la población. Y  no estoy solo, tengo asesores que me acompañan. Hay una cantidad de gente que esta vibrando con el mismo espíritu
-¿Como es eso de justificar robar para comer?
-Hay un valor absoluto, que es mi vida, mi salud. El alimento es algo relativo. Si yo estoy en una situación que tengo hambre, tengo que atender a mi salud. Así como ha sido vetada la ley de despenalización del aborto, yo no puedo abortar en mi la vida mía, si yo tengo que recurrir a un alimento que no me lo dan y quitarlo, yo tengo derecho a hacerlo, pero no puedo hacer de eso mi industria. Ahora reconozco que en Uruguay no se dan situaciones que lleve porque por defecto de Inda , Inda no puede estar en todo rincón , por que  el Instituto todavía es una estructura , por eso estamos pensando descentralizar a Inda y llevarla a los barrios, para que accedan las personas que necesitan de la comida. Quiero contestar a quienes me han criticado por estos dichos, diciendo que hay tantas formas de robar, esta el robo de  guantes blancos. En cambio la persona que roba para comer es porque tiene esa necesidad. Yo recuerdo que siendo un niño  en la escuela que yo iba en Nueva Palmira iba el panadero con un canasto, vendiendo biscochos, entonces yo a uno que había comprado unos biscochos le pedí un pedacito y el panadero me insultó, me dijo “anda negro de mierda” siempre pedigueñando. Eso me quedó. Yo no siento vergüenza, es una experiencia que la viví. La vida me dio mucho pero se que si yo en ese momento hubiera tenido que robar, yo hubiera robado, porque yo tenía hambre.
-A veces los pobres se aprovechan de los servicios sociales y se abusa ¿cómo entiende este aspecto?
-Yo lo entiendo porque el que no tiene, cuando tiene, quiere tener. Es acaparador, quiere. Hay que haber vivido de no tener para entender. De no tener un abrigo, y sentir el frío, de no tener zapatos y ando en patas y se me congelan los pies, para poder apreciar tener un par de alpargatas. El tener es una cultura. El disponer del dinero es una cultura, por eso no se puede dar dinero sin ton ni son, si yo no hago un proceso de educación para que se sepa utilizar el dinero, sino el dinero va a ser utilizado en aquello que añore siempre y no en el bien común. Entiendo que eso es una realidad humana y la realidad humana hay que saber enfrentarla para que no caiga en la deshumanización, en la satisfacción, de los gustos que  nunca se pudo dar, pero que no hace hacer más persona
-¿La publicidad consumista no es buena para esos sectores necesitados?
-La propaganda está en manos de grandes psicólogos. La propaganda está pensada para como te meto en la mente que no eres feliz si no tienes tal o cual cosa y eso es lo que suscita justamente el atropello, la violencia que si tengo que llegar a matar para tener cualquier cosa, lo hago. Es una educación  subliminal que estoy experimentando, a través de toda la propaganda que se está dando en toda la televisión, la radio y los diarios.
-¿Una sociedad que rechaza la marginalidad pero que al mismo tiempo la promueve?
-Se da esta situación porque hacemos ostentación de lo que tenemos y estamos engendrando una conciencia de que no es ser sino tener, entonces cuando más tengo más persona soy y esa es la negación de un proceso educativo, de ser para tener, para que el tener no anule el ser y eso parece un juego de palabras.
-¿Qué le molesta de nuestro sistema social?
-En éste momento lo que me preocupa más es que seamos coherentes y tengamos la sensatez no en razón de religión, sino en razón de lo que nos caracteriza que somos seres humanos y que demostremos que somos seres humanos porque sabemos comportamos con la sensibilidad, con la sencillez, y yo diría con el sentido común, porque yo no busco la sensiblería, yo busco el sentido de solidaridad, porque si es necesario dar y darme, yo prefiero darme para que la persona tenga, Voy a poner un ejemplo, en los Evangelios  se habla del milagro de Jesús de la multiplicación de los panes y de los peces. El milagro consistió en que los hombres compartieron los panes. No hacer aparecer un montón de panes. Entonces, hoy en día, hay 923 millones de personas que padecen hambre ¿dónde está Dios que no hace multiplicar los panes? ¿Y no hace algo para que se multipliquen los panes?, porque Dios le dio al hombre la capacidad de ser solidario y pode entender que esos 800 mil millones que se votaron para salvar la banca norteamericana, con eso daba para dar de comer a cada uno de esos millones de hambrientos que hay, y hubiera sobrado plata.
-¿No aprendemos más?
 -No aprendemos más porque siempre queremos tener y asegurarnos a costa de que el está al lado mío se muera.
-¿Por esas ideas fuer perseguido durante los años previos a la dictadura militar uruguaya?
-No creo que por esas ideas, sino que fueron circunstancias de  políticas eclesiásticas. Yo fui asesor del CELAM. Y bueno, ahí había un sacerdote que dicen era capellán del Ejército y que un día me denuncia como una persona peligrosa, como un subversivo. Yo he perdonado a todos. El perdón no significa que diga, sigan haciendo. Los perdono en la medida que sean capaces de cambiar, de mentalidad.
-¿Estuvo preso, fue torturado?
-Si, fui  torturado. Hay una tortura que es muy dura, que es la tortura psicológica, porque la tortura física, está el dolor y punto. La tortura psicológica va invadiendo, invadiendo hasta que uno llega a preguntarse si no tenían razón ellos. Me di el susto del siglo, hasta donde me habían llevado. Me habían destruido. Yo tuve que apelar  a mis convicciones más profundas. Yo me dije, yo no estoy equivocado. Yo nunca pensé en una sociedad capaz de destruir a hombres, como me han destruido a mí, yo pensé en una sociedad distinta. Tuve que apelar a mis convicciones para poder resurgir de lo que ya estaba destruyendo la tortura psicológica.
-En esos conoce a los tupamaros Mujica , Huidobro, hoy personas que están en el parlamento y el gobierno.¿ Cómo se relaciona con ellos en estos tiempos ?
-Cuando el Frente Amplio accede al Parlamento Mujica me pide que vaya un rato antes porque quería conversar conmigo. Nos fuimos a una parte superior del Palacio Legislativo, en una habitación llena de trastos viejos y Mujica me dice una cosa muy importante “Negro, sabes lo que nos dio la cárcel, valorar las cosas pequeñas” Y es cierto, yo recuerdo que en mi pieza, en la cárcel, en un rincón apareció  en un triangulito el sol y cada día esperaba verlo así al sol. Y un día yo descubrí un grillo, un grillo vivo, alguien vivo que estuviera conmigo y mi dolor cuando lo encontré muerto. Antes de morirse lo cuidaba. Descubrí el valor de las cosas pequeñas. Como también descubrí otros valores. Hoy lo pensaba, cuando de mañana oraba por ellos. Recuerdo que había quedado en una piscina llena de estiércol, donde me habían estado torturando haciéndome el submarino, y me dejan allí, porque yo ya estaba deseando morir, atado de manos y el  muchachito que habían contratado para que ayudara a la tortura, puso su cuerpo para que yo me pudiera recostar, y eso fue un gesto de solidaridad, porque aún en el pantano pueden florecer las flores. Fui secuestrado un 27 de febrero de l971 a las 11 y 20 de la mañana y me largaron el 5 de abril. Estuve en un cuartel. Tiempos vividos y superados.
-¿Cree que ya se ha hecho justicia al ver militares  y al dictador Gregorio Alvarez, en prisión?
 -Creo que falta hacer justicia en base a la verdad y en el amor a la justicia, en que si bien es cierto que no nos vamos a tomar venganza, pero que el hombre, la sociedad entienda, que nadie tiene derecho a destruir a una persona porque piensa de una forma distinta, porque no es pecado pensar distinto, ni la Iglesia siquiera cuando instituyó  la Inquisición.
-¿Actualmente se da una suerte de inquisición?
-La hay todavía, pero a través del recurso de las excomuniones. Si te equivocas y no opinas como opino yo estás excomulgado. Muchos teólogos de gran jerarquía han sido dejados de lado.
-Para terminar.. ¿se siente con fuerzas para continuar con esos cambios en el Instituto de la Alimentación ?
-Seguiré acá trabajando hasta que mi esqueleto lo permita, voy a seguir, pero se que en lo que nosotros estamos  no es la fuerza de uno, sino es las idea de todos
LA MANO DEREECHA DEL SACERDOTE MONZON, SUS ASESORES, SU EQUIPO DE TRABAJO.
En el otro extremo de este hombre, sensible y luchador por causas justas, en esencia un hacedor de valores, especialmente a favor de la vida, encontramos a los integrantes de su equipo de trabajo, y uno en particular: la contadora pública Aurora Parma, una persona cuya fidelidad a las ideas y directivas del sacerdote Uberfil Monzón la han caracterizado y la han llevado a ser uno de sus más importantes apoyos en su gestión como director del Inda.
En términos claros nos ha dicho que “el Instituto  no debe ser un Instituto administrativo en el cual la burocracia sea la misma que toda institución pública- Tiene que tener otro contenido, en su filosofía, que ahora está destinada al beneficiario, de ahí que llevamos adelante una reestructura interna, con una visión totalmente diferente al INDA de hace muchos años atrás.
-¿Cuáles son las pautas de trabajo?
-El producto no es la canasta de alimentos, sino a quien miramos es al beneficiario. Necesitamos un cambio a nivel nacional porque queremos ver a la gente en otra posición. Estamos llevando adelante una experiencia con recreadores en los merenderos, donde el niño no va a pedir su tacita de leche o su comida., sino que además de alimentarse, va a jugar y eso es fundamental para erradicar la pobreza. Entendemos que es una experiencia que debería extenderse a todos los merenderos, incluso también a los comedores. Nuestra política de trabajo apunta a mejorar la calidad de los alimentos. El Instituto no debe ser el almacén de los pobres, a quienes debemos asistirlos mejor. De ahí que creamos el observatorio para estudiar todos los factores relacionados con la seguridad alimentaria y nutricional, y conocer así todo lo que resulta relevante a la seguridad alimentaria, que está dirigida a toda la población a la cual también hay que educar, estableciendo la soberanía alimentaria, derecho que tienen todos los seres humanos, de tener una alimentación adecuada. Por eso educamos a las personas, de esos sectores sociales desprotegidos, a valorar las nutrientes, evitándoles de esa forma problemas en su salud. Nosotros dependemos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pero nuestros rubros apuntan a todos estos objetivos. Son objetivos que se ajustan exclusivamente a los preceptos del padre Uberfil Monzón. Preceptos humanos y sensibles. Pienso que  ha sido muy acertado por parte de la Presidencia de la República, dar esta dirección a Monzón, ha sido un nombramiento excepcional, porque le dio al Instituto una transparencia que por muchos años no tuvo, una transparencia moral y bajo todo punto de vista.