Jueves 9 Mayo 2024

Mientras en Montevideo, Uruguay, se siguen registrando coletazos -que salpicaron a altas personalidades del gobierno de Luis Lacalle Pou, que está previsto declaren en los próximos días en la fiscalía general de la Ciudad Vieja-  en el marco de una serie de investigaciones que lleva adelante la fiscal que tiene en sus manos el expediente en torno al caso del pasaporte que las autoridades uruguayas otorgaron al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset (documento con el cual se le habilitaba su partida de Dubai, donde se encontraba detenido, permaneciendo prófugo desde ese momento) este domingo que pasó, precisamente, la policía boliviana dio a conocer que Marset -en las últimas horas-  fue detectado en la región de Santa Cruz de la Sierra, y que al realizarse un vasto operativo para capturarlo, logró sortear el cerco policial secundado por su familia, compuesta por su esposa y tres hijos. Según informaciones procedentes de Bolivia, sería inminente que se dé con su paradero en el correr de las próximas horas, seguramente en el departamento de Cochabamba, lugar a donde puso proa en una camioneta blanca desde su guarida donde los policías actuantes -un grupo de elite especializado en la lucha contra el narcotráfico- realizaron un allanamiento que no arrojó resultados positivos.

Los medios de comunicación de la zona dieron a conocer esta noticia y en ese contexto el propio ministro de gobierno boliviano Carlos Eduardo del Castillo, en conferencia de prensa informó que en filas policiales se tenía la certeza de que en las próximas horas sería detenido. 

Mientras redactamos estas líneas toda la policía boliviana está literalmente comprometida en una serie de operaciones para dar con este ciudadano uruguayo narco que para darse a la fuga hubo recibido apoyo de parte de personas que lo protegían en el inmueble que fue allanado por uniformados de fuerzas de elite, uno de los cuales incluso fue tomado como rehén, viviéndose momentos muy tensos. No obstante, el operativo espectacular, que fue planificado y contó con el apoyo de no pocas reparticiones de seguridad, Marset logró ponerse a distancia de sus captores, pero igualmente las autoridades detuvieron a numerosas personas, incautándose celulares y vehículos.

Fuentes ministeriales informaron que la mujer que huyó con él es su esposa , también uruguaya, y está identificada como Gianina García Troche, y que van con la pareja además tres menores de edad, hijos de ambos.

Tomando en cuenta que Marset sería portador de valiosa información sobre sus actividades ilegales relacionadas con el narcotráfico internacional, que podrían estar estrechamente relacionadas con los grupos criminales del Paraguay y de Brasil, que están  bajo sospecha de estar vinculados con el asesinato hace un año atrás del fiscal Marcelo Pecci, el accionar policial se lleva a cabo con mucha reserva y especial interés de neutralizar toda evasiva del sujeto en cuestión, temiéndose de todas maneras, que quizás en su desesperada huida pueda poner en riesgo la vida de sus hijos. Sobre el punto, inclusive, no se descarta que quizás, si se ve rodeado por la policía, opte por entregarse a las autoridades actuantes.

En consecuencia, ahora el uruguayo y narco Sebastián Marset vive horas determinantes y prácticamente se sabe rodeado por la policía, que en el buen romance le estaría pisándole los talones. Además, y a juzgar por los hechos, seguramente no pocos dentro de su mundo delictivo tratarán de mantenerlo a distancia, dado que su presencia les significaría operativos policiales de magnitud y totalmente contraproducentes para sus intereses criminales.

Trascendió, además, de fuentes del gobierno boliviano, que Sebastián Marset estaba allí en ese país con otra identidad y que incluso estaba liderando un equipo de fútbol de segunda división de la región de Santa Cruz. Está claro que Marset estaba siendo protegido por personas de diferentes ámbitos, y el hecho de que lo acompañaba su familia hace pensar que quizás sus círculos de seguridad se debilitaron, no se sabe a ciencia cierta si por una cuestión circunstancial o por algunas diferencias con algunos integrantes o jefes de las organizaciones criminales con los cuales está vinculado. 

Lo cierto es que ahora, su clandestinidad ha quedado fracturada y la policía boliviana se encuentra movilizada, y tanto es así, que desde el gobierno se exhortó a la población a dar información sobre su paradero o sobre alguna pista que pueda definirse para llegar hasta él.

¿Le quedan las horas contadas? Todo indicaría que sí. 

Foto: @EDelCastilloDC / Twitter