medinasalvador430Homenaje al periodista paraguayo Salvador Medina, muerto por la mafia hace 17 años

Por Jorge Figueredo-9 de enero de 2018

En un camino arenoso y sinuoso, característico de la campiña paraguaya, emboscaron a Salvador Medina y Gaspar, su hermano. Fue el 5 de enero del año 2001, quince minutos antes de las ocho de la noche, cuando estaba oscureciendo. A Salvador, una bala le dio de lleno en el corazón. Cayó de la moto en la que se encontraba, agonizó unos minutos y murió, en brazos de su hermano. Su asesino fue el sicario Milciades Marlyn , que disparó otra vez. La intención era también acabar con la vida de Gaspar. Pero falló. Y en medio de la penumbra sobrevino un tercer disparo, pero el proyectil milagrosamente no explotó. Gaspar salvó su vida, Salvador la perdió. El sicario huyó amparado en las sombras de la noche.

Sin ninguna duda, el joven periodista Salvador Medina era un revolucionario; ya que segundos después de sentir el disparo que le perforó el corazón, tuvo el coraje y la fuerza necesaria para mirar a su verdugo y expresarle en el idioma guaraní "Che japireiete " (me disparaste sin motivo alguno).Luego de pronunciar estas palabras se apagó la luz de Salvador, en esta tierra. La oscuridad del crimen organizado y de la mafia ganó una batalla con su muerte. Pero no la guerra, que todavía continúa.

A casi dos décadas de su asesinato podemos sostener que el ejemplo de vida de Salvador Medina, es común con otros mártires revolucionarios que también murieron a manos de la mafia, como el periodista Giussepe Fava , en Italia; Santiago Leguizamón y Pablo Medina, en el Paraguay; Berta Cáceres , en Honduras; Chico Méndez, en el Brasil, y tantos otros. Hombres y mujeres desaparecidos físicamente, pero que viven en el corazón de miles de personas que con sus actos comulgan con sus ideas y con sus principios.

Hace 17 años, sobre la calle 1ero de Marzo de Capiibary , caía asesinado el periodista Salvador Medina . El autor material de su muerte, Milciades Maylin fue capturado oportunamente y luego condenado a prisión perpetua. Pero el pasado año salió de prisión con libertad condicional. De los ideólogos del crimen, ninguna captura y en consecuencia, solo impunidad.

Salvador Medina era director de la Radio Comunitaria" Ñemity" (que en idioma guaraní significa sembrar). Y fue eso lo que hizo: sembrar. Como periodista, como estudiante, como campesino, como obrero y como militante de las causas justas.

A lo largo de su vida sembró ideas y valores humanos sobre cómo debemos vivir para llegar a la "tierra sin mal" -que siempre buscaron nuestros antepasados guaraníes - esa tierra prometida donde prevalece la justicia , el buen vivir , el amor , la armonía , la paz , la solidaridad .

Salvador Medina fue un joven revolucionario, que en los pocos años que vivió -pues murió con tan sólo 27 años- nos demostró que era posible ser coherente, entre lo que uno pensaba y lo que uno hacía. Pues él siempre fue fiel a sus ideales a través de sus acciones de denuncia de la corrupción, el narcotráfico y el tráfico de rollos que asolaba al departamento de Capiibary . Jamás claudico de sus ideales. Era humilde. Tenía la sabiduría de un anciano de 90 años, pues a pesar de su juventud, en las conversaciones con los compañeros y amigos transmitía una paz interior , una belleza de valores eternos del cual siempre se vistió e intentó arropar a los demás. Jamás retrocedió, a pesar de la soledad de su lucha contra la mafia. Siempre fue alegre y optimista de que era posible vivir en una civilización nueva.

Aun cuando nunca se supo oficialmente quienes fueron los autores intelectuales del asesinato de Salvador Medina , nos queda su legado de integridad , de fuerza interior , de alegría de vivir , de compromiso militante de luchar contra el crimen organizado y la mafia , hasta el final, aún a costa de su vida

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Salvador Medina no ha muerto; no puede morir jamás

Sus ideales están vivos, y caminan a través de las acciones de los justos, de los perseguidos a causa de la denuncias contra la mafia; de los excluidos y marginados por esta sociedad, que también luchan contra el crimen organizado.

La mejor manera de recordarlo es hacer el máximo esfuerzo por intentar seguir sus pasos, sus huellas, y de ser conscientes, que a pesar de que no contamos con riquezas materiales, hemos recibido como herencia, de parte de éste pionero en la lucha contra la mafia en el Paraguay, valores eternos, de una riqueza extraordinaria. Valores que están más allá de lo visible.

Corresponde a cada uno, vestirnos de esos valores invisibles, e impregnarlos en nuestro corazón y mente. Y hacerlos visibles a través de la lucha militante contra la mafia. No es una tarea fácil, tampoco imposible, sólo es cuestión de poseer una fuerza de voluntad y amar la vida. La vida verdadera, echa de sueños, de luchas, de ideales, de denuncias, de compromiso militante y de buscar siempre la verdad y la justicia en el mundo de hoy.

Tal como lo hizo Salvador.

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*Foto de Portada: www.abccolor.com Salvador Medina

*Foto 2: www.abccolor.com.uy Milcíades Maylín