Ante el ultimátum del Palacio Chigi, el grupo controlado por los Benetton declaró que no aceptaba "las peticiones de la Caja de Depósitos y Préstamos destinada a tomar el control". La negociación "fracasó debido a la solicitud de la Caja de contar con algunas garantías -explica el diario- principalmente una indemnización legal sobre las disputas que pudieran surgir del juicio por el colapso del puente". Al sentirse expropiada, Atlantia "denunció el asunto en Bruselas". Que ayer, dijo el holding, respondió que estaba "preparando cuidadosamente las debidas acciones consiguientes".

En resumen, para el coloso, en el mejor de los casos podría "proceder con la venta de ASPI 'como parte de un proceso transparente y en condiciones de mercado'".

Pero ¿a qué mercado se refieren los hermanos Benetton? ¿Ellos que han ensangrentado las tierras de Argentina reprimiendo al pueblo mapuche, con el apoyo de la policía local, imponiendo una serie de vejaciones y robando tierras a los indígenas para alimentar sus negocios? ¿Un mercado de sangre, entonces?

Ahora esperamos confiados el resultado de las investigaciones del poder judicial para identificar a todos los responsables del desastre del puente Morandi. A los Benetton les gustaría lavarse las manos, descargando la responsabilidad en los ejecutivos de la empresa, pero los propietarios de ASPI también tienen su parte de culpa ya que, a pesar del aviso y la señalización del pilote 9, que luego colapsó, el puente no fue asegurado. Esperamos que estos poderosos señores sean investigados y juzgados, teniendo en cuenta que debido a la grave responsabilidad que puede acarrear su comportamiento (en nuestra opinión, se los podría imputar por homicidio culposo, debido a las muertes provocadas por el colapso) la prisión no está excluida.

Mientras tanto, podemos considerarlos los responsables éticos de la masacre del puente Morandi, y eso basta para que se vuelva intolerable su voluntad arrogante de dictar la ley rechazando las peticiones del Gobierno. Que no sólo son legítimas, sino fruto de una negociación demasiado generosa. Quitarles la gestión de las autopistas sin costo alguno, en un país normal, hubiera sido lo más justo, pero aun entendiendo la necesidad de negociar para "enviarlos a casa", sigue siendo difícil aceptar sus amenazas.

Una vez más los Benetton se muestran crueles y ávidos de dinero y la esperanza es que la espada del Estado pueda hacerse oír para infligirles el severo castigo que merecen por las responsabilidades que llevaron a la muerte de 43 personas inocentes.

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*Foto de Portada: © Imagoeconomica