Entrevista al director de cine, Fernando Romanazzo

“¡Yallah! ¡Yallah!”, la primera coproducción oficial entre Argentina y Palestina, dirigida por Fernando Romanazzo y Cristian Pirovano, fue uno de los temas abordados durante en el evento online de acción cultural por palestina “Derribando Muros”. 

Desde 1977, Naciones Unidas celebra cada 29 de noviembre el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino y justamente en esta fecha pudimos hablar con uno de los directores de la película, Fernando Romanazzo, quien nos ha contado en detalles lo que es vivir de cerca toda la opresión por parte del ejército israelí y ver como se da la ocupación sobre los territorios Palestinos. 

La película cuenta la historia de siete personas conectadas al fútbol que muestran desde su vida cotidiana cómo conviven y resisten la opresión y la ocupación de Israel en Palestina. El día a día de esas personas ligadas al fútbol se ve constantemente afectado por el sometimiento que vive Palestina por parte de Israel. 

Sin embargo, buscan la manera de vivir y sobrellevar todos los problemas de la forma más digna posible. 

Un casual encuentro en las calles de Palestina entre Cristian (co-director) y Mohamed, fueron el gran disparador de esta historia. Mohamed al descubrir que Cristian era argentino, entusiasmado, lo intercepta y le pide que se detenga que le tenía que pedir algo muy importante. Allí, en un pequeño café, dentro de un campo de refugiados, Mohamed le contó a Cristian que él tenía la fórmula para que Argentina salga campeón en el mundial de Brasil 2014 y que tenía que dársela a Sabella, el director técnico de la Selección Argentina de fútbol en ese momento. Desde ahí nace la idea de producir Yallah! Yallah! (en español ¡Dale! ¡Dale!).

Tanto en Argentina, como en Brasil hay chicos jugando a la pelota por todas las calles. Pero hay situaciones bastantes distintas, como, por ejemplo: en la mayoría de los países, un jugador de la selección tiene un cierto tipo de “privilegio” y eso no es lo que sucede en Palestina, allá es todo al revés. Allá,  un jugador de la selección o los jugadores, terminan siendo una especie de blanco del ejército israelí. Muchos de ellos han pasado por la cárcel más de una vez.  

-¿Por qué sucede esto? 

“En Palestina lamentablemente hay un record de detenciones, los israelíes las llaman detenciones administrativas; cualquiera que camina por la calle y no le cae bien al soldado puede ser detenido, no estas acusado de nada, pero tienes una reclusión de seis meses  que puede renovarse infinitamente. Hay gente que estuvo detenida 3, 4 o 5 años y gente que sigue detenida. La justicia israelí permite un abogado defensor, pero no permite a los testigos del acusado, toman como testigos a los soldados israelíes. A todos los habitantes del suelo palestino les sucede lo mismo y cualquiera que ose realizar algo que visibilice que en palestina ellos son seres humanos, directamente se vuelven blancos directos de los soldados israelíes. Porque una de las estrategias que tiene el sionismo, es la de crear el discurso de que los palestinos son terroristas, son fanáticos y etc. Si uno les muestra que en Palestina hay gente jugando al futbol, gente que quiere estudiar, y que hay universitarios, la sociedad empieza a darse cuenta de que no son terroristas, que son seres humanos, así como nosotros y eso les juega en contra de su estrategia”.

“Entonces cualquiera que pueda llegar a algo más allá de lo que es el territorio Palestino e Israelí, es considerado peligroso para el sionismo y es atacado directamente para que no pueda transmitir ningún tipo de mensaje. El hecho de jugar a la pelota en la calle, ¡es un acto de resistencia! Mismo con el miedo que te genera unos soldados ahí que tienen la posibilidad de dispararte, matarte y que nada suceda. Ellos no solamente van y le tiran piedras, algo que ha sucedido algunas veces, sino que van y les juegan a la pelota en la cara, en frente a los soldados. Esto literalmente fue el acto de rebeldía y resistencia que vi en ese momento. El futbol tomó el poder de la rebeldía, de la unión, de la fraternidad y del compañerismo”.

-¿Tuvieron algún conflicto con el ejército israelí mientras filmaban?

“Sí, tuvimos muchísimos problemas con los soldados israelíes, desde el momento que empezamos a filmar en Palestina, éramos unos palestinos más. Todos los problemas que pudimos haber tenido, no se compara ni un segundo a lo que les pasa a los palestinos diariamente, porque nosotros no estamos más en palestina, pudimos salir y ahora estamos acá, vivos. Cuando volvimos del primer viaje, en 2014, sucedió la masacre del bombardeo a Gaza y en Cisjordania, le gente había empezado a marchar y a protestar en contra de lo que estaba sucediendo. Durante la noche del bombardeo, el ejército israelí estaba haciendo redadas y en el barrio de nuestro compañero Mohamed, se quisieron llevar un chico de 15 años de edad y cuando él saltó para defenderlo le pegaron un balazo en el pecho y lo mataron.Eso para nosotros fue tremendo, nos dio una sensación de impotencia, salimos a marchar acá en la embajada, pero te sentís como que no haces nada, eso nos llevó mucho tiempo para entender que no podíamos hacer mucho más que la película. Esa muerte nos pegó muchísimo, pero nos ayudó a entender que somos finitos y tenemos un alcance limitado, tenemos que concentrarnos en las metas que nos ponemos para poder ayudar a visibilizar la situación del pueblo palestino”.

Ante el silencio del mundo, Israel lleva más de 70 años cometiendo crímenes contra los palestinos.

El apoyo de Estados Unidos junto al silencio de Francia, Reino Unido y de los gobiernos de Arabia Saudí y Egipto, sigue permitiendo que el sionismo cometa los más abominables crímenes contra el pueblo palestino y con total impunidad.

La impunidad del sionismo debe terminar y acá me refiero al sionismo como un concepto muy distinto al semitismo y al judaísmo.  Ya que, por parte de régimen israelí, en su construcción continua de mentiras, la denuncia y critica al sionismo como una ideología de ocupación y colonialismo, es comparable a conductas antisemitas o antijudías.

Los que saquean, ocupan y colonizan Palestina no son semitas, siendo así, entiendo que aún no puede haber antisemitismo al criticar la perversa ideología que los sustenta. La ideología formada por personajes nacidos en Europa, que, apropiándose de la religión judía y de otros mitos más, tratan de presentarla como algo sólido e indisoluble.

Combatir al sionismo, es combatir una ideología criminal, es un deber de todos nosotros los que creemos en la defensa de los derechos humanos.

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*Fotos: Our Voice

*Foto de Portada: Lucas Martín y Fernando Romanazzo