Ya están groseramente instalados los criminales en los sillones del poder. Ese poder codiciado desde tiempos pretéritos, en todo el mundo, y el Paraguay no ha sido (ni es) la excepción, solo nos resta denunciarlo y así de esa forma, crear conciencia ciudadana de que los males mafiosos, no son una metáfora ni muchos los romanticismos de la publicidad cinematográfica, por ejemplo de un filme emblemático como fue “El Padrino”, en los años setenta. Los corleoneses de aquella taquillera producción de Francis Cópola se multiplicaron por doquier y ensombrecieron la bella isla siciliana y la bota italiana, y como no fueron hechos para ser locatarios exclusivamente, también el mundo. Hoy el fenómeno mafioso es un fenómeno globalizado por inercia. La inercia de la indiferencia que hizo de chispa indispensable para que los fuegos e incendios de la malignidad mafiosa (premio Oscar de muertes y destrucciones de todo tipo y tenor, sin respetar fronteras) fuera arrasando hectáreas y hectáreas de tierras democráticas, pulverizándolas, para transformarlas en tierras propias, suyas o reducto de alimañas al acecho. Al acecho de hombres y mujeres; al acecho de instituciones; al acecho de jóvenes; al acecho de almas. Y al acecho de ciudadanos del planeta justos. Los justos que hay entre los operadores de justicia, entre los fiscales, entre los políticos, entre las fuerzas de seguridad, entre los sacerdotes, entre los dirigentes políticos, entre los periodistas, entre los jóvenes de Italia y del mundo, y entre el pueblo.

La grosería mafiosa, con su suciedad a cuestas, disimulada de dialécticas y cuellos duros, con las manos tintas en sangre bajo los impulsos del poder del dinero, y del poder por el poder mismo, que ya está recontra instalada entre nosotros: los latinoamericanos y los italianos, debió soportar el cimbronazo de una presencia ruidosa como la nuestra, pero para ellos molesta y hostil, porque saben perfectamente que la Antimafia es una fuerza opositora Quizás su enemigo número uno después de magistrados, fiscales y fuerzas de seguridad honestas. La Antimafia extendida más allá del Atlántico, como protagonista de una verdad a secas. La verdad de impulsar la justicia y decir basta al crimen estatal y a los gobiernos corruptos, que se dejan vencer por las mieles del poder financiero, que en definitiva los envuelve con promesas, con la calidad de vida, con el confort y la vanidad, transformándolos en prisioneros del crimen, y en cómplices de asesinatos, torturas, desapariciones y de todo tipo de atentados a la vida y al ser humano, al que poco o nada respeta.

La mafia paraguaya agazapada en las entrañas mismas de los gobiernos de turno, de hace muchas décadas atrás, hasta nuestros días, no tuvo alternativa de ser testigo de nuestro Primer Foro Internacional Pablo Medina, en el que la narcopolítica de ese país, de Latinoamérica y del mundo, fue sometida a una tomografía computada, la que no hizo otra cosa que desnudarla como uno de los males más repulsivos de la civilización moderna. Aquella civilización que se precia de ejemplar y avanzada, aunque de avanzada no tenga mucho, a juzgar por los evidencias y los frutos.

Mafiosos del Paraguay, sentados en sus casas y en sus sillones del poder nada pudieron hacer para evitar que salieran a la luz los trapitos al sol, vía online, vía streaming. El resultado fue una batalla ganada a la mafia local , porque desde las entrañas mismas de un Foro nacido desde la sed de justicia y desde los valores y la ética, de hombres y mujeres hastiados de tanta desvergüenza estatal, se les dijo en la cara que los jóvenes de Our Voice y del mundo, no se quedarán de brazos cruzados, ni tampoco el periodismo libre del Paraguay y del mundo, y de Antimafia Dos mil. Fueron muchas las voces de la región, que con el dedo acusador, y en cada tramo de sus intervenciones, visibilizaron las porquerías -que desde la criminalidad organizada- se instalan en las sociedades humanas, para violentarlas, deteriorarlas y socavarlas sin tregua. Pero nosotros que amamos la verdad y la honestidad en el desempeño de la función pública y en el desempeño de la vida parlamentaria, y que defendemos a los periodistas paraguayos y del mundo, asesinados por denunciar a los corruptos de sus respectivas tierras, no nos preciamos por permanecer callados. Y hablamos. Hablamos sin hipocresías y sin miedos, como periodistas de una Antimafia libre y codo a codo con los jóvenes de un Movimiento igualmente libre, como es Our Voice. Denunciamos. Independientes. Sin mordazas. Y hasta podríamos decir gritando como si estuviésemos en un desierto árido, lleno de espinas y de serpientes. Pero no optamos por callarnos. No optamos por la “omertá”. Optamos por hablarlo todo. En un Foro, que por lejos, seguramente marcará una antes y un después. Un Foro en el que además de homenajearse a nuestro mártir Pablo Medina, y a los demás mártires de la mafia del mundo, nos permitió evocar respetuosa y muy merecidamente la figura (y su intensa labor como periodista de la Antimafia argentina) del abogado Raúl Blázquez, que presa de una severa enfermedad falleciera a comienzos de este año. Un Foro que nos llevará irremediablemente a derrumbar los cimientos de los gobiernos corruptos.

Ponencias del Foro Pablo Medina: sin hipocresías

Giorgio Bongiovanni, periodista y director de Antimafia Duemila, desde Italia, fue directo y fue certero en sus apreciaciones: “Pablo es un maestro, porque es vivo; viven sus ideas, vive su alma para los creyentes. Viven sus enseñanzas. Pablo es un maestro en periodismo, un reportero. Muy eficaz, profesional. Que tiene el alto sentido de la justicia, y de los valores de la hermandad, del nacionalismo patriótico paraguayo. Este sentimiento que lleva a la gente hacia el desarrollo de la sociedad, hacia el trabajo. Este es un país que no tiene justicia, es un país que ha sido, siempre, gobernado por corruptos, por mafiosos, por narcos.Pablo fue abandonado por el mismo diario en el que escribía. El dueño del diario no se ocupó de protegerlo. Los dueños de los grandes diarios son, en la mejor de las hipótesis, moderados, y terminan haciendo pactos y tratativas con los grandes potentes.La dirección y los propietarios de este diario, no protegieron a Pablo. Pablo, fue traicionado por el gobierno de este país. Los culpables, los asesinos y sus familiares, involucrados en el delito, que hoy en día están siendo procesados, son tan solo títeres. Son asesinos en serie, narcos, testaferros de potentes mucho más grandes que ellos. Pablo seguía una pista, una investigación que llegaba a la política.”Neneco” Acosta estaba vinculado a políticos, que, pese a no figurar en las primeras líneas, tenían vinculaciones con los grandes narcotraficantes del Brasil y, lamentablemente, también con las mafias italianas. Pedimos justicia para Pablo. Seguimos dando testimonio de su martirio, y el de su familia, que han dado en sacrificio también a sus hermanos. Eran personas que Dios mando a la tierra para enseñarnos un camino de honestidad, de profesionalidad. Un camino de búsqueda de la justicia y de la verdad.Pablo Medina, sigue en nuestro corazón, y sigue siendo un emblema para las generaciones futuras. Abrazo a los familiares de Pablo, a sus hijos, a sus amigos que están ahí. Al ex fiscal Figueredo, a Omar Cristaldo (activista social), a todo el grupo humano que trabaja allí, junto con los jóvenes de Our Voice. También abrazo a todos aquellos que dan testimonio de la labor, de la misión y del martirio de Pablo Medina. ¡Hasta la victoria Pablo! Siempre, siempre, siempre”.

Matías Guffanti, Coodinador del Movimiento Our Voice, aportó la voz de los jóvenes del mundo y del Movimiento, poniendo énfasis en la figura de Horacio Cartes y de otros personajes de la región: “La narcopolítica es un tema de nivel mundial. Pablo Medina revelo un entramado delictivo vinculado a la política, y grandes familias. A medida que avanzamos en esa línea de investigación encontramos la necesaria participación de sectores de las fuerzas de seguridad, de los servicios de inteligencia, del sistema financiero y bancario, no solo a nivel local. Las organizaciones mafiosas de Italia son un punto de referencia para estas redes delictivas. Podemos asegurar que en nuestros territorios no vivimos en democracias. Ni en Argentina con el gobierno de Fernández, ni en Brasil con el gobierno de Bolsonaro. Tampoco el gobierno de Luis Lacalle Pou en Uruguay. Estos son gobiernos con políticas adaptadas al narcotráfico, a las medidas que el narcotráfico necesita. Son gobiernos subordinados a estos grupos económicos y a este sector ilegal que se extiende con cada vez más fuerza. Por culpa de estas políticas y por culpa de un sistema judicial completamente dependiente del poder político e indiferente ante todos estos crímenes, ante todos estos martirios y ante todo lo que está sucediendo en los barrios. Indiferente con los jóvenes, con los pobres y con todas aquellas personas que están sufriendo las consecuencias de estas falsas democracias. Cuando hablamos de Pablo Medina necesariamente tenemos que hablar de Horacio Cartes. Este ex presidente es totalmente cómplice de este asesinato. Es responsable del asesinato Pablo Medina. Es una persona a la que tenemos que enfrentar como pueblo. Es un personaje siniestro y sangriento. Pero no está solo, no termina en él la trama. Horacio Cartes es un personaje vinculado a poderes internacionales, su relación con el ex presidente argentino Mauricio Macri. Su relación con la red de lavado de dinero dirigida por Darío Messer, investigada en la mega causa Lavajato que se lleva adelante en Brasil. Cartes también está siendo investigado en Estados Unidos y en Suiza. Dentro de las revelaciones que hizo públicas Julián Assange, Cartes aparece vinculado a un gran traficante de efedrina del Cartel de Sinaloa, Jesús Martínez. Las políticas de “La” política y el silencio del sistema judicial están asesinando a toda una ciudadanía en el mundo entero. El narcotráfico está gobernando nuestros territorios, y el narcotráfico es gobernado por los grupos económicos que están en este momento gobernando el mundo entero. Tenemos que ir en contra de esa estructura y tenemos que hacerlo a través de una lucha política y cultural. Debemos luchar a través de la juventud y de todas las herramientas que como sociedad logremos tener. Si no logramos un sistema judicial que tome la responsabilidad de asumir una postura para tomar medidas por las muertes de todos estos mártires, tenemos que hacerlo nosotros. Nosotros como jóvenes y nosotros como ciudadanos tenemos que tomar esta responsabilidad. Tenemos que tomar el Estado, tenemos que tomar la política, tenemos que tomar la justicia. Tenemos que exigir a los funcionarios públicos, como la diputada Cristina Villalba (del Partido Colorado paraguayo), como el ex gobernador de Canindeyú, Alfonso Noria, o como el ex presidente Horacio Cartes, como el actual presidente Ado Benítez y a todos los funcionarios de Paraguay (como de todos los demás países) que están ensuciando las sillas de Estado, que sepan que estas son sagradas. Que las están manchando con la sangre que tienen en sus manos. La sangre de nuestros mártires, de nuestros amigos, de nuestros hermanos. Con fuerza, con coraje tenemos que sacar a estos usurpadores que sostienen un sistema corrupto que nos somete y que nos esta asesinando. Los periodistas que participan de este Foro, como Jorge Figueredo o Georges Almendras, son personas que arriesgan sus vidas todos los días. Arriesgan sus vidas porque están solos peleando una batalla gigantesca contra un enemigo poderoso. A este enemigo se lo vence junto. Unidos como pueblo en contra de este sistema criminal, sin banderas políticas porque están todas sucias. Debemos hacerlo desde los valores humanos, que debemos defenderlos como única bandera de libertad, para todos nuestros pueblos. Este es el trabajo que se está realizando, desde Our Voice en Italia. Donde se está apoyando a jueces y fiscales, independientes, que verdaderamente hacen la lucha. A sectores del Estado que verdaderamente está funcionando como Estado. Debemos tomar el Estado, que es nuestro”.

La fundadora de Our Voice, Sonia Bongiovanni encaró en el evento, subrayar no solo el trabajo de Pablo Medina, sino además la mafia siciliana, cuya nefasta presencia en su tierra, hizo que tuviera la fuerza suficiente (siendo apenas una adolescente, hoy tiene 19 años) para crear, con otros adolescentes, un Movimiento que hoy vive muy importantes instancias a través del arte y de las movilizaciones en las cuales participa, en varias partes del mundo: “En Italia se encuentra el corazón de la Mafia. En particular la ‘Ndrangheta, de la zona de Reggio Calabria, que es la organización que mayor injerencia tiene en el narcotráfico latinoamericano. Sicilia es una región históricamente golpeada por los atentados y las masacres, y debemos entender que esa misma sangre de nuestros padres, de los padres de nuestra patria, es la misma sangre que las de las madres y padres que lucharon en Latinoamérica y que siguen luchando hasta el día de hoy. Nosotros, en Italia, estamos apoyando a estos jueces y fiscales, que siguen luchando, y a periodistas verdaderos como lo era Pablo Medina.Siento que Pablo es un padre para todos nosotros, es un mártir que está cerca de nuestra lucha, y de todos los justos que están en la batalla contra la mafia y el poder mundial. Nosotros gritamos que la Mafia se esconde dentro del poder económico mundial. La ‘Ndrangheta factura 70 billones de euros cada año. Esta Mafia, se esconde detrás de las finanzas, detrás de la economía, detrás de la política, no solo italiana, sino también a nivel internacional. Desde Our Voice queremos informarnos y saber, dejar de ser ignorantes y poder denunciar a los responsables. Y mostrarles a ellos la fuerza de la juventud. Este reclamo lo hacemos a través del arte y de las pasiones. A Pablo Medina no lo mato solo “Neneco” Acosta, y los autores materiales del homicidio. También lo mato la política y el sistema judicial mafioso y corrupto, que no está indagando, condenando a los verdaderos autores del crimen de Pablo y de decenas de homicidios más en Paraguay. La misma mafia que mata en las calles de Palermo, es la misma que está matando a nuestras hermanas y hermanos allá. No nos vamos a rendir. La prensa que no habla de estas situaciones es una prensa mafiosa, deberían mostrar a la ciudadanía quienes están detrás de los homicidios. Vivimos en una dictadura enmascarada, esto no es una democracia. El actual presidente (Mario Abdo Benítez) es el hijo del secretario de Stroessner. Entones la línea es la misma. Somos un único planeta, somos un único pueblo que se levanta y que se va a seguir levantando. Antonia Almada (que fue asesinada junto con Pablo Medina), tenía al momento del asesinato, mi misma edad. Tenía tan solo 19 años. A lado de Antonia y de los jóvenes que están en Chile, en Paraguay, en Argentina, gritando en las calles. Yo quiero hacer lo mismo junto a todos nuestros jóvenes. Queremos romper la impunidad y la omerta, omerta que vi en Paraguay y en los países latinoamericanos, y que vi en Palermo. No podemos seguir aceptando que estos poderes ocultos sigan existiendo”.

Otro de los participantes del Foro fue el juez argentino Dr. Juan Alberto Rambaldo, quien ahondó sobre la criminalidad de su país, reclamando puntuales investigaciones: “Me quedan un montón de interrogantes, sobre temas que no han sido tomados con criterio, por parte del gobierno de la República Argentina. La investigación hecha por el juez Jorge Rodríguez, sobre las actividades de Enrique Santos, que es hijo de la diputada Lilita Carrió, el cual fue vinculado al contrabando de drogas en México. El tribunal de la provincia del Chaco, de manera completamente ilógica le permito salir del país. Es necesario que se investigue el encuentro que tuvo el ex presidente Mauricio Macri, con su par, Horacio Cartes en Paraguay.Quiero destacar las declaraciones del investigador de origen calabrés, Rocco Carbone, sobre las vinculaciones de la “Familia” Macri, con la ‘Ndrangheta. Por último, resaltar la aparición de un helicóptero ploteado con las insignias de la policía de la provincia de Buenos Aires, en un allanamiento antinarcóticos en Paraguay. Alguien, inevitablemente, tuvo que estar involucrado, de manera corrupta, para que esto pase”.

El ex fiscal Paraguayo Jorge Figueredo, y además redactor de Antimafia se ciñó a la realidad de su país, con una visión muy incisiva, particularmente respecto al entramado delictivo existente alrededor del crimen de Pablo Medina: “La muerte de Pablo Medina, un justo que trabajaba por liberar al Paraguay de la dictadura mafiosa, no debe quedar en vano. Como manifestaron Sonia Bongiovanni y Matías Guffanti, lo grave en el Paraguay en este momento es que estamos viendo que la narcopolítica y la mafia se han fortalecido en los últimos años. El principal responsable moral del asesinato de Pablo Median es Horacio Cartes y sus súbditos que forman parte de su entorno político y económico. En los últimos años y hasta la actualidad vienen realizado acciones que atentan contra las diversas instituciones del Estado, y contra la democracia, al someter al poder judicial, al ministerio publico fiscal, a la cámara de diputados, a los organismos extra poderes, como el jurado de enjuiciamiento a magistrados. Este sometimiento lo realizan para defender sus propios intereses criminales. Estas acciones antidemocráticas, como la de expulsar o suspender a una parlamentaria crítica (se refiere a Celeste Amarilla, ndr), solamente por denunciar que los partidos políticos, que la mayoría de los diputados, reciben financiamiento de las actividades ilícitas. Esto es un atentado contra la democracia, contra el estado de derecho. Estas acciones arbitrarias y autoritarias de parte de Horacio Cartes y una elite, pretenden liquidar toda resistencia institucional y ciudadana en el Paraguay. Su fin es construir una nueva dictadura, una dictadura mafiosa, sustentada en un pacto entre la Mafia y sectores corruptos del Estado, con la complicidad, lamentablemente, de una parte, del pueblo paraguayo. Los ciudadanos honestos del Paraguay y Latinoamérica, no podemos permitir que una pequeña minoría, constituida por criminales de alto nivel, cometan un asalto autoritario a la Republica, para convertir al Paraguay en un Estado Mafia. A Pablo lo mataron porque como sociedad lo hemos dejado solo. A Pablo lo mataron porque como sociedad no lo hemos protegido. A todos los que amen la justicia, todos los que amen una sociedad sin drogas, a toda la ciudadanía les hago un llamado. Un llamado a nunca más dejar solos a ningún luchador, a ningún justo como Pablo Medina. El pueblo paraguayo y latinoamericano no puede permitir que una nueva dictadura se instale en el Paraguay, mucho más cruel, sanguinaria y corrupta que la de Stroessner. Cada uno de los ciudadanos honestos, que amamos la verdad, tenemos que transformarnos en una muralla viva de protección, en defensa de aquellos hombres y mujeres justos que en estos momentos están arriesgando sus vidas, no solo en el Paraguay, sino también en la Argentina, en el Uruguay, en Italia, y en el resto del mundo. Se están denunciando a los corruptos, a los corruptores, se denuncia el casamiento de la Mafia narcotraficante con sectores corruptos del Estado paraguayo. Debemos unirnos todos los hombres y mujeres justos, estrechar filas alrededor de ellos. Solo así podremos fortalécelos en su lucha por la verdad y la justicia. Evitaremos que sigan siendo asesinados nuestro mejores hombres y mujeres en manos del crimen organizado y la Mafia. Urge una revolución civil y cultural, en el Paraguay, en Latinoamérica y en el mundo. Solo así podremos alcanzar alguna vez erradicar definitivamente de este país la narcopolítica y, por ende, la mafia. Tenemos que ser la resistencia, resistir, resistir hasta el final”.

Emilia Cardoso, del Movimiento Our Voice y moderadora del Foro, hizo su tiempo para aportar una importante conclusión, en términos de participación ciudadana: “Debemos participar, tomar las calles con rabia, para frenar estos flagelos. Los narcotraficantes y los políticos, así como los profesionales que operan dentro de las redes delictivas, son personas que nacen dentro del seno de la sociedad. Hay una cultura de la criminalidad, es una cultura que avala que, por acción u homicidios, permite que todo esto suceda. Como ciudadanos tenemos mucho trabajo por hacer. Los jóvenes, de las ciudades, de los barrios marginales, que son los lugares más afectados, así como también en las zonas rurales donde los campesinos son forzados a trabajar en los campos de los narcotraficantes, todos los jóvenes debemos prestarnos a dar una lucha contra este sistema. Debemos ser ciudadanos bien informados”.

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*Foto de Portada: www.antimafiaduemila.com / Encuentro entre Giorgio Bongiovanni y Pablo Medina a mediados del año 2000, en Asunción, Paraguay, oportunidad en que Pablo profundizó el reclamo de justicia tras el crimen de su hermano Salvador Medina.