andres volpeViolentos ataques a la prensa durante las protestas en EEUU

Por Andrés Volpe – 7 de junio de 2020

Los hechos hablan por sí solos. Eliah, un niño de 10 años de edad, juega al baloncesto en la parte delantera de su casa. En un momento dado, deja su pelota, parece que vio algo. Un coche de Policía aparece por el lado izquierdo de la calle y el pequeño se esconde. Cuando ve que el vehículo pasa de largo, sigue jugando tranquilo.

Su padre observó la escena desde el interior de la casa, ubicada en Connecticut. Hace unos días publicó el vídeo en Instagram, una decisión que según él no ha sido fácil y que ha ido acompañada de una profunda reflexión que ejemplifica el temor que la población tiene en este momento a las autoridades, en una institucionalización del miedo que no entiende de clases sociales.

Tal vez fue un error, un poco de gas por aquí, otro poco de gas por allá, quizás una bala perdida. Pero es difícil imaginar que más de 400 “errores” denunciados formen parte del comportamiento común de una fuerza de seguridad. A estas alturas del partido, la represión y el restablecer el orden parece ser una prioridad. El problema es de qué tipo de orden estamos hablando y para quien, ¿será para lograr un orden más republicano? ¿O será por un orden más blanco? .Todo puede pasar por estos días en el país de la libertad, que si de eso hablamos solo ha quedado la palabra, o la estatua, que ya ni siquiera en estos momentos puede usarse de atractivo turístico. Las redes sociales estallan de videos de abusos policiales contra los manifestantes y transeúntes, algo que se ha vuelto cotidiano.

Indudablemente toda la atención en este momento la tiene la prensa, y la frutilla del postre se lo han llevado nuestros colegas de la CNN que transmitiendo en vivo las protestas de Minnesota y ante la sorpresa de los conductores del programa, dos oficiales se llevaron a su mobilero Omar Jiménez y sus asistentes, algo nunca antes visto. Ni siquiera en plena dictadura argentina se vio algo semejante, cuando el periodista holandés FritsJelle Barend (que fue enviado por la revista VrijNederlandal para cubrir el Mundial de 1978) salió ileso tras entrevistar frente a la casa de Gobierno y ante la presencia de los militares, a las madres de plaza de mayo.

Las alarmas se encendieron en los organismos de derechos humanos, que alzaron su voz con justa razón ante los hechos acaecidos en las últimas jornadas de protestas contra la muerte de George Floyd y ahora con el asesinato de Rayshard Brooks.

Más allá de la formalidad secular que rodea a la prensa norteamericana, decidieron salir del molde unos instantes y cubrir de lleno las manifestaciones en todo el país. Donald Trump, cuya guerra contra la prensa es más que explicita, parece que decidió jugar el retruco y mandar a reprimir puertas adentro a sus propios periodistas y a los extranjeros de paso, algo que muy poco había trascendido hasta ahora, pero que en este momento toma un color muy particular. De hecho la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA) y el Foro Mundial de Editores enviaron una carta al primer mandatario en la que le reclaman un compromiso real e “inquebrantable” con la libertad de prensa. Pidiendo a Trump una misiva que condene “enérgicamente” los ataques que han sufrido centenares de periodistas. Lejos de tener dicha actitud exigida Donald Trump acusó a los "Los Medios de Comunicación Parciales están haciendo todo lo posible para fomentar el odio y la anarquía. ¡Así como todo el mundo entiende lo que están haciendo, que son NOTICIAS FALSAS y gente mala de verdad con una agenda enfermiza, podemos trabajar fácilmente más allá de ellos a través de la GRANDEZA!".

También se pronunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, "Cuando atacan a los periodistas, atacan a las sociedades", afirmó. "Ninguna democracia puede funcionar sin libertad de prensa ni ninguna sociedad puede ser justa sin periodistas que investiguen los errores y le digan la verdad al poder".

Por otro lado el presidente de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), Christopher Barnes, expresó, a través de un comunicado de prensa, que "si bien los periodistas conocen los riesgos a los que se exponen durante la cobertura de protestas sociales, en la mayoría de los casos denunciados, la prensa debidamente identificada, se convirtió también en objetivo de la policía y manifestantes".

Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, subrayó que "cuando se agrede a la prensa se afecta el derecho del público a recibir noticias" e instó a que se garantice la libertad de prensa.

Por dicho pronunciamiento la SIP junto a otras 96 organizaciones de prensa y periodistas; medios y empresas periodísticas, y organizaciones no gubernamentales, firmaron una carta del Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa (RCFP por sus siglas en inglés), enviada a la Policía y a autoridades estatales de Minnesota, reclamando por el maltrato a periodistas.

Para entender porque no es una puesta de escena de los medios para fomentar el odio como exclamaba la casa blanca a las pruebas nos remitimos: El US Press Freedom Tracker ha registrado más de 300 incidentes con periodistas desde el inicio de las protestas. Se han producido al menos 49 detenciones de periodistas, 69 ataques físicos, 43 de ellos realizados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y 77 ataques con proyectiles antidisturbios.

El periodista del 'Minneapolis StarTribune', RyanFaircloth, se encontraba en su vehículo cuando el coche recibió el impacto de una bala de goma. "El cristal estalló frente a mi rostro y mi cuerpo. Tuve sangre en mi cara y en un brazo" manifestó.

El corresponsal de Nine News Australia Tim Arvier fue detenido y registrado sin que se le dieran motivos al respecto mientras cubría la protesta en Minneapolis. Tanto él como su camarógrafo fueron esposados y retenidos temporalmente por las fuerzas de seguridad.

La fotógrafa independiente Linda Tirado ha perdido para siempre la visión en un ojo tras recibir el impacto de una bola de pintura lanzada por la Policía.

Por su parte, la periodista de 'Los Angeles Times' Molly Hennessy-Fiske ha denunciado que un policía de Minnesota disparó a quemarropa una lata de gas lacrimógeno contra ella y contra su equipo mientras cubría una protesta contra una comisaría de la ciudad.

El periodista de MSNBC Ali Velshi recibió el impacto de una bala de goma en la pierna y aseguro que "la Policía del Estado, con el apoyo de la Guardia Nacional comenzó a disparar gases lacrimógenos contra una protesta pacífica sin provocación alguna". También fue arrestado temporalmente un fotógrafo de la cadena WCCO, una estación local de CBS, tras ser alcanzado con una bala de goma.

El periodista del medio digital Vice Michael Anthony Adams y el corresponsal de la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti Mijaíl Turguiev también han denunciado agresiones policiales. Adams aseguró que un agente de Policía lo arrojó al suelo mientras otro lo roció con aerosol de pimienta cuando se encontraba inmovilizado.

"Los periodistas que estábamos cubriendo las protestas en Minneapolis fuimos atacados con gas pimienta, granadas de aturdimiento, porras y gases lacrimógenos. Teníamos a la vista las cámaras, los carnets de prensa y éramos claramente identificables como prensa. Acabé con cuatro puntos", denunciaba Ed Ou, de la NBC, en Twitter.

"Necesito ayuda. Soy periodista. Por favor, necesito ayuda", afirmaba Ou mientras pasaba sangrando cerca de los agentes.

En Louisville, Kentucky, una periodista y el camarógrafo fueron disparados en directo con balas de pimienta. "¡Ah, me están disparando!", grita. Los dos periodistas no estaban dentro de los disturbios y no había confusión posible.

La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos fue adoptada el 15 de diciembre de 1791, como la primera de las diez enmiendas de la Carta de Derechos y prohíbe la creación de cualquier ley que reduzca la libertad de expresión, que vulnere la libertad de prensa y que interfiera con el derecho de reunión pacífica.

Luego de haber surcado todo este melodrama, solo cabe a los norteamericanos y a la opinión pública mundial preguntarse si una sociedad puede estar siendo subyugada y no darse cuenta y aceptar el orden establecido como moneda corriente, más allá de los estallidos sociales de turno, de las heridas sin cerrar, de las disputas clasistas históricas y de las injusticias permanentes.

Algo por el estilo reflexionaba Umberto Eco el 24 de abril de 1995 en la Universidad de Columbia, New York.

“El Fascismo está aún a nuestro alrededor, a veces con trajes de civil. Puede volver todavía con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo. Vuelvo a darle la palabra a Roosevelt: «Me atrevo a afirmar que si la democracia americana deja de progresar como una fuerza viva, intentando mejorar día y noche con medios pacíficos las condiciones de nuestros ciudadanos, la fuerza del fascismo crecerá en nuestro país» (4 de noviembre de 1938).Libertad y liberación son una tarea que no acaba nunca. Que éste sea nuestro lema: “No olvidemos”.

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*Foto de Portada: www.elcomercio.pe