georges almendrasPor Jean Georges Almendras -26 de abril de 2020

La noticia del deceso del periodista y escritor Giulietto Chiesa ha sido una zancadilla del destino. Un verdadero traspié. Una bofetada. Una pérdida. Una ausencia inesperada, literalmente.

En consecuencia, nos sentimos en la obligación de darle una combativa despedida. Una despedida a un militante íntegro. A un militante de la lucha por la verdad. A un periodista de la vieja guardia. A un periodista de la vanguardia identificado con la resistencia. A un emblema de la libertad de expresión que formaba parte de nuestra familia periodística en su tierra natal, en Europa y en América Latina donde sus escritos, eran incisivos a la hora de marcar (denunciar) la realidad del mundo, y eran fuente de sabiduría. La sabiduría de un estudioso de la comunidad humana, del activismo social y de la política internacional.

Estoy hablando de Giulietto Chiesa, quien en la madrugada de este día (fruto de una afección cardíaca súbita, y a la edad de 79 años) se fue de este planeta, a la eternidad del universo (y a la eternidad de nuestros corazones y de nuestra alma).

Lo conocí personalmente hace ya algunos años en la ciudad de Rosario, Argentina. Lo recuerdo con el cariño que se puede sentir por un personaje, quien sin fronteras, y descollante por su naturaleza humana ( por su personalidad) fue en sí mismo un despliegue de conocimiento: el conocimiento del pensador; el conocimiento del hombre de prensa reflexivo y portador de una visión del mundo, muy particular (después de una extensa trayectoria como periodista en su país, y como corresponsal del diario L’Unita en la Unión Soviética -por veinte años- como euro parlamentario, y como director de Pandora TV) que un buen día (y sin mucho trámite) se acercó a nuestro reducto de lucha, abrazando nuestras ideas, y entablando un profundo vínculo profesional y humano con nuestro director Giorgio Bongiovanni y con cada uno de nosotros (y me incluyo), que lo considerábamos parte activa y dinámica de nuestro compromiso con la justicia .

Giulietto Chiesa fue (y seguirá siendo) faro de su generación y del Movimiento Our Voice. Giulietto Chiesa, seguirá siendo faro de las almas que bregan y batallan para cambiar este mundo.

Vaya nuestro muy sentido homenaje a un combatiente, cuya pluma y cuyas palabras, hoy especialmente (como ayer) exaltan la fibra humana para despertar en conciencia, sin perder el horizonte de la justicia social y de la ética militante, fundamentalmente sin excluir a los jóvenes del mundo (y de Our Voice) a quienes les aportaba ideas y herramientas para que continuaran la lucha de los hombres sedientos de libertad, en estos dramáticos momentos de la humanidad. Esta humanidad descontrolada por los poderosos intereses económicos que rigen al sistema político mundial, desatando diferencias y exclusiones nefastas.

¡¡Gracias Giulietto Chiesa, que estás ausente, pero estás más presente que nunca!!

---------------
*Foto de Portada: www.antimafiduemila.com  /Giulietto Chiesa y Giorgio Bongiovanni.