El pasado 7 de marzo algunas de sus fotos se expusieron en la Crumb Gallery de Florencia a través de la exposición Cuerpo de mujer, que continuará hasta el día 7 de abril. La galería está dirigida sólo por mujeres: Lea Codognato, Rory Cappelli, Emanuela Mollica y Adriana Luperto. Veintitrés imágenes para contar el cuerpo de las mujeres. "Al natural –subraya Letizia– las mujeres como son, no como a los hombres les gustaría. No están en actitudes sexys o en poses falsas de set masculinos, mucho menos encerradas en patrones o cánones. Mujeres de veinticinco a setenta años, cuerpos que no temen al desnudo".

Y es a otra mujer, Elena del Santo, que la fotógrafa, galardonada en todo el mundo, explica un concepto muy simple: "El arte en general puede hacer mucho, música, cine, arte visual, cualquier cosa, pero debe ser revolucionario o no existe. No es nada. La creación intelectual que no atraviesa las paredes, los muros, no sirve de nada". "Yo empecé en Palermo. ¿No le parece una elección revolucionaria y política?".

La vida política de Letizia Battaglia es decididamente intensa y apasionada, tal como ella. "Fui concejal municipal –le recuerda a la periodista– asesora de los Verdes (con la junta de Leoluca Orlando), diputada (en 1990), pero hoy no lo extraño porque encuentro que la política en las instituciones es cruel, siniestra y egoísta. Pero cada cosa que hago es política. Dirigir el Centro Internacional de Fotografía es un compromiso político: hacer crecer a la gente, alimentar la cultura, esto es hacer política. Dirijo una revista llamada Mezzocielo, trabajo con un grupo extraordinario de mujeres: no es vanidad, no es poder porque no me pagan, sino política. Para mí, la política está cambiando al mundo. Dentro de las instituciones es difícil cambiar al mundo si la cultura no cambia". Y son las mujeres las que pueden hacerlo, absolutamente. "Tengo un desprecio bastante profundo por el hombre –continúa Letizia–. El hombre solo ya no puede hacerlo, ya no podemos delegar en los hombres para administrar la Tierra. La Tierra está ardiendo, las mujeres tenemos el deber, no el derecho, de administrar la mitad del mundo. Tenemos que ensuciarnos las manos y trabajar duro, cada uno en su campo. Quien tiene 30 años debe hacer política. Veo mujeres fantásticas que no tienen un papel importante en el Parlamento. Tal vez deberían atreverse más, creer más en sí mismas". Atreverse, luchar, amar y fotografiar al mundo, en cada rincón. "No importa la máquina ni el método –reitera con fuerza– importa lo que tienes en tu cabeza, en tu corazón y en tu experiencia. Debes ser capaz de encontrar esa empatía entre ti y el mundo, por cualquier medio. Puedes escribir un poema en la computadora y ser una mierda, puedes escribirlo con un bolígrafo y ser algo maravilloso. La fotografía es igual. Lo importante es que tengas un proyecto interior, revolucionario y con talento artístico". Un proyecto revolucionario que vibre intensamente allá donde la belleza toma forma. "Es transcendental que los jóvenes entiendan la importancia de ver florecer la belleza", me había dicho hace unos años y la fuerza inagotable de sus palabras se percibe hasta el día de hoy.

"Me gustaría hablar siempre con los jóvenes para decirles que se puede, se puede, se puede... la vida es maravillosa, este mundo es un lugar hermoso para estar si no hubiera guerras, injusticias, si no hubiera abusos, todo sería muy bello. Sería muy fácil administrar la Tierra con justicia, sin fronteras, sin diferencias por el color de piel, sin divisiones entre bellos y feos, enanos, lisiados... todos somos criaturas de esta tierra...".

Sí, Letizia, todos somos en verdad criaturas de esta tierra, tal vez algún día podamos hacerlo realidad. Y cuando ocurra, será también gracias a ti.