Es importante dar una batalla ideológica desde los medios de comunicación, expresan. Por eso lo hacen a través de La Izquierda Diario. Hoy, en Uruguay, el frente de lucha choca con la dicotomía de pactar con el gobierno de derecha en ciertas políticas o presentar batalla, como está pasando actualmente en Chile.

Si tomáramos breves periodos de tiempo de la vida de Trotski sólo hasta el año 1905, según plantea Itzaicoichters, uno de sus principales biógrafos, alcanzaría para pintar la vida de una gran personalidad de fama mundial. A los 17 años empezó su vida militante. Ya en 1896 había dos grandes corrientes en Rusia, una era la de los populistas que planteaban que la caída del zarismo se haría por la acción del campesinado, y la otra era el marxismo que planteaba la idea de una revolución con protagonismo de la clase obrera. Trotski es populista por un año, después se enrola en las filas de la social democracia, es el presidente del soviet de Petrogrado en 1905, padeciendo años más tarde la cárcel y el exilio, además de la toma del poder en Rusia, la construcción del ejército rojo en la guerra civil y dar la batalla contra la invasión de 14 ejércitos imperialistas. A principios del 1900 ya era una de las principales plumas del periódico Izkra (la chispa) principal medio de la social democracia rusa.

Hay que entender a Trotski como parte de una generación de marxistas clásicos durante la cual se destacan Vladimir Lenin, Rosa Luxemburgo y más adelante el italiano Antonio Gramsci, los cuales merecen un necesario estudio sobre su vida porque todos aportan a la historia del movimiento socialista y a la historia del movimiento obrero.

En 1905 Trotski participa de la revolución y saca una conclusión que en ese momento para el marxismo era muy novedosa y a su vez era bastante herética con respecto a la tradición marxista. Hasta ese entonces los marxistas pensaban que la revolución iba a venir en los países más avanzados, en Alemania o Inglaterra. En 1905 con la revuelta popular contra el zar, la burguesía liberal anunció que deseaba pactar con el zar más que hacer una revolución. Los marxistas pensaban que la revolución debía ser dirigida por la propia burguesía. Lenin planteaba que los revolucionarios eran los campesinos. Trotski en cambio, creía que la revolución se debía dirigir desde la clase obrera.

Uno de los aspectos más destacables de su vida es que a pesar de todo su bagaje cultural y conocimiento y de poder quedarse en su casa a teorizar sobre la revolución, haya dedicado sus últimos años en fortalecer a las revoluciones en Alemania y Francia, en distintos países alrededor del mundo donde había trotskistas interviniendo y él se mandaba correspondencia con todo el mundo. De hecho, de esa época se conocen de Trotski grandes textos. En 1923 el instituto Marx y Engels se propone editar sus obras completas que iban a tener 24 tomos y del año 23 al año 30 escribió sus obras más conocidas. Era tan grande su capacidad que era capaz de escribir en 9 idiomas.

Otra arista principal del pensamiento trotskista se centra en el concepto de la revolución permanente de carácter internacional contra el concepto de Stalin de socialismo en un solo país. Trotski creía que la burguesía de los países subdesarrollados era incapaz de llevar a cabo la revolución democrática debido a varios factores que él describe en sus 14 tesis presentadas sobre el tema, factores como debilidad histórica y dependencia del capital imperialista. Por tal motivo es la clase obrera la que debe conducir a la nación hacia la revolución, conjugando políticas democráticas y socialistas. Trotski decía que la revolución solo sobrevivirá si triunfa en todo el planeta.

Bajo este aspecto anteriormente mencionado preguntamos si hoy es posible expandir el socialismo a nivel mundial. Teniendo en cuenta que el mundo es casi totalmente capitalista. Damián nos responde:

“La teoría del socialismo en un solo país surge cuando la burocracia estalinista pierde la oportunidad de tomar el poder en Alemania en el año 1923. En el año 1924 hay un congreso y la burocracia estalinista, para justificar la derrota, plantea que en realidad no importa tanto el problema de la expansión de la revolución, si no que dentro de las fronteras de un solo país se puede construir el socialismo. La burocratización se acentúa más con el aislamiento de la revolución y también aparece la diferenciación social. Entonces la expansión de la revolución es vital porque si no se muere”.

Una pregunta fundamental de esta gran historia es ¿Por qué lo mataron a Trotski?

Luego de la toma del poder en Rusia hay una guerra civil que se cobra millones de vidas. La mayoría de los militantes que tomaron el poder en 1917 son asesinados en la guerra civil. Surge a su vez la nueva burocracia que está personificada en Stalin. Mediante el afianzamiento de esa burocracia, Trotski comienza una batalla dentro del partido comunista del cual es despojado de todos sus cargos y es derrotado en la lucha fraccional porque la burocracia ya estaba demasiado fuerte. Se le quita el derecho a la visa, obligándolo a exiliarse en Francia y luego en Noruega. En todos los países donde va recibe atentados, cobrándose la vida de sus familiares más cercanos. Los nazis quemaron importante material de sus archivos que hasta el día de hoy son irrecuperables.

En la actualidad en Brasil hubo cierta marginación y persecución, lo que podemos llamar un falso juicio a un líder como Lula da Silva como así también aconteció en Rusia con los famosos juicios de Moscú.

Sebastián Artigas nos da su opinión: “Nosotros condenamos la persecución política a Lula y denunciamos que hubo un golpe de Estado institucional contra Dilma. La diferencia es que en Rusia fueron apresados en campos de concentración o asesinados. Es otro nivel en la represión política”.

En 1937 el presidente Cárdenas, de México, con la condición de que no se metiera en la política local le concede la residencia. Allí tuvo el amparo de grandes referentes de la pintura como Diego Rivera, Frida Kahlo y André Bretón. Es ahí también donde escribe su “manifiesto por un arte revolucionario independiente”, donde defendía la libertad del arte y del potencial del ser humano como ser creativo en contraposición al modelo artístico iconográfico estalinista. Este manifiesto es una discusión que Trotski da durante varios años, porque en la Unión Soviética el realismo socialista era la escuela de arte instituida como dogma oficial, y el que se desviaba de esa corriente era pasible de ser aislado y luego censurado e incluso asesinado. Iba en contra de toda libertad de desarrollo del potencial de cada individuo. Si nos trasladamos al presente podemos sentar un paralelo con la creatividad de las luchas callejeras en Chile, donde se llenaron de murales las calles de Santiago, mostrando la represión, la resistencia y la lucha del pueblo chileno. Podemos mencionar también la creatividad del año 68, sobre todo en el mayo francés, que es famoso por los murales, las frases y demás elementos que giran en ese sentido.

Trotski es asesinado en su casa por Ramón Mercader, un militante comunista español y sicario de Stalin. Intentaron por años encubrir la conexión que existía con el líder de la Unión Soviética, pero la verdad finalmente salió a la luz.

Los movimientos sociales en Sudamérica ligados a los levantamientos de los pueblos originarios que luchan contra el capitalismo encuentran puntos en común con el ideal Trotkista:

Según Damián Recova: “La discusión de los pueblos originarios es la discusión de toda la visa de las nacionalidades, Rusia era un país con más de 130 nacionalidades, al comienzo para la revolución era bueno, se planteó de darle al país un sentido de identidad nacional, que fue lo que termino sucediendo con el estalinismo, la homogenización de todo en nombre de una madre patria que era Rusia, todo se hizo pan ruso. En el caso de los pueblos originarios tendría que haber una dialéctica entre la lucha de las clases urbanas y la lucha por la autodeterminación de las nacionalidades, por ejemplo nosotros somos partidarios que en chile exista un estado comunal de los mapuches que se les devuelvan sus tierras, que ejerzan su forma de gobierno como quieran, en respeto hacia sus tradiciones. Por otro lado la izquierda en el mundo tiene diferentes formas de encarar este tema en particular”.

Si hoy Trotski se levantara de su tumba seguramente buscaría donde están los representantes de su pensamiento en el mundo. Ideas esparcidas como un virus que todavía no han calado del todo en el colectivo occidental, hasta tal punto que no existen países que pueden expresar de manera completa esa “revolución permanente”. Países como Cuba se pusieron de ejemplo durante largo tiempo, pero en estos momentos toman otro rumbo, igual o peor que las naciones capitalistas más recalcitrantes. Las ideas no se matan proclamaron los revolucionarios franceses, pero a veces cómo cuesta verlas florecer.

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Foto de portada: www.sinpermiso.info 

Foto 1: Our Voice

Foto 2: www.lacapital.com.ar