Después de la dictadura stronista, en tiempos democráticos, el periodismo paraguayo fue constantemente asediado por la violencia criminal ligada a la narco política. El primer periodista asesinado fue Santiago Leguizamón y cuando todos suponíamos que después de su atentado no habrían otros, lamentablemente los ataques al periodismo no cesaron, sumándose las muertes de nuestro redactor Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada hasta el atentado de anoche, sumándose un total de 19 periodistas asesinados.

El crimen organizado –seguramente en estrechos vínculos con el poder político y empresarial– bajo sus diferentes formas elige a sus víctimas y actúa en consecuencia para silenciarlas.

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En este caso si bien no está definido aún el punto medular respecto a los móviles del ataque no se ha descartado que las denuncias que el periodista venía haciendo desde su sitio web tendrían mucho que ver con la tragedia. El colega, a quien le dispararon una docena de proyectiles, en las últimas semanas venía escribiendo sobre temas estrechamente relacionados con el crimen organizado.

Para clarificar todo los aspectos del atentado se sumarán a las tareas de investigación la Fiscala Alicia Sapricia (de la Unidad de Crimen Organizado), el Fiscal Antisecuestro Federico Delfino y el Fiscal de Asuntos Internacionales Manuel Doldán. El equipo de investigadores está encabezado por el Fiscal Marco Amarilla, quien trabajó en la escena del hecho desde los primeros momentos.

Y precisamente este Fiscal, en diálogo con periodistas locales, habría dado a entender que Lourenzo “Leo” Veras había recibido amenazas. Por su parte, la esposa del periodista, si bien no ha podido ratificar esta versión, sí ha afirmado que su esposo últimamente se encontraba nervioso y tenso.

A nivel del periodismo local, integrantes del Foro de Periodistas Uruguayos (FOPEP) y del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) se expidieron en términos de repudio del hecho solicitando mayor protección para el desempeño de la labor de informar y puntualizando que “el Estado está inficionado por la mafia y la narcopolítica”.

Desde la redacción de Antimafia Dos Mil, nuestra solidaridad con la familia del colega asesinado y obviamente nuestro repudio por lo acontecido. Y nuestro airado reclamo a las autoridades a cargo de la investigación para que el atentado no quede impune y que no solo el peso de la Ley alcance a quienes apretaron los gatillos de sus armas sino además a quienes fueron los ideólogos del mortal ataque.

Los ideólogos, que generalmente siempre quedan amparados por las sombras y bajo el ala del Poder de turno.

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*Foto de portada: www.abc.com.py 

*Foto 2: www.ultimahora.com