No tenía idea de quién era Vittorio Arrigoni y, a decir verdad, estaba un poco avergonzado. Así que, de vuelta a casa, comencé a buscar en las páginas del periódico que titulaba con tu apodo "Vik"; luego me conecté a You Tube para averiguar más sobre ti. Nunca hubiera imaginado que iba a quedar tan fascinado por tu figura y tu misión. Solo contra todo un Estado: "El último puesto de avanzada del colonialismo debe ser erradicado", tuviste la fuerza y el coraje para romper el asedio con la Flotilla, con la que te habías embarcado para la Franja de Gaza. En una entrevista con Al Jazeera te preguntaron por qué habías decidido ir a Palestina, dejando "una vida de comodidades y confort", y respondiste humildemente: "¿Cómo es posible no hacerlo? ¿Cómo es posible permanecer en Italia en una esfera de cristal cuando nuestros vecinos, al otro lado del Mediterráneo, sufren una injusticia tan grande? Así que durante años he decidido sufrir junto a ellos". Gracias a tus informes diarios pudimos averiguar más sobre la franja de tierra olvidada y sobre los "olvidados" que viven allí, los "Gazawi". Has realizado tantas misiones humanitarias, desde Europa del Este hasta el África, pero Palestina quedó impresa en tu alma y de allí nunca se fue. Tu voz, que recogió las voces débiles y oprimidas de los palestinos, se hizo más grande y más peligrosa. Por esta razón, el 15 de abril de 2011, un grupo de supuestos salafistas decidieron que había llegado el momento de poner fin a tu vida. Desafortunadamente, querido Vittorio, debo decirte que desde que te fuiste no ha mejorado nada, se hace sentir enormemente la ausencia de una persona como tú en estos tiempos oscuros. Sabes, después de que te fuiste a Gaza hubo otra ofensiva israelí con más de 2000 muertos y, entre ellos, más de 500 niños. Después de que te fuiste, el presidente de los Estados Unidos reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.  Después de que te fuiste, el primer ministro de extrema derecha, Benjamin Netanyahu, ganó las elecciones dos veces más, la última hace pocos días. Después de que te fuiste, el ejército israelí mató en un año a más de trescientos palestinos que marchaban pacíficamente por "el derecho a retornar". Después de que te fuiste, tu Italia comenzó a rechazar a los migrantes y a cerrar puertos, provocando una guerra entre los pobres. De todo esto, no debemos sorprendernos porque tu lo habías predicho, lo habías visto de lejos. Un día dijiste: "Harán un desierto y lo llamarán paz" y, desafortunadamente, a pesar de tu advertencia, hemos hecho poco o nada para evitarlo. Todos tenemos alguna culpa, aunque sea mínima, porque en cierto sentido te hemos "traicionado" Vittorio. No hemos "seguido siendo humanos".

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*Miembro del grupo Our Voice Marche (Italia)

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