El asesinato, con balas 9 mm, del periodista fue encargado por Vilmar “Neneco” Acosta, político del “Partito colorado”, quien había sido varias veces denunciado por el periodisa Pablo Medina, corresponsal del periódico ABC Color, como hombre cercano al narcotráfico de la zona e involucrado en otros delitos. Acosta fue condenado a 30 más 9 años de cárcel y los está pagando en el Penitenciario Nacional de Tacumbú. Todavía se tiene que celebrar el juicio en contra de uno de los sicarios, Flavio Acosta, detenido en Brasil (fue negada la extradición porque es ciudadano brasiliano, ndr) por lo que se espera que haya un proceso por la muerte de Pablo y es de esperar también que las autoridades lleguen a capturar a Wilson Acosta, otro de los sicarios, que sigue prófugo desde hace ya cuatro años.

Pero esto no es todo. Hasta el día de hoy hay una investigación en curso en la cual se intenta identificar a los ideólogos del asesinato de Pablo porque, estamos seguros de ello, quien ordenó el homicidio de uno de los más famosos y respetados periodistas de Paraguay no puede haber sido únicamente la mafia. Fueron varios hombres de poder sobre los cuales Pablo Medina había investigado y atacado con sus artículos publicados en ABC Color, conocido periódico nacional, del cual era enviado. Un periódico que seguía una controvertida línea editorial. Desde la época de la dictadura ABC Color se había alineado en contra de Stroessner permitiéndoles a los periodistas libres e independientes que publicaran sus artículos. Pero en el caso de Pablo Medina, el periódico no siempre estuvo del lado del periodista.

No tenía garantizados los medios técnicos, ni una seguridad adecuada como para realizar su trabajo, a pesar de que no faltaran los recursos económicos. De hecho Pablo Medina era un corresponsal de guerra. Era una guerra silenciosa, llevada a cabo en la casi total indiferencia de los medios masivos de comunicación. Un periodista que trabajaba en primera línea, como Pablo Medina, necesitaba contar con vehículos más seguros y adecuados y con una escolta privada que como mínimo era necesaria para esa tierra fronteriza en la que los intereses de los narcotraficantes están en primer lugar y por lo general coinciden con los de los hombres poderosos que se sientan en los escaños más altos del Poder. Pero Pablo no tenía miedo y seguía realizando sus investigaciones, incluso autofinanciándose.

Y, si por un lado sus artículos no eran censurados, por el otro podríamos afirmar que Pablo era, efectivamente, un periodista incómodo, inclusive para su periódico porque tenía el valor de denunciar esas turbias relaciones entre personajes influyentes de la vida política paraguaya y el narcotráfico. Sin ir más lejos su lucha era solitaria y la llevaba a cabo incluso en medio del silencio de su pueblo.

Hoy es 16 de Octubre y, como cada año, recordamos su muerte, no con una estéril celebración sino con una conmemoración que cuenta con la participación de colegas, amigos, familiares y periodistas internacionales. Es un momento importante de reflexión para ver a qué punto se ha llegado con las investigaciones y la búsqueda de los ideólogos del homicidio de Medina y para analizar la globalización del fenómeno mafioso y del crimen organizado en Sudamérica. Como cada año participaremos nosotros, con nuestra redacción italiana y sudamericana. Estará presente el Fiscal paraguayo Jorge Figueredo, junto al periodista uruguayo Georges Almendras y al Movimiento cultural internacional Our Voice con sus jóvenes exponentes pertenecientes a diferentes Naciones de Sudamérica.

Nosotros también realizaremos una comunicación telefónica desde Italia para recordar a un valiente colega y amigo nuestro, un ejemplo de periodismo del otro lado del Océano. También estarán presentes los integrantes de la familia de Pablo, quienes a lo largo de estos años han seguido luchando y creyendo en la justicia. Así también estarán presentes algunos Senadores y exponentes de ese ambiente no-corrupto que siempre apoyó la labor de Pablo. Es decir que estará la mejor cara de la sociedad civil paraguaya que hoy está pasando una de las situaciones nacionales más catastróficas de su historia. Particularmente incierta la situación política del ex presidente Horacio Cartes, un personaje controvertido que hemos venido investigando desde hace años para comprender su posición con respecto a las eventuales connivencias con los poderosos cárteles mafiosos a cargo del mercado de la droga en ese País. Pero ya tenemos algunas certezas. De hecho hasta el día de hoy podemos afirmar que Pablo Medina fue una víctima de estas turbias connivencias entre personajes del Gobierno y los narcos millonarios, así mismo la condena de “Neneco” Acosta es la demostración de todo esto. Y nosotros no nos detendremos y seguiremos investigando sobre estas relaciones.

Adios Pablo, te queremos, donde sea que estés en la luz.

Foto: Periodista Pablo Medina junto al Director Giorgio Bongiovanni © ACFB

Pablo Medina: Documental del periodista Jean Georges Almendras

TODO SOBRE PABLO MEDINA

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