Los primeros 140 militares de la Guardia Nacional estadounidense que se van a encargar del “comando y control” de la frontera con México para intentar detener el flujo de inmigrantes indocumentados comenzaron hoy a llegar a sus puestos. De todos modos, pasarán semanas hasta que haya un despliegue definitivo de los 1.200 soldados prometidos por el presidente Barack Obama en una medida para intentar calmar los ánimos en el debate sobre la ley antiinmigrante que comenzó a regir parcialmente el jueves pasado en este estado. 
El general Craig McKenley, el comandante de la Guardia Nacional, dijo al New York Times que la función de sus hombres en la frontera será la de patrullar y proveer inteligencia a la Border Patrol (patrulla de frontera), que será la que detenga a las personas que intenten pasar en forma irregular desde México. De acuerdo a las estadísticas, por esa frontera pasan diariamente entre 600 y 800 personas en forma ilegal y los agentes estadounidenses logran atrapar apenas al 10 por ciento. El resto se suma a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en este país. 
Por su parte, la ultraconservadora gobernadora de Arizona, Jan Brewer, confirmó ayer que está dispuesta a apelar la decisión de una jueza que bloqueó los aspectos más controvertidos de la ley antiinmigrantes y que llevara el caso hasta la Corte Suprema. Una jugada política muy fuerte en este año de renovación de las cámaras del Congreso y que le podría dar al ala más derechista del Partido Republicano muy buenos dividendos. 
El jueves pasado la jueza Susan Bolton había aprobado la constitucionalidad de la denominada ley SB1070 pero sin la provisión que le da poder a la policía para detener a cualquier inmigrante que no tenga residencia legal en el país y expulsarlo. Desde entonces se suceden acá en Phoenix protestas de los dos bandos. Las comunidades hispanas contrarias a la ley hicieron una vigilia frente a la gobernación. Mientras que los miembros del denominado Tea Party, una escisión de ultraderecha del Partido Republicano llegó hasta el propio despacho de la gobernadora para hacerle conocer su apoyo a la medida. Los custodiaba un grupo de ex combatientes de Vietnam, ultranacionalistas, que portaban armas, como es legal en este estado de Arizona. 
En el medio de todo esto está el 12 por ciento de los 6,5 millones de personas que viven en Arizona que son indocumentados. Y entre ellos unos 3.000 son argentinos, que llegaron aquí cuando aún regía el denominado “visa waiver”, que exceptuaba de requerir una visa y, posteriormente, con la crisis del 2001. Ahora, estos argentinos se encuentran atrapados en esta controversia económica y política que lanzó la campaña antiinmigrante. 
PorGustavo Sierra 
Arizona, enviado especial 
CLARIN - 02/08/10 - 08:49 
http://www.clarin.com/mundo/Arizona-Corte-Suprema-imponer-antiinmigrante_0_309569187.html