En la ciudad de Osh, sur del país, prosiguieron los enfrentamientos armados durante la madrugada entre uzbekos y kirguís que, según informes oficiales, ya causaron 49 muertos y 50 heridos.
La violencia estalló después de la revuelta de abril pasado en la cual fue depuesto el presidente Kurmanbek Bakyev, quien huyó a exterior.
"Calles enteras están en llamas", dijo el portavoz del ministerio del Interior, Rakhmatillo Akhmedov. "La situación es muy grave, no cesa. Hay casas en llamas", indicó.
Las autoridades llamaron a policías y militares retirados para sumarse a las fuerzas de seguridad. "Las autoridades reconocen a los voluntarios listos para ayudar a prevenir la guerra civil en el sur de Kirguisistán", indicó un portavoz del gobierno, Azimbek Beknazarov. ACZ
12/06/2010