La Repubblica de Roma publicó su primera página totalmente en blanco, con un mensaje en un recuadro amarillo: "la ley mordaza le quita al ciudadano el derecho a estar informado".
La Stampa de Turín dejó en blanco el espacio dedicado normalmente a dos columnistas políticos, al pie de la primera plana "para acostumbrase a cuando la ley sobre las interceptaciones nos impedirá enfrentar los argumentos que desde siempre nutren" esos espacios. L'Unitá -ex órgano oficial del Partido Comunista Italiano, fundado por Antonio Gramsci- optó por su parte por un título de primera página ("aprobada la ley mordaza") escrito con los caracteres tipográficos Mostra, utilizados frecuentemente durante la dictadura fascista de Benito Mussolini. Por su parte, el Corriere della Sera dejó intacta su primera página pero publicó un duro editorial contra la reforma propuesta por el gobierno de Silvio Berlusconi, titulado "Elecciones inquietantes", en el que la norma es definida una página oscura para nuestra política legislativa en materia de justicia, tanto en el plano del método como en el del mérito".
Para sus críticos, el proyecto de ley sobre las interceptaciones pone límites demasiado severos a los magistrados investigadores que utilizan éste método para su trabajo y a los periodistas que informan sobre sus investigaciones, que son sometidos a fuertes sanciones si publican fragmentos de las interceptaciones.
Es por ello que el sindicato único de los periodistas italianos (FNSI) convocó a una huelga general de la prensa para el próximo 9 de julio. La aprobación de la norma en el Senado -después de la cual debe ser vuelta a examinar por la Cámara de Diputados- estuvo marcada también por una serie de incidentes.
El Partido Democrático (PD, centro-izquierda), principal fuerza de oposición, abandonó el aula del Senado luego de que la mayoría oficialista impuso un voto de confianza al gobierno sobre la norma, impidiendo el debate sobre las enmiendas al proyecto de ley.
Italia de los Valores (IdV), el partido liderado por el ex fiscal anticorrupción Antonio Di Pietro, fue aún más lejos y ocupó simbólicamente la sede del Senado para protestar contra la reforma, pidiendo al presidente de la República, Giorgio Napolitano, que no firme la ley cuando sea aprobada.
"Otro trozo de democracia conquistado a lo largo de los años nos ha sido robado por el gobierno Berlusconi: la ley mordaza aprobada por el Senado ayudará a las organizaciones criminales, bloqueará las investigaciones judiciales y acallará la prensa libre", dijo Di Pietro.
(ANSA). MRZ
11/06/2010