Martes 19 Marzo 2024
el secretario general de la Alianza, el danés Anders Fogh Rasmussen, aseguró que "el nuevo START contribuirá a la seguridad en toda la zona euroatlántica".
"Lamentaríamos profundamente que la ratificación del acuerdo se viera retrasada. Una dilación sería perjudicial para la seguridad en Europa", indicó Rasmussen, quien lanzó un llamamiento "a todas las partes implicadas a hacer cuanto esté en su mano para garantizar la seguridad del tratado".
Además, el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, aseguró que la ratificación "fortalecerá la seguridad de Europa, y la de nuestro país", fronterizo con Rusia.
Las declaraciones del secretario general representan un claro respaldo a Obama, que lucha por conseguir la ratificación del acuerdo que firmó en abril en Praga junto a su par ruso, Dmitri Medvédev, antes de que concluya la actual legislatura en enero.
Para entrar en vigor, el tratado necesita el "sí" de dos tercios del Senado de EEUU, 67 escaños.
En la actualidad, el Partido Demócrata que encabeza Obama cuenta con 59 escaños y necesita el apoyo de ocho republicanos. Pero a partir de enero, y tras las legislativas del 2 de noviembre, el Senado estará compuesto por 53 demócratas y 47 republicanos, lo que complicaría mucho las posibilidades de ratificación.
El senador republicano que encabeza las negociaciones, John Kyl, declaró esta semana que se resiste a considerar el tratado antes de enero.
Para Obama, el que el tratado quede sin ratificar representaría un duro golpe en el área de la política exterior, en momentos en los que se encuentra debilitado tras los resultados electorales.
En declaraciones a la prensa al término de la primera sesión de trabajo de la cumbre de la OTAN en Lisboa, el presidente estadounidense subrayó la necesidad de ratificar el pacto, "un imperativo de seguridad nacional para EEUU".
Según recordó, el tratado permitirá reanudar las inspecciones de los arsenales nucleares rusos, reducir las cabezas nucleares que poseen ambos países e incrementar la cooperación con Moscú, "que nos ha ayudado a presionar a Irán y a equipar nuestras tropas en Afganistán".
Pero además "fortalecerá nuestra alianza y la seguridad europea", indicó el presidente estadounidense. Dejar el acuerdo en el limbo, por contra, "pondría en peligro los progresos sustanciales logrados para mejorar nuestra seguridad nuclear y nuestra alianza con Rusia en nombre de la seguridad global".
El rechazo republicano a abordar el tratado llegó en un momento especialmente inoportuno para Obama, que el pasado domingo, en una bilateral con Medvédev en Japón, donde ambos participaban en la cumbre de la APEC, reiteró al presidente ruso su intención de conseguir la ratificación del acuerdo antes de enero.
Obama volverá a ver a Medvédev mañana, en el Consejo OTAN-Rusia, el primero que se celebra desde la invasión rusa de Georgia en agosto de 2008.
El nuevo tratado START reduce en un 30 por ciento el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país, y limita a 800 el de vectores estratégicos, como misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos.
El acuerdo representa el mayor éxito hasta el momento de Obama en política exterior y simboliza el reinicio de las relaciones entre EEUU y Rusia tras el enfriamiento sufrido durante los años de la Administración de George W Bush.