El Tribunal Constitucional falló el martes que dicho acuerdo debe ser considerado tratado internacional y sometido a votación en el Congreso.
Charles Luoma-Overstreet, portavoz del Departamento de Estado, afirmó ayer que el Gobierno de Barack Obama está a la espera de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, concrete sus planes inmediatos. "Mientras, nuestra cercana cooperación continuará bajo acuerdos existentes previamente", añadió. De hecho, el acuerdo militar, señalan las autoridades colombianas, no ha llegado a ponerse en marcha, por lo que el fallo no tiene consecuencias prácticas en la cooperación con EE UU, que seguirá haciendo uso de algunas de las bases en las que ya tenía presencia.
Santos, que negoció el acuerdo siendo ministro de Defensa, se enfrenta al dilema de priorizar las excelentes relaciones con Estados Unidos, o no seguir adelante con el acuerdo para tranquilizar a los vecinos, en especial Venezuela, con quien se están restaurando las quebradas relaciones.
Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, cree que Santos optará por lo segundo y no presentará el acuerdo para su trámite en el Legislativo, donde cuenta con una mayoría más que sobrada para sacarlo adelante. "Pienso que hará una valoración alta de la relación con los vecinos y la imagen internacional", dice.
El acuerdo levantó polvareda a nivel regional. Para Chávez la presencia estadounidense en Colombia se convertía en punta de lanza para una invasión a su país. Brasil también mostró su malestar. Rangel no ve grave " en términos prácticos" que se entierre el acuerdo. "Los acuerdos anteriores les permiten a las fuerzas militares tener la cooperación técnica y la presencia militar norteamericana en cinco bases colombianas". En su momento se dijo que era indispensable esta ayuda para la lucha contra el narcotráfico y los grupos subversivos. Uno de los puntos que más se resaltó fue la posibilidad de que las autoridades colombianas obtuvieran información de inteligencia en tiempo real. Según Rangel, los aviones plataforma que ya operan aquí realizan tareas similares.
Pero no todos opinan igual. El también analista en seguridad Armando Borrero cree que Santos priorizará las relaciones con Estados Unidos y pasará, posiblemente con modificaciones, el acuerdo al Congreso. "Sería cambiar un apoyo cierto por solo un sentimiento de aprecio de la región, que prefiere ignorar el conflicto colombiano", dice Borrero.
El Partido de la U, el del presidente Santos, anunció que pondrá su empeño en sacar adelante el trámite. El senador Juan Lozano aclaró que el Gobierno tiene la obligación de buscar acuerdos de cooperación "para fortalecer la seguridad de los ciudadanos y del Estado en general".
Por otra parte, el Ejército colombiano informó ayer de que siete presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional murieron en el bombardeo de un campamento de insurgentes en la región de Antioquia (noroeste del país).