Cientos de bomberos con decenas de vehículos y apoyo aéreo se enfrentaron a las llamas y tuvieron que cortar la autopista IP5 en Viseu, donde por la tarde había un total de seis fuegos, uno de ellos con dos frentes activos pese a que lo combaten 200 bomberos.
El norte portugués, que cada año sufre la devastación del fuego durante el periodo estival, se ha convertido otra vez desde primeros de julio en el peor escenario de los incendios por culpa de un calor por encima de las temperaturas habituales del país atlántico.
Las autoridades tienen en alerta amarilla, el segundo mayor nivel de riesgo de fuego, a todo el territorio continental de Portugal donde viven 10 millones de personas.
Los más graves incendios de hoy se registraron en Gondomar, Castelo de Paiva, Caminha, Paredes, Alcácer do Sal, Lousa, Grandola, Sever do Vouga, Baiao y Vila Verde.
En Oporto se declaró un incendio en una zona de matorral que llegó a afectar a alguna casa deshabitada del área de Fontainhas antes de que lo controlaran los bomberos sin que se registraran víctimas.