La tormenta dejó las calles inundadas de barro, árboles arrancados, puentes derrumbados, muebles arrastrados fuera de las casas y automóviles flotantes apilados por doquier.
Unas 140.000 familias quedaron sin electricidad, y otras 20.000 todavía no tenían acceso al teléfono fijo.
ACZ
17/06/2010