Jueves 28 Marzo 2024

Y en este: a pesar de que en Europa los datos negativos no se esperan hasta el otoño, la desconfianza empieza a calar. Las Bolsas europeas y las asiáticas cerraron ayer de nuevo a la baja. Y las asiáticas, con las dudas sobre Japón ante la apreciación del yen.
La Bolsa española fue la peor de Europa. El Ibex cedió el listón de los 10.000 puntos, el 1,57%, y volvió a los niveles de julio. El reguero de malos datos precipitó las caídas: además de la vivienda norteamericana, la rebaja de la calificación a Irlanda por la agencia Standard & Poor's por las ayudas a los bancos, las menores exportaciones japonesas por quinto mes consecutivo y una serie de muescas adicionales que en otra tesitura no significarían apenas nada, pero que con el desasosiego que empieza a calar en los mercados trae una lluvia de números rojos.
Porque el mapamundi de las Bolsas se tiñó ayer, de nuevo, de ese color. Tokio y las Bolsas chinas se dejaron en torno al 1,5%, los parqués europeos en torno a un 1% y Wall Street abrió a la baja para después ir recuperándose y cerrar con un mínimo ascenso. "Los riesgos de una segunda recesión han pasado de ser una posibilidad a un motivo de seria recuperación", señaló John Lonski, economista jefe de Moody's.
El panorama se aclarará a partir de mañana y hasta el sábado en Jackson Hole, en Wyoming, en el tradicional aquelarre de banqueros centrales que se celebra cada año en ese enclave en medio de las Montañas Rocosas. La Reserva Federal -la Fed, el banco central estadounidense- y su homólogo europeo darán a conocer allí sus perspectivas y alguna pista sobre sus estrategias ante el cambio de viento, para mal, en las grandes economías mundiales.
Jim O'Neill, economista jefe de Goldman Sachs -el más influyente banco de inversión estadounidense- adelantó ayer que los "decepcionantes" datos macroeconómicos -los relativos a la vivienda más la caída de las ventas de bienes duraderos- obligan a Ben Bernanke, presidente de la Fed, a una nueva ronda de compra de deuda pública e inyecciones de liquidez. El banco central ve riesgos de deflación en EE UU, y el FMI lleva meses incluyendo en esa posibilidad -caída del nivel de precios- a economías europeas como la irlandesa y la española, amén de la japonesa, que lleva 15 años flirteando con esa situación.
La tensión ha vuelto, y no solo a la Bolsa: también a la deuda pública -con nuevas caídas en la rentabilidad de los bonos alemanes y estadounidenses, en los que se refugian los inversores-, a los mercados de materias primas -el petróleo proseguía ayer su tendencia bajista de las últimas semanas- y sobre todo al mercado de divisas, con nuevas presiones sobre el Banco de Japón para que inyecte yenes ante la fenomenal escalada de esa moneda.

EL FIN DE LOS ESTIMULOS DEPRIME LA VIVIENDA EN EEUU  
Las ventas de inmuebles usados registraron en julio un desplome del 27,2%, la mayor caída mensual que se recuerda en el indicador mensual de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios  
Decepción, mucha decepción. Y miedo, porque son muchos los analistas los que alertan de que si la vivienda no mejora pronto, la recaída en la recesión será inevitable. Las ventas de inmuebles usados registraron en julio un desplome del 27,2%, la mayor caída mensual que se recuerda en este indicador que publica cada mes la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.  
El dato dice mucho de hacia donde va la economía a corto plazo. Y mañana, cuando se publiquen las ventas de vivienda a estrenar, se tendrá una imagen aún más completa de por dónde respira el sector. De momento, se sabe que las ventas de inmuebles de segunda mano están a su nivel más bajo en 15 años, entorno a los 3,83 millones de de casa vendidas.  
Wall Street esperaba malas noticias, porque se sabía que el fin de las ayudas públicas a las compras de inmuebles residenciales tendría un impacto negativo importante. Pero la corrección fue mucho peor del 13% anticipado. Es, además, el tercer descenso encadenado, tras el 2,2% de mayo y el 7,7% en junio. Lejos se ve el esperanzador repunte del 7,6% registrado en abril.  
Y si se venden muchas menos casas de lo que se cree, muchas más son también las que se apilan en el mercado esperando nuevo dueño. El mes pasado había 3,98 casa sin vender. Es una cantidad suficiente para cubrir la demanda del mercado durante 12,5 meses, lo que representa también un importante incremento respecto a los 8,9 meses en junio. Es el nivel más alto desde 1999.  
Los bajos tipos de interés en EE UU y la caída en los precios de la vivienda vista durante los últimos cuatro años no van a ser suficientes para revertir la tendencia, según los analistas. La economía no crece con el vigor necesario para crear empleo, y eso obliga a las familias a adoptar una posición más conservadora y ahorrar por lo que pueda llegar en el futuro.  
La amalgama de datos negativos publicados durante las últimas semanas está llevando a los bancos a replantearse a la baja sus proyecciones. Goldman Sachs proyecta un anémico crecimiento del 1,25% para la segunda mitad de 2010 y comienzos de 2011. El viernes se publica la segunda lectura del dato del PIB del segundo trimestre, que se espera se rebaje de una tasa anualizada del 2,4% anunciada hace un mes.    
La esperanza ahora es que la pausa vista entre mayo y julio sea temporal. Una situación complicada, que está generado un intenso debate en el seno de la Reserva Federal. Charles Evans, presidente del banco regional de Chicago, admite que el riesgo de recaída creció durante los últimos seis meses. Pero dice que no es el escenario más plausible. El economista David Rosenberg sin embargo anticipa que la recesión llegará en otoño.  
SANDRO POZZI - Nueva York
El País - 24/08/2010  
http://www.elpais.com/articulo/internacional/fin/estimulos/deprime/vivienda/EE/UU/elpepuint/20100824elpepuint_8/Tes