para estudiar la venta y poner objeciones en caso de considerarlas necesarias antes de que el Pentágono cierre definitivamente el acuerdo con el reino saudí.
Y. MONGE - Washington - 21/10/2010
Esta venta de armas y aviones será la mayor realizada en la historia de EE UU a otro país y pretende contribuir a que Arabia Saudí pueda afrontar las amenazas provenientes de Irán y del extremismo islamista violento que se gesta en la región y amenaza los intereses norteamericanos. El contrato de venta es "un poderoso símbolo de la robusta relación estratégica entre EE UU y Arabia Saudí", aseguró Colin Kahl, número dos del Pentágono para Oriente Próximo.
La transacción incluye 84 nuevos aviones de combate F-15 y la renovación de los 70 F-15 que con los que cuentan las Fuerzas Aéreas saudíes, así como 70 helicópteros de ataque Apache, 36 AH-LM y 72 Black Hawk. El contrato también incluye la eventual modernización de la Armada saudí y la adquisición de sistemas de defensa antimisiles THAAD. Washington ha expresado su preocupación por la creciente capacidad ofensiva de los misiles de Teherán.
El Departamento de Defensa de EE UU informó de que la última compra significativa de armamento por parte de Arabia Saudí se realizó en 1992 y alcanzó los 9.000 millones de dólares. El Pentágono insistió ayer en la importancia de la transacción e hizo notar que los saudíes podrían haber adquirido todo ese material en países como Reino Unido, Francia, Rusia o China.
Según el portavoz de Defensa, Israel no se ha opuesto a la venta. Todo lo contrario, dijo Kahl, "los israelíes están de acuerdo en que es lo mejor para nosotros y para la región que Arabia Saudí tenga una buena relación" con Washington.