Desde las entrañas mismas de la región de El Bolsón, en la provincia de Río Negro, Argentina, emerge un agonizante grito de auxilio, porque un incendio forestal de magnitudes escalofriantes, está destruyendo un tupido bosque que posee los más inimaginables colores y aromas.
Más de 11 mil hectáreas de bosque han sido quemados en 13 días, a causa de un fuego mal apagado. Más de 150 brigadistas trabajan sin descanso (al momento mismo de redactarse estas líneas). Por medios aéreos y terrestres se intenta contener las llamas que se aproximan a las viviendas del lugar. Hasta el momento se habla de al menos dos estructuras consumidas y miles de hectáreas de bosque nativo afectados por el fuego, en una extensión de más de 21 Km. Las esperanzas de contener las llamas se ven aplastadas por las altas temperaturas, los vientos y la sequía.
En los últimos días la ceniza comenzó a llegar a las localidades vecinas y la humareda invadió gran parte de la Comarca Andina, llegando a generar paisajes, como Lago Puelo (Provincia de Chubut, ubicado a más de 20 kilómetros de la zona) que se encuentra cubierta de humo en pleno día. La densa humareda empezó a verse desde atrás del extremo Norte del Cerro Piltriquitrón, en varias localidades de la región, donde las condiciones climatológicas cambian abruptamente a lo largo de las intensas jornadas, en las que los soldados del fuego ponen a riesgo su vida, hora tras hora.
Las zonas más afectadas hasta el momento son las del Barrio Unión y la Rinconada Nahuelpán en El Bolsón (Río Negro). Allí, el fuego se extiende rápidamente comprometiendo localidades de la provincia vecina de Chubut.
Vecinos organizados contra el fuego
Las llamas superan la capacidad de los pocos brigadistas que (con poco y casi nada de recursos) intentan apagar un incendio que arrasa con todo. Los pobladores, ante la inoperancia y los oídos sordos del gobierno de Río Negro (que no ha dado ayuda directa sobre este incendio), han iniciado colectas de suministros para las familias afectadas, organizándose para apagar los focos que se avivan cada día.
Pudimos ver, con nuestros propios ojos, cómo los vecinos organizados les acercan alimentos, frutas y agua fría a los brigadistas que quedan aislados por horas en las zonas de los focos de fuego, así como rollos de mangueras, para llevar agua desde tanques que cargan en camionetas para transportarlas a las zonas más comprometidas.
En las últimas 48 horas el intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, indicaba por las radios FM de la zona, que estaba todo controlado, mientras desde las calles de la ciudad se observaba columnas de humo que se hacían más y más grandes. Los vecinos de la zona indignados por estas declaraciones fueron a reclamarle el cambio su argumento y que solicite ayuda al gobierno nacional, más precisamente al ministro de Ambiente de la Nación Juan Cabandié, más aviones hidrantes y más brigadistas para apagar el fuego, debido a que los recursos que hay no son suficientes, y las llamas se están acercando a las viviendas.
Desde hace días los vecinos exigen un plan de actuación en la Municipalidad, sin respuestas. En tal sentido, el viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky, dijo que el pedido de Pogliano fue “inoportuno” y argumentó que la cantidad de recursos que la Nación envió a El Bolsón es la correcta. Mientras tanto, la tierra arde.
"Si estos fueran los campos de Lewis ya lo habrían apagado”, es la frase que resuena en los labios de uno de los tantos pobladores que con palas intentan mitigar el fuego, mientras fruncen el ceño, y sus ojos se irritan por el humo que envuelve el ambiente.
No habla de otro que del terrateniente inglés Joseph Lewis, Joe para los amigos. El grupo económico que lidera está compuesto por una intrincada red corporativa que incluye sociedades argentinas propias y de testaferros (Hidden Lake, Pampa Energía, etc.), unas 200 sociedades extranjeras, varias de ellas radicadas en paraísos fiscales. Él tiene buenos amigos en la política.
Según un informe del diario Tiempo Argentino, el exgobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, lo defiende a capa y espada. Y el actual intendente del Bolsón, Bruno Pogliano, le oficia de contador y le presta su estudio para domiciliar sus sociedades. Su vocera, Dalina Pinacho, es hoy jefa en Radio Nacional. Lewis también le prestaba el rancho y el helicóptero al expresidente Mauricio Macri. Recibe a políticos, empresarios y periodistas con quienes comparte generosamente la exclusiva vista del lago que nos robó a todos los argentinos. Es el mismo gran “benefactor” de El Bolsón que compró miles de hectáreas a precios irrisorios emulando a los Benetton en los ’90, con operaciones dudosas desde lo legal. Hoy, ante un incendio de envergaduras monstruosas y contando con recursos, como así también de un aeropuerto privado propio, nadie le pidió ayuda, ni tampoco él la ofreció.
¿Será acaso que la quema de bosques nativos es también un negocio para algunos?
La historia en la Argentina nos indica que sí.
Un incendio que pudo ser mitigado en sus inicios, se le dio poca importancia en un primer momento. ¿Por descuido? ¿Fue adrede?
No olvidemos que en el año 2009, en Chile, 11 mil hectáreas se prendieron y con 13 aviones hidrantes no pudieron hacer nada.
El ambiente huele al inicio de un nuevo negocio inmobiliario y extractivo. Con el tiempo los pinos ponderosa, genéticamente modificados, tomarán el lugar de la vegetación autóctona, ahora irrecuperable, y quizás algún proyecto megaminero de alguna multinacional, como Panamerican Silver, quiera empezar a explotar sus intereses en este mismo lugar.
Solo podemos ver el sufrimiento en los rostros de personas que ven arder un bosque nativo tan maravilloso, y que desaparece dejando cientos de animales muertos, calcinados, en un episodio de incendio forestal que se pudo haber evitado desde un principio.
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Contactos para brindar ayuda a los vecinos autoconvocados: https://www.facebook.com/groups/248079283476610/permalink/248801220071083/
*Foto de portada: Diario Río Negro (Autor: Martinez Marcelo)
*Foto 2: Mapa de las zonas afectadas.
*Foto 3 y 4: www.antimafiadosmil.com