Junto con hacerse parte del Recurso de Protección, unos investigadores presentaron un informe patrocinado por 76 científicos, provenientes de 15 universidades y centros de investigación de todo el país, titulado “Fundamentos Científicos acerca del Impacto Ambiental del Otorgamiento de Planes de Manejo de Corta de Vegetación Nativa para la Recuperación de Terrenos con Fines Agrícolas”, mediante el cual entregan argumentos a la Corte de Apelaciones de Santiago sobre los efectos perjudiciales en la eliminación de los ecosistemas nativos y el cambio de uso de suelo para fines agrícolas.

En el informe, las y los científicos argumentan que estas prácticas tienen efecto negativo sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, el resguardo de la calidad de las aguas y la mantención de los suelos.

“Los bosques nativos de Chile cumplen roles claves en biodiversidad, provisión y regulación de agua, captura y secuestro de carbono, y en la calidad de nuestros suelos. La seguridad alimentaria debe alcanzarse sin comprometer la salud de estos ecosistemas naturales”, señala Camila Álvarez, Investigadora del Núcleo en Soluciones de Base Natural PUCV (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso).

La Minuta de Argumentos, Causa Rol N 33.748 del 4 de julio 2020 expresa a lo largo de 34 páginas razones documentadas para oponerse a tal uso de territorios protegidos para fines comerciales. Bajo el título “Fundamentos científicos acerca del impacto ambiental del otorgamiento de planes de manejo y corta de vegetación nativa para recuperación de suelos con fines agrícolas” los científicos muestran las consecuencias que tendría la legalización de tal alianza entre la SNA y CONAF.

Es muy sorprendente visualizar en el documento citado las imágenes fotográficas de la devastación de laderas rasuradas por maquinaria pesada para las plantaciones de paltos. Son tierras “afeitadas”. Más sorprendente aun es conocer cómo la instalación de las plantaciones de paltos en los valles de Petorca-La Ligua han destruido las áreas de poblamiento y producción campesina por el acaparamiento de las aguas y la escasez hídrica que sufren, casi siempre es verdad, los indefensos campesinos, y ello con resguardo estatal. Y no es el único valle donde esto ocurre. Otras comunidades campesinas se han visto asediadas por los avances de las plantaciones forestales especialmente en la Cordillera de la Costa, Maule, BíoBío y la Araucanía.

En el caso de La Ligua-Petorca, la entrega de las acciones de agua al empresariado (Código de Aguas de 1981), por parte de la DGA (Dirección General de Aguas), acaba con la supervivencia de ese campesinado productor de papa, legumbres y hortalizas. Total, esos alimentos pueden ser importados desde el extranjero, de acuerdo a los TLC (tratados de libre comercio).

Sin embargo insaciables, nada los detiene; el empresariado criollo y su vocación ya histórica por extremar los negocios llegando no sólo a pagar poco a sus trabajadores/as manteniéndolos generalmente en precarias condiciones de trabajo, sino de proseguir más allá, algo más allá, cambiando la legislación manipulando políticos, para dar un paso más en su ya avanzada labor devastadora en el territorio.

¿Para llamar a la reflexión, no?

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*Foto de Portada: www.oasisfm.com