Tuvimos la oportunidad de entrevistar al ambientalista y antropólogo especialista en geo-arqueología, Néstor Omar Ruiz.
En el programa “Entrelazando en Abya Yala tv” del año 2017 declaró:
“Como el litio tiene gran capacidad de almacenar energía, nos quieren vender el discurso de economía verde […] Todos nos mienten. Porque la razón por la cual la cual todas las grandes potencias mundiales están almacenando carbonato de litio no es para almacenar energía. Sino porque tiene fines militares”.
Néstor nos explica cómo se extrae el litio, sus fines ocultos y como está afectando a las comunidades originarias de la zona.
-¿Nos puede explicar brevemente que es el litio y cuál es su método de extracción?
“El litio es el metal más liviano de la tabla periódica. El método de explotación que se utiliza en Argentina, Chile y próximamente en Bolivia, es el evaporítico. Consiste en extraer salmueras de lo salares, ponerlos al sol, incorporarles 33% aproximadamente de agua dulce que toman de los arroyos y esperar que el sol actué para evaporar. En el proceso se precipitan otras sales. Finalmente para separar el carbonato de litio del de potasio se le adiciona cal. Una parte de ella reacciona y se dispersa en los suelos de los alrededores y eso produce que se separe y queda en la superficie solamente el carbonato de litio, que es lo que se extrae”.
-¿Cuál es la importancia del litio para las empresas transnacionales?
“El litio tiene múltiples aplicaciones. Sirve para muchos fines pacíficos como la capacidad de almacenamiento de energía. También tiene un fin estratégico, ya que su dispersión y escasez hace que las empresas multinacionales quieran proveerse de él para manejar su precio”.
-¿El litio tiene uso militares además de las conocidas? ¿Cuál es la verdad detrás de la explotación de litio?
“El litio tiene dos fines militares. Uno sirve para las comunicaciones de los ejércitos en el terreno. Y el otro es, para explicarlo en términos sencillos, como fulminante de las armas atómicas. Y además tiene un fin estratégico. Tanto Estados Unidos como China almacenan montañas de carbonato de litio para manejar el precio internacional y además como reserva militar”.
-¿Qué comunidades originarias habitan la puna? ¿Cómo los afecta económica y ambientalmente la explotación de litio?
-Las comunidades originarias de la puna son variadas. La ocupación tradicional es la de Atacama, pero también hay muchos pueblos Coyas e incluso algunos de otros orígenes. Pero sobretodo se han ido habituando a usos y costumbres que tienen sus particularidades con respecto a poblaciones coyas de otras regiones. La explotación del litio fundamentalmente les disputa a los pobladores humanos, pero también a toda forma de vida, el recurso fundamental de la puna y es el más escaso que es el agua. Pero también ocurre un proceso de desertificación por la cal lo que dificulta las tareas rurales de las comunidades que se valen de desde hace miles de años de la cosecha de la sal y la cría de camélidos”.
-¿Cuál es la situación actual de las comunidades originarias de la zona con respecto a la minera y el CORONAVIRUS?
“El 3 de julio de 2020 cuando había solo dos contagios, nosotros les pedimos a todas las autoridades que cierren las minas. Especialmente Exar, donde estaban los contagiados. Esto era para evitar males mayores y que se propague el virus a las comunidades de la región. Esto no se hizo, y en la actualidad las minas son el principal vector de contagio de la provincia de Jujuy, pero también hay en Salta y Catamarca. El 24 de julio el gobierno de Jujuy denuncia penalmente a la compañía Exar, pero no intervienen dentro de la empresa donde siguen cautivos los obreros. Entre ellos se encuentran 300 contagiados sobre 1000 trabajadores. Los otros están sanos, pero comen en los mismos comedores y las medidas de higiene son laxas. Es muy probable que se terminen contagiando todos los que están ahí. Por supuesto que al seguir operando, las mineras requieren de los pueblos aledaños insumos como combustible y comida. Y eso ha hecho que numerosos pueblos de la puna hoy estén contagiados cuando antes no tenían ni un solo enfermo”.
-¿Cuál es el pedido o la denuncia más importante que se está haciendo?
“Es urgente que el gobierno nacional les quite a las mineras la categoría de esencial y que como muchas otras actividades económicas se suspendan las minas hasta que todo pase. Porque la aglomeración inevitable en los campamentos hace que un solo contagiado pueda diseminar el virus en todos lados. Y después cuando bajan a ciudades y pueblos contagian, ocasionando un drama como el que está viviendo Jujuy en estos momentos. También es fundamental que los gobiernos de Jujuy, Salta y Catamarca intervengan las minas y lleven a los obreros a la ciudad, cerca de los centros de salud. Y que sean alojados en hoteles a cargo de las mineras para vivir la cuarentena en condiciones humanas. Lógicamente de esa manera se preserva la salud pública de los obreros y del conjunto de la población”.
Es tal la necesidad de litio, que lleva a las autoridades de la minera Exar a no cumplir con el protocolo del coronavirus que les obliga a reducir a la mitad la cantidad de trabajadores. Esta decisión conllevo al aumento de contagios en el campamento, exponiendo a trabajadores y comunidades en general. Y el fin quedo claro: no es generar baterías para almacenar energía, es crear reservas militares y darle uso en la desenfrenada carrera armamentista nuclear que hoy llevan a cabo las grandes potencias mundiales.
En la puna habitan pueblos originarios que tiene derecho a vivir en su territorio. Es responsabilidad de todos que se conviertan en los nuevos refugiados ambientales o que comience un nuevo genocidio.
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*Foto de Portada: www.nationalgeographic.com
*Foto 2: www.darioaranda.com.ar